Digimon Nueva Génesis Parte 9

111 6 7
                                    

                     15. LA AMISTAD POR SOBRE TODO

Se escuchaba una mezcla de sonidos en su oído. Algo totalmente incomprensible, pero que luego, poco a poco empezó a tomar forma y convertirse en un:

"Dante, ¿Estás despierto?"

El digimon abrió los ojos y vió una distorción de colores, que como el sonido, empezó a tomar forma.

-¿Qué pasó Alan? Me duele mucho la cabeza- intentó llevarse las manos a la cara pero un ruido metálico se lo impidió- ¡Qué! ¿Por qué tengo grilletes?

Empezó a cargar una llama y la lanzó contra los grilletes. Nada cambió.

-Es inútil, ya lo intenté, esas letras extrañas que le fueron caladas parecen protegerle.

Danté lo miró. 

El humano parecía estar crucificado en unas tablas con esas letras extrañas. Sus manos estaban apresadas por los mismos grilletes a cada extremo del mismo tablón horizontal. Su pies estaban atados por cadenas con letras a un tablón vertical que intersectaba al vertical. Su zona media estaba atada por lo que parecía ser un chaleco de fuerza con símbolos. Era imposible moverse.

Miró al rededor; era una celda idénticas a las de la policía. Pero más sucia.

Dante bajó la vista.

-Perdóname Alan, por mi culpa quedaste en desventaja.

-No te preocupes, me las pude arreglar- le dijo sonriendo- Pero, ¿te puedo preguntar algo?

El digimon asintió.

-Si tu tienes el término "X" debes ser más fuerte que un Agumon normal. 

El digimon volvió a asentir, esta vez con una pena disfrazada.

-Entonces, ¿Cómo pudo derrotarte con tanta facilidad si eres un digimon de nivel Rookie sumamente fuerte?

Dante exhaló aire, intentando consolarse a sí mismo.

-La verdad, no fui muy sincero contigo- dijo tragando saliva, como si quisiera desaparecer alguna sustancia pegajosa en su garganta- los Agumons X somos más fuertes que un Agumon normal, es cierto, y somos entrenados para ser los mejores en batalla, pero...

-¿Pero?

-Pero, yo... - su tonalidad de voz cambió a una más melancólica, mas apagada, más sincera- yo siempre fui el más débil.

-Los otros digimons siempre se reían de mí porque decían que era débil, que hasta un Koromon podía vencerme. Siempre fui el más torpe, el último en aprender a lanzar fuego, el último en acertar un golpe preciso con sus garras, el último en ser elegido en los juegos del patio.

Unas gotas se deslizaban por su rostro y caían en los grilletes perdiendo su forma.

-Lo siento, no debí preguntar- dijo Alan con un amargo sentimiento de culpa.

-No te preocupes- decía con dolor- ellos tenían razón, soy un inútil debilucho.

-Sí, lo eres- dijo bruscamente, Dante lo miró- lo eres y lo seguirás siendo si no cambias esa metalidad, si quieres ser el más fuerte esfuérzate por serlo. Las lágrimas y los lamentos no conseguirán nada.

-¿A caso crees que es fácil? - lloraba- tal vez en tú mundo sea fácil pero acá es mucho más complicado.

-¿Tú crees que mi mundo es fácil? - reía- mucha gente muere cada día, hay muchos conflictos bélicos por dinero, raptan a las personas para robarles sus organos o lucrar con el cuerpo de pequeñas vírgenes, abusan de la estúpidez humana para vendernos productos con la mentira de que nos harán felices, buscamos en nuestra compañía sexo en vez de amor- decía enojado, Dante lo miraba, sin llorar- todos dicen que para sobrevivir hay que agachar la cabeza y continuar. Eso es de débiles. Si de verdad quieres ser fuerte, lucha por lo que crees, pase lo que pase.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 20, 2014 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Digimon Nueva GénesisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora