Capítulo 3 Los muros

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Diez años pasaron de aquel incidente ahora ya no era un erudito era un ministro el ministro heo uno de los mas respetables e intachables se había encargado de enterrar su desliz como él lo decía con la muerte del rey en el campo de batalla se dio modos de volverse ministro con el nuevo rey el hermano menor del difunto rey quien temía en no tener aliados y creyó fielmente en su nuevo ministro además tal y como lo prometió a su ex amante Young saeng era infeliz pues lo tenían encerrado en casa nunca salía y  su madre no le tenía afecto desde que lo tuvo en brazos miles de veces la mujer trato de cambiar pero algo le impedía como no pudo cuidarlo como a sus hijos mayores contrato una nana quien prácticamente le crio desde recién nacido y su padre ni que decir ni lo veía pues saeng era el vivo retrato de su angel que ya no estaba por eso evitaba al niño a toda costa y ponía su atención a sus hijos mayores un día en casa el médico fue a revisar a saeng había agarrado un leve resfriado – que tiene? – pregunto la mujer –señora usted sabia que su hijo es un doncel? – un doncel?! – estaba sorprendida de escuchar eso en su familia nunca hubo uno y que supera ni el de su esposo se enfureció y fue a ver a su esposo dejando al medico sorprendido entro a la sala de un golpe a la puerta – un doncel!!!! – Grito – a que te refieres? – bajo su taza de te - que Young saeng es un doncel!!!! explícame cómo es eso posible? – yo no se de medicina – mientes dime la verdad!! - Que verdad? – se llevo una mano a la cabeza - creí que fue un sueño pero realmente mi verdadero hijo nació muerto – que?! Como lo sabes? – no lo sé lo suponía pero acabas de confirmármelo de donde sacaste al niño? – Pregunto con dolor en el pecho – es de mi ex amante – hablaban sin rodeos - me diste al hijo de tu amante!!! – si – su pecho dolía tan fuerte que cayó de rodillas – no entenderías jamás porque te di ese bebe –maldito te odio!! – eres una mujer aburrida por eso busque diversión fuera de estos muros pero para tu alivio te informo que el niño tampoco es míoel muy descarado me cambio por otro – todo lo que se hace se paga un día pagaras el daño que hiciste a ese niño – se presiono el pecho de dolor –  los médicos dijeron que podrías morir mientras estabas en parto pero mírate no te mataron mis hijos – no fueron ellos fuiste tú el que me mato – se cayó al piso y su corazón se paro murió de un paro el ministro miro el cuerpo de su esposa se cercioro de revisarla si estaba muerta y recién llamo al médico que lo confirmo durante todo el duelo fingió tristeza los nobles vinieron a ver a la familia doliente pero solo él y sus dos hijos recibían a las visitantes Young saeng no pudo salir de casa lloro solo en sus aposentos en la falda de su nana el ministro se encargo de decirle a young saeng que la muerte de su madre era su culpa le dijo queél era alguien que no debía ser visto que era alguien diferente a los demás y que nadie debería verlo jamás porque era como el pecado en carne propia un niño de tan solo diez años se creyó todo aquel cuento.

