Ilusiones

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Gastón se encontraba caminando con debilidad por el bosque, estaba desorientado y perdido, habían pasado varias horas desde que había empezado a buscar la aldea, todo lo veía borroso, sentía que caería en cualquier momento, y así fue, no podía levantarse, se arrastró hasta el árbol más cercano y cerró los ojos.

Escuchó una risa ...

abrió los ojos, pero no pudo ver a nadie a su alrededor, y la escuchó de nuevo, era una risa conocida, una que ya había escuchado antes y que reconocía, era de su mejor amigo, era de Lefou —eres el mejor Gastón — se vino a su mente una imagen de Lefou sonriendo con gran alegría. Se paró con rapidez.

—¿Pero qué demonios?— se preguntó con extrañes. La escuchó una vez más y en abrir y cerrar de ojos tenía a su mejor amigo justo en frente, con un pasó lento se fue acercando a Gastón, y su sonrisa desapareció de golpe —¿porqué me abandonaste?, ¿acaso te fallé en algo?— dijo mientras unas lágrimas salían de sus mejillas —no y-yo solo— Gastón nunca pensó verse de esa manera, por alguna razón estaba asustado, empezó a retroceder —¿yo hice algo malo?, ¿porqué no me escuchaste?— seguía haciendo preguntas, mientras que Gastón cada vez entraba más en confusión y pánico —¡te dije que no tenía que ser así!, ¡pero tu siempre eres terco!— comenzó a gritar con fuerza —¡dejame en paz!— gritó Gastón con pavor—¡a pesar de que yo ...!— Gastón no aguantó más y trato de darle un puñetazo, pero este desapareció antes de poder hacerlo.

Gastón no supo por qué pero su instinto dijo que comenzara a correr, y así lo hizo, no sabía hacía dónde corría pero no le importaba, estaba asustado. Decidió, de repente, detenerse, se hincó en el pastó —Lefou— susurró para sí mismo. Sintió una mano posarse en su hombro, se sobresalto y observó como un Lefou con traje de gala, el cabello suelto y con una pequeña sonrisa se le acercaba gateando con lentitud, acorralándolo en un árbol —Gastón, ¿acaso es por qué no soy como ella?— preguntó mientras se le pegaba al pecho y hacía un pequeño puchero, Gastón se sonrojó al instante, ni siquiera tuvo tiempo de procesar lo que estaba pasando pues Lefou le jaló de la camisa y le robó un besó, Gastón estaba sorprendido, su cerebro no reaccionaba, solo podía sentir como la lengua de Lefou entraba dentro de su boca, vio como tenía los ojos cerrados y su cara estaba sonrojada, Gastón sintió un escalofrío por todo su cuerpo, la escena que estaba presenciando en ese momento se le hizo exquisitamente erótica. Lefou se separó, dejando un hilo de saliva entre su boca y la del confundido ex-capitán del ejército, Gastón miro a su amigo, este tenía una expresión lujuriosa en su rostro, pero en seguida se paro, se dio la vuelta y se esfumó, justo como sí fuera humo.

Gastón lamió sus labios y se preguntó :
sí disfruto ese beso que no fue real ...
¿como se sentiría besar a Lefou en realidad?, ¿se sentiría igual o mejor?, salió de sus pensamientos cuando reconoció un árbol a su derecha que tenía un cuchillo clavado en el, estaba cerca de su pueblo, ese árbol indicaba que así era.

Durante su transcurso a la aldea, no paró de pensar en Lefou, sus expresiones, su cuerpo, todo de el ahora le parecía erótico y hacía que se sonrojara cada vez más, eh incluso a veces se le venía a la mente alguna fantasía, pero inmediatamente después se sacudía la cabeza y se repetía que estaba loco por pensar en ese tipo de cosas con otro hombre, no era correcto, pero no podía evitarlo.

Recordó que era muy común a veces tener sueños y ilusiones sobre cosas que se desean que pasen, ¿él quería de verdad besar de esa manera tan lujoriosa a Lefou?, tuvo miedo cuando dudo en qué responderse a sí mismo, paró de caminar y volvió a lamer sus labios, recordó lo excitante que se sintió esa ilusión y las millones de fantasías y sueños humedos que había tenido antes de tan siquiera haber conocido a Bella, en los cuales podía escuchar a Lefou gemir y gritar su nombre, mientras él mismo lo embestía con rapidez —¡Gastón~! m-más ... rá-rápido porfavor~ ¡aah! n-no te detengas~ — incluso aún podía escuchar y recordar lo que decía Lefou en el primer sueño húmedo que tuvo con él, su hermosa cara, su lindo cabello, su dulce voz, y su encantadora forma de ser le hacían perder la cabeza.

Aunque Gastón no lo aceptara en voz alta, en su interior, de verdad deseaba a Lefou tanto por el físico, tanto por lo sentimental.

No tiene por que ser así ...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora