—¿Por qué no viniste ayer, floja? —ése reclamo junto a un golpe en la cabeza fue mi bienvenida a la preparatoria. Que dulce es Joseph.
—Ey, no me pegues, gordo —le empujé levemente para poder acomodar mi mochila en mi asiento. En solo unos segundos volví a sentir otro golpe a un costado de mi frente. Me quejé con una mueca y miré al responsable.
—Sí, Joseph, no le pegues —Mily se puso a un lado mío y recargó su brazo en mis hombros—. Yo solo le hago eso, no tú.
—Tú también —le devolví el golpe a Mily y ella respondió con una risa y un beso en mi mejilla.
—¿Y Mark? —pregunté mientras miraba alrededor hasta dar con su asiento y notarlo vacío.
—No vino, dijo que iría a ver a unos familiares —respondió Joseph—. Pero contesta, ¿por qué faltaste? —Mily volteó su mirada a mí, interesada también en el tema. Me separé de ella para dejarme caer en mi asiento, resistiendo un chillido al golpearme en las heridas de mi espalda contra el respaldo firme. Hice como si nada, acariciándome disimuladamente y aclaré mi garganta. Debía cuidarme más.
—El maldito guardia no me dejó entrar —dije con molestia, golpeando una de las patas del asiento frente a mí.
—¿Y eso? —sonrió burlona Mily, sentándose en mi mesa.
—Llegué tarde. A las 8 con veintitantos minutos, se pasan.
—¿Qué esperabas? Serás idiota si a esa hora creías poder pasar, no jodas —comentó Joseph.
—Lo sé pero... Yo ya venía dispuesta a estudiar, con uniforme y toda la cosa.
—Si pasó éso por dormir tarde, pues nadie te manda a andar desvelándote, sabiendo que al día siguiente debes despertar temprano, pendeja —Mily intentó golpear mi cabeza de nuevo, pero desvíe su mano con la mía rápidamente.
—Ya, aún así no aceptaré lo de ayer... Como quiera debían dejarme entrar. Luego se quejan ellos también de--
—¡Ya, niña! —me interrumpió Joseph—. No nos digas a nosotros tu biblia de quejas diaria. Acepta los hechos y fin. Como quiera ya pasó.
Negué con la cabeza. El timbre resonó y no pasó mucho para que de a poco el salón se llenara por los demás alumnos. Joseph y Mily se sentaron en sus lugares cuando el profesor entró. Y en vez de decirle los buenos días como los demás, saqué el dedo medio cuando el se giró para acomodar sus cosas en el escritorio. No estaba de buenas gracias a cierta persona... Espiritu... Loco... Psicópata... Asesino... Sonrisitas... Agh, simplemente Jeff.
Largo día, largo sufrimiento.
[...]
El timbre había sonado.
—¿Y si nos vemos en mi casa en un rato? —cuestionó Mily justo en la entrada de la escuela. Las clases por fin terminaron, pereza recordar un día aburrido, solo diré eso al respecto.
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Welcome to the nigthmare in my dead [ Jeff x Lectora ] EDITANDO.
Random«-"¿Qué porqué a ti? ¿qué quieres escuchar? ¿Qué eres una elegida? ¿qué te necesito para ser una nueva asesina? ¿qué no eres como las demás chicas que me han invocado? Todo eso son estupideces. Tú haz querido esto, así que eres solo un juguete, entr...