No tiene por que ser así ...

Una Segunda Oportunidad

En alguna parte del terreno bajo del castillo encantado, se encontraba Gastón, agonizando, no podía sentir la pierna izquierda, y por alguna razón este sentía que los párpados le pesaban, pues esté aunque no quisiera aceptarlo, estaba muriendo lentamente, estuvo unos pocos segundos pensando en lo que había hecho, ¿valió la pena lo que había hecho?, esa pregunta vagaba por su cabeza sin parar, pero en medio de sus pensamientos escuchó un leve susurró de una voz que de inmediato reconoció.

-No puedo ...- fue lo único que oyó antes de poder oír como si alguien estuviera corriendo -es Lefou- lo primero que se le vino a la mente.

Trato de gritar, trato de decir que ahí estaba, pero por mas que lo intenta no podía hablar, cada vez que lo intentaba se sentía cada vez más cansado, aún así este siguió intentando hasta que ya no pudo más y cerró los ojos.

En seguida se sintió incluso mas frío de lo ya estaba, trato de abrir los ojos otra vez pero no podía, entró en pánico -¿estoy muerto?- pensó

Pasaron 10 minutos y Gastón llegó a un estado de neutralidad, ¿acaso eso era estar muerto, no ver o moverse jamás?, por primera vez en mucho tiempo se arrepintió de lo que había hecho, y se cayó en cuenta de que haría lo que fuera por una segunda oprtunidad, lo que fuera.

Pasaron horas y horas, Gastón comenzaba a perder la cabeza, sintió que se volvería loco, y de pronto sintió un escalofrío acompañado de una electrizante corriente electrica, y de repente sintió calor, decidió intentar abrir los ojos y lo consiguió, pero lo primero que vio fue que estaba a 4 metros del suelo, flotando, con una luz brillante que lo rodeaba, y a Agatha, mirándolo fijamente, dio un aplauso y Gastón descendió con lentitud hacia la firme tierra.

-¿Qué ha pasado?- preguntó Gastón alterado -estuviste muerto por una semana Gastón, el tiempo actúa diferente mientras estas muerto, sin embargo ahora te he regresado de la muerte y estás en perfecto estado- respondió con firmeza -no te he revivido por placer Gastón, sino por que quiero darte una segunda oportunidad para vivir y morir un día que estés viejo pero sin ningún arrepentimiento ni asunto que resolver-

Gastón escuchó atentó, pues quería escuchar lo que tenía que decir la hechicera, sino tal vez perdería esa preciada segunda oportunidad -pero debes demostrarme que valió la pena el haberte revivido ...-

Así la hechicera le dijo su condición a Gastón, dijo que si encontraba a alguien que pudiera quererlo de verdad después de lo que había hecho, este viviría, sin embargo si este no encontraba a alguien antes de que el final de la semana llegará, su cuerpo volvería a ser como el invierno, frío.

Gastón no dudo ni por un segundo el aceptar, y al estrechar la mano de la hechicera, en seguida está desapareció -buena suerte- escuchó en el aire

Gastón tragó saliva, sabía que necesitaría mucho más que suerte.