Un día el ministro iba caminando por la montaña despejando sus pensamientos su tercer hijo cada vez crecía mas y de seguro querría explicaciones a todo ahora lo dominaba por ser niño además que le tenía un odio irracional era consciente que Young saeng era el más inocente de todos en medio de aquella situación que creo alguna vez su camino lo llevo a un lugar del bosque que no conocía diviso unos árboles eran de cerezos algo muy raro ya que esos árboles no crecían en goryeo pero lo más raro fue que rodeaba una casa que estaba abandonada era un escenario tan romántico que le recordó al jardínde su ángel saco esa imagen de su cabeza pues a pesar de los años aun  amaba a su ex amante después de ver aquel lugar fue al palacio donde averiguo a quien le pertenecía esa casa pero no era nadie se valió de su titulo para hacer que el lugar fuera suyo unos días después mando a esclavos a reparar la casa no demoro mucho en estar lista – Young saeng alista tus cosas – el pequeño miraba a su appa alegremente pues no lo veía seguido y que le diga eso creyó que lo llevaría de viaje – a dónde iremos? – solo alista todo y digo todo lo que puedas – miro a la nana – ayúdalo espero que usted ya esté lista – si mi señor yo ya estoy lista – respondió alegremente con saeng recogieron todo lo que pudieron salieron de casa y en fuera ya esperaban dos mujeres a las cuales saludo el pequeño pero estas no respondieron pero le hicieron una reverencia con una mueca el ministro emprendió marcha junto a la sirvientas, la nana, y saeng quiso ir al lado de su appa pero lo evadió haciendo que la nana se encargara de el demoraron tres horas pero cuando vieron el lugar saeng se quedo boquiabierto era un lugar hermoso entro corriendo a ver cada habitación mientras las empleadas descargaban todas las pertenencias del niño – appa viviremos aquí? – sus ojitos brillaban como dos estrellas – solo tu vivirás aquí – pero yo solo appa? – de un momento al otro sus ojitos se llenaron de lagrimas – tu nana estará aquí contigo y las dos sirvientas que nos acompañaron ellas son mudas así son de más confianza – pero appa… - de ahora en adelante llámame padre me entendiste – no me dejes aquí… perdóname por matar a mi omma no fue mi intención – se aferro al cuerpo del ministro al tacto del niño se puso rígido transmitía el mismo calor que su ángel lo tomo de sus pequeños hombros y lo alejo fugazmente – ya no puedes estar con nosotros tu eres alguien diferente que no debe ser visto nadie puede tocarte de ahora en adelante te quedaras aquí lejos del mundo esta casa será tu mundo – lo soltó y salió de la casa saeng lo llamaba que volviera pero este ni vuelta se dio de tanto llorar se quedo dormido y entendió que ese era su destino, cada día era largo para saeng en aquella casa pero le encontró el gusto a la jardinería igual que a su verdadera omma era feliz pasaba horas cuidando las flores y arboles que rodeaban la casa, 8 años paso encerrado ahí ya se había acostumbrado ademas su padre lo iba a visitar una vez al mes por al menos dos horas donde le preguntaba sobre sus estudios en casa el mismo le llevaba libros para que nadie mas vaya a esa casa ahora tenía 18 años tan solo había escuchado que su hermano mayor se caso la hija de un comerciante y su hermana con erudito no lo dejaron ir a sus bodas por lo que se informaba poco de su familia tampoco era que se interesase mucho por ellos los pocos recuerdos que tenia de sus hermanos eran amargos para el momentos donde le decían que él no era de la familia y que debía irse lejos un deseo que se le hizo realidad.

El ministro por fin llego después de caminar tres horas a la casa rodeado de arboles de cerezos después de rememorar lo que lo llevaba una vez al mes a aquel lugar cuando la puerta se abrió una voz lo detuvo – ministro heo que casualidad encontrarlo aquí en medio de la nada – dijo se quedo helado al escuchar aquella voz las sirvientas no sabían que hacer pues ellas recibieron estrictas reglas de no dejar pasar a nadie se dio la vuelta – eunuco lee que placer verlo – esbozo una sonrisa forzada – dígame ministro quien vive en esta bella casa? Yo nunca había venido por aquí me sorprende ver una casa por estos lares – dudo antes de contestar – esta propiedad es mía un lugar para mi reposo personal – puedo pasar entonces – le dio entonces paso para que pasara delante de él – me haría el honor que pase – dijo quiso darle una orden a la sirvienta pero fue sorprendido por el eunuco cuando este se dio la vuelta – ministro que pena con usted pero me encantaría dar una vuelta por su casa pero claro siempre cuando usted me guie – hablo clavando su mirada en el ministro – claro por aquí – dijo poniéndose delante del eunuco las sirvientas no sabían que hacer ellas se imaginaban que debían buscar al joven amo y esconderlo pero si eso no era lo que quería el ministro se confundieron y solo se quedaron ahí paradas con la cabeza abajo.

