Despertar.

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Respiro, pero me duele al hacerlo cada vez que lo hago. No recuerdo nada a partir de que todo se volvió borroso. Supongo que volveré a estar en el hospital y me han salvado a tiempo. Abro los ojos y para mi sorpresa no estoy en ningún hospital.

Al principio todo es negro, pero poco a poco me voy acostumbrando a la poca luz que hay en la habitación. Todo es de colores oscuros,  y hay una vaga luz amarillenta colgada de una lámpara negra en el techo de tipo araña. Las paredes son de piedra, y todos los muebles son de madera como eran antes los de la edad media. La cama también era de ese estilo y los lado estaban cubiertos con una tela de encaje negra. La habitación parecía la de un castillo del siglo del siglo XIV.

Me intento incorporar. Me duele todo, como nunca. No se que hago aquí, que es esto. Tengo miedo. Bajo la mirada y me encuentro con el collar de Rose apoyado en mis clavículas.
¡OH ROSE! Me levanto corriendo pero me da un mareo y me tengo que volver a tumbar en las sábanas moradas.

No e llegado a tumbarme aún cuando una mujer muy bella, la mujer de mi sueño aparece por el humbral de la puerta de madera de la habitación. La puerta tiene decorados de la época gótica.

-¿Qui...quien eres?-Pregunto asustada con un hilito de voz.

-Hola Jackie, ¿No me reconoces?-Va vestida con un simple pantalón corto de...¿Algas? Su pelo largo rizado pelirojo cubre sus senos, las puntas de su cabello son blancas. No lleva zapatos. Decido no hablarla de que la conozco de mi sueño.

-No. ¿Donde estoy? ¿Qué a pasado?¿Qué hago aquí? ¿Y mi móvil? Mi madre tiene que estar preocupada.

-Shh. Relájate, estás en buenas manos, y a salvo. Cuando estés en mejores condiciones te contaré mas

-¿Quien eres? ¿Por qué me has salvado?

-No había tiempo, teníamos que actuar, te morías además, no estabas a salvo.-Me explica con calma.-ahora que eres una parte de ellos.

-¿Ellos quienes? ¿Quienes sois? Quiero irme a casa.-Me intento levantar pero cuando ya estoy de pie algo me agarra de los hombros y me intento girar.

-¿A donde crees que vas?-Esa voz me resultó familiar, me giro. James. Esboza una sonrisa y yo me aparto con dolor en mi corazón, y no precisamente por el cuchillo que me clavé. Sin darme cuenta me miro la piel, estoy mas blanca que siempre.

-No...-Digo en un sollozo.-Tu no...sin darme cuenta una lágrima cae por mi mejilla. Se acerca y me coge de los hombros, me quedo frente a él.

-Sathrag, déjanos solos.-Dice James. Y la chica de los pantalones se va.

Cuando la puerta se cierra y por fin estamos solos. Antes de que pudiera reaccionar me besa, me besa como si no hubiera un mañana. Yo vivo ese beso incluso mas que aquella vez en el hospital. Me dejo llevar. El suave y lento beso se convierte en uno lleno de lujuria y pasión.

Me tumba en la cama sin separar los labios de los mios y me acaricia el cuerpo pon las yemas de los dedos. Por cada rincón que pasa el se me eriza el bello. Madre mía. Yo le abrazo, paso mis dedos por su espalda, por su cuerpo, por sus brazos...

Le quito la camiseta negra que lleva. Una de manga corta básica pero ajustada. Su abdomen queda a la vista, pero yo no lo puedo ver ya que sigo con los ojos cerrados disfrutando de ese beso.

Cuando empieza a soltarme el lazo que aprietan el corset me doy cuenta de lo que estoy haciendo y me aparto. Me intento levantar de debajo suyo pero es inútil, es mas fuerte que yo.

-¿Qué pasa?-Dice jadeando con una sonrisa en su bello rostro.

-¿Que qué pasa? Pasa que me abandonaste, pasa que no te conozco casi solo de un día, pasa que no estoy preparada y pasa que no me han explicado nada.

-En primer lugar me conoces de mucho mas antes de lo que tu crees pero aún no te lo puedo contar. Me fui porque te quiero y no quería hacerte daño.

-¿Y por qué has vuelto si solo me vas a hacer daño?-Pregunto sin llegar a comprender bien que quiere decir.

-Por que ahora podemos estar juntos.-Vuelve a besarme con ternura, esta vez como si llevara milenios sin verme. Cuando para veo un brillo en sus ojos como si a un niño le hubieran regalado una habitación con juguetes nuevos.

-No se que decir. Quiero saber la verdad, no entiendo nada, ni que hago aquí ni nada.

-Cada vez eres mas perfecta.-Dice cojiéndome la cara con las manos.-Ven, quiero que veas una cosa.

Me coge de la mano y me lleva rápido por un castillo, un castillo medieval, no se ni donde estamos, pero estoy feliz porque por fin estoy con el.

Las paredes y los muebles son todos iguales, bajamos un montón de escaleras y recorremos muchos pasillos hasta llegar a la puerta de entrada y salida del edificio.

El castillo por fuera es precioso, tiene unos torreones que parecen rozar las nubes y no parece pasar el tiempo por el porque está en muy buen estado. El castillo está en una especie de monte que no se ubicarlo. Me venda los ojos con un pañuelo azul oscuro. Parecen pasar cinco minutos hasta que me lo quita, pero la espera merece la pena.

Aparecemos en el lago de mis sueños. No se como hemos llegado tan rápido a allí. Todo es igual solo que está anocheciendo y todavía la luz de los últimos rayos de sol alumbra el lugar. Sathrag aparece de entre el agua y deja al descubierto su cola de pez. Me asusto, pero James me coje por detrás de los hombros y me tanquiliza. Si él está conmigo no tengo que temer de nada, creo. Sathrag hace un gesto como para que le tienda la mano. Miro a James y asiente. Me acerco a la mujer-pez y me coge la mano con la suya mitad aleta.

Cuando en doy cuenta me está sumergiendo en el agua la mano. Tengo miedo, la última vez que hizo eso me ahogó, aunque fuera un sueño tengo la sensación de que hará lo mismo.

-¡No! ¡Suéltame me vas a ahogar!-Grito intentando zafarme de ella.

-No, no te voy a ahogar, quiero mostarte tu verdadera naturaleza.-Me dice ella suavemente. La miro a sus ojos azules y veo sinceridad. Me dejo llevar. No entiendo a que se refiere pero no creo que James la deje hacerme daño.

Me va sumergiendo poco a poco: El brazo, la cabeza, el cuerpo y con el el otro brazo, las piernas... Cuando estoy casi en el fondo de la laguna me doy cuenta de que sigo vestida.

Pero antes de que pudiera protestar y salir a flote ella me suelta y un torbellino me envuelve dentro de el. Siento cosquillas, como si mi cuerpo estuviera cambiando su ser.

Cuando estas cesan me miro, una cola morada y brillante igual que la de la de Sathrag que empieza a partir de mis caderas aparece en vez de mis piernas. U

Mi pelo se a alargado un poco mas y ahora me llega casi hasta la cintura y un poco mas de las puntas se han vuelto de coloz azul cielo. Ya no llevo nada de ropa y mi pelo tapa mis pechos. ¡Soy una sirena!

Entre Sirenas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora