Digimon Nueva Génesis

Digimon Nueva Génesis Parte 3

                                   6.EL PRECIO DEL PODER

Extraño a mi novia, Alice, un mes y medio sin verla, sin saber nada de ella ¿Me extrañará también? Me preocupa que pensará de mí al desaparecer de un día para otro, la debí haber hecho sufrir mucho, eso es algo que no me podré perdonar. La volveré a ver, a abrazar con todas mis fuerzas, la besaré como nunca, lo sé, sólo debo volverme más fuerte para terminar todo esto y... La veré. Sólo deseo que cuando nos veamos... No me odie.

Se hizo de día, es sol entraba por la cueva, antes amaba esa sensación de que el sol te acariciara por las mañanas, ahora la odiaba porque sabía que sería un día doloroso.

-Para varirar un poco, Daemon me dejó una lata de atún, 5 zanahorias y una botella de agua.

-Termina luego y vamos a entrenar, creo que sé como liberar tu poder- escuché detrás de mí.

Luego de comer y resposar 15 minutos, salí fuera de la cueva y me encontré con Daemon y Guilmon X al lado de la roca.

-Empecemos, necesito destruir esa roca- le dije

-Espera, joven elegido, necesito contarte algo.

-¿Qué cosa?

-Hace 2 semanas encontramos a una humana tendida en el digimundo, la mantuvimos en suspención inanimada y creo que es hora de traerla.

-¿Quién es?

-Tómalo como un... incentivo- movió su mano hacia el aire y se empezó a doblar de la misma manera que cuando trajo la roca, sólo que esta vez surgieron de él dos Demidevimon; pequeños demonios de forma redonda, escoltando una joven de piel tan blanca como la nieve, pelo castaño, ojos pardos y delgada.

-¿¡Alice!?

-¿Alan? ¡Alan!

No podía ser, mis ojos tiritaban, una sensación tan extraña me carcomía. Era como si el amor, el miedo por la vida ajena y el odio hubieran copulado y vomitado a un hijo mal formado.

-¿Estás bien, amor?

-Sí, no sé cómo llegué aquí, tengo miedo alan, ayúdame por favor- dijo sollozando Alice.

-Maldito bastardo, Daemon, ¡ordena que la suelten!

-¿Y si no quiero?- dijo Daemon.

-Entonces...

-¿Entonces qué? no eres capaz de destruir una roca y quieres destruirme, jajajaja no me hagas reír.

-Maldito- le dije enojado

-Hagamos un trato Alan, tú rompes la roca y yo libero a tu novia. - Dijo el demonio con un tono divertido y macabro.

-¡Salvame Amor!- gritó Alice.

Debo hacerle caso o si no la matará, debo romper esa roca, pero... ¿Cómo lo hago?- pensé, mis manos temblaban, mis ojos temblaban ¡Por Dios! ¡Hasta mi alma temblaba!- Ayer estuve tres horas golpeándola y nada, solamente mis puños quedaron marcados, pero...

-¿Es que te quedarás pensado todo el día o salvarás a tu novia?- Dijo el demonio.

-Lo haré- caminé hacia la roca-Debo hacerlo, debo concentrar toda mi fuerza, debo salvarla, ¡DEBO SALVARLA!

Mis brazos se inundaron en llamas, mi ropa ya quemada por los anteriores entrenamientos empezó a moverse en un vaivén junto a las llamas y ardía con fuerza.

Lancé un golpe como nunca antes había lanzado-¡ESTO VA POR ALICE!-  sonó un ruido estridente, como el de alguna tanque estallando o un avión cayendo sobre la ciudad.