Crecieron hermosas verdad nana? – Así es joven – acariciaba los pétalos de rosas – nana nadie nos ve por favor dime por mi nombre me gusta cuando lo haces – Young saeng no crees que ya has estado mucho tiempo en el jardín – si entro me aburro prefiero estar aquí – esbozo una sonrisa mostrando sus hoyuelos pero esta sonrisa se borro cuando vio la figura de su padre bajo rápidamente su cabeza acercándose a su padre – padre me honra su visita – dijo sin percatarse de que detrás de su padre había alguien – vaya quien es este hermoso joven? – hablo el eunuco embelesado por ver a aquel delicado joven a leguas se podía saber que era un doncel y uno muy hermoso cualquier hombre que pasase por su lado caería rendido a sus pies en ese momento se pregunto por qué el ministro lo estaba escondiendo porque nunca hablo de su tercer hijo y permitió que se creara rumores sobre este – eunuco lee el es mi tercer hijo Heo Young saeng – un placer conocerte joven heo – saeng sudaba frio en muchos años no había visto a otras personas más que a sus dos criadas su nana y su padre al cual miro esperando a que le diera una orden pero este solo evito sus ojos dejando a su suerte a su hijo – el placer es mío eunuco lee – hizo una leve venia – por favor pasemos a tomar una taza de té – guio con su mano al eunuco y con una mueca hizo que saeng los siguiera por detrás al tomar el té su mano lo traicionaba temblaba trataba de calmarlo con su otra mano pero no funcionaba – supongo que debe de tener a muchos interesados en ser parte de su familia por su encantador hijo – de hecho no él no tiene ningún pretendiente – se puede saber por qué? – la mano del ministro apretó la taza fuertemente parecía que la quebraría en cualquier momento – vera aun no le busque un esposo que sea digno de el – no ha considerado al príncipe Park Jung min? – abrió sus ojos como platos soltando la taza – como podría pensar en el príncipe mi hijo no está a la altura del hijo de la reina Hye Jin – tal vez pero uno jamás sabe el futuro –bebió un poco mas – bueno me siento tan satisfecho de que me pequeño paseo me trajera a este maravilloso lugar ahora me retiro – se paró el eunuco – lo acompaño – gracias ministro – hasta luego joven heo fue un placer conocerte espero volverlo a ver – hasta luego eunuco lee – todo el tiempo tuvo la mirada baja vio como su padre acompaño a aquel hombre y cerró la puerta las sirvientas y su nana fueron afuera donde se arrodillaron frente al ministro – mi señor nosotras no sabíamos que alguien estaba con usted disculpe nuestro error – la nana hablaba por las dos sirvientas mudas mas – un error!!! Un pecado lo que hicieron!! Por culpa de ustedes…… - tenía un látigo en su mano el cual levanto dispuesto a golpearlas – padre discúlpelas no fue culpa de ellas – Young saeng se poso delante de las tres mujeres arrodillándose frente a su padre – si hay alguien que tiene la culpa soy yo debí darme cuenta que usted venia con alguien mas no debí perjudicar a mis sirvientas con mis caprichos perdóname padre – bajo el látigo miro con ira a todos – párense – dijo saeng se levanto junto a sus sirvientas con la mirada baja – mandare a poner unos sirvientes para que vigilen esta zona quiero que ustedes tres estén alertas si ven a alguien extraño merodear por aquí metan a young saeng a su aposento y lo encierren solo yo puedo entrara a esta casa nadie más – mi señor y si viene el eunuco lee le prohibimos el paso? – si lo prohíben a menos que venga con una orden real cosa que dudo que pase – respiro hondo hasta calmarse – me voy por ahora probablemente vuelvo dentro de unos días – dijo dirigiéndose a la puerta – padre…  es necesario esconderme aun? Usted me dijo que yo el pecado encarnado pero según el eunuco lee no es así – ahora por un extraño dudaras de tu padre?! – saeng se asusto ante aquella mirada una bofetada choco contras su mejilla dejándolo en el piso – escúchame siempre harás lo que yo quiera me entiendes?! – Sus ojos se llenaron de lagrimas – si padre – respondió vio como su padre se fue su nana y sirvientas corrieron a él para levantarlo del piso.

CARCEL DE PAPEL (HyunSaeng)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora