Capítulo 5 - Buenas Noches

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[SIN EDITAR]

Logan me observa y juro que podía oír el castañeo de sus dientes, esta escena me recuerda cuando John llegó a casa congelándose, y yo como buena amiga que soy, esperé a que se congelara del otro lado de la puerta.

– Oh lo siento, pasa, te estás congelando – dije a la vez que salía de mi trance.

No es cierto Alice, ¿de verdad? Creo que él no se dio cuenta.

– Gracias, perdón por molestarte – dice con una voz dulce.

Nunca antes lo había oído hablar... su voz era una mezcla angelical y varonil, te hacía sentir segura y si fuera otra situación, tengo la certeza que hasta podría intimidarte muy bien.

Ya dentro de mi casa, le indiqué para que tomara asiento en cualquiera de los sofás. La música seguía muy alta, por lo que me dirigí a bajar un poco el volumen del equipo mientras él se quitaba su cazadora y la colgaba en el perchero de la entrada.

Si no dejaba de babosearme con cada uno de sus movimientos, creo que iban a tener que hacerme donación de saliva.

Dejé que la música sonara como una melodía de fondo. Ahora sí, nuestras voces se hacían mucho más audibles que antes.

– Por cierto, lindo número. Cantas como los dioses – sonríe.

Un calor me invadió completamente, pero esta vez, se hace notar. Mis mejillas se pusieron rojas y mis manos sudorosas, mi respiración se entrecortaba, otra vez había mordido mi labio inferior. Aunque Logan no podía verme porque estaba de espaldas a él, supuse que notaría mi situación, ya que ni siquiera le había contestado.

Sé que lo que acababa de decir era un cumplido, pero jamás ningún extraño me había visto cantar, aunque ya lo conozca y él a mí no, no creo tener ni un mínimo de confianza, ni siquiera sé por qué esta aquí.

– Lo siento, no quería incomodarte – su dulce voz me tranquiliza un poco.

El nerviosismo comenzó alejarse de mí, aunque ni siquiera puedo voltearme a verlo, ¡siento que mi rostro está que arde!

– Tranquilo, no acostumbro a recibir cumplidos sinceros – o eso creo que fue – fue sincero... ¿no?

Que pregunta tan estúpida Alice, por supuesto que ahora dirá que sí.

– Ehh, claro, ¿por qué iba a mentirte?

Me voltee para mirarlo, lo notaba nervioso... ¿Logan Weister nervioso? Joder, después de tantos años, era la primera vez en toda mi puta vida, que lo veía en ese estado. Siempre de los siempre de siempre... aclaro bien que SIEMPRE, se lo veía relajado y seguro de sí mismo, nada más. Ni siquiera John lo ha visto de otra forma que no sea esa.

Con una mirada fugaz, observé que cada vez se ponía más incómodo y yo no lo ayudaba a tranquilizarse en lo absoluto. Seguía sentado en uno de los sofás, jugaba con sus dedos y de vez en cuando se rascaba la nuca con la mirada fija en el suelo.

Mientras me debatía en hacerle muchas preguntas o invitarlo a quedarse, recordé todas y cada una de las cosas que John me había contado a lo largo de mi vida, que Logan hacía con respecto a mí... en primaria sus compañeros de fútbol se burlaban de mi todo el tiempo, me decían que jamás podría estar con alguien como él; las chicas que estaban enamoradas de Logan me amenazaban para que no me acercase a él ni nada por el estilo, lo que me obligo a solo poder enviarle cartas y observarlo desde las gradas; también las chicas y chicos del equipo de natación no me dejaron inscribirme, porque según ellos, no merecía estar cerca de Logan. Demasiado maltrato ¿no? Sin contar las veces que me han encerrado en los baños o las aulas, me gritaban que Logan no me quería cerca y que no debería contaminar su ambiente con mi presencia.

Un amor para recordar [Escribiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora