Parte 10

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Wólfram se sentía seguro en aquellos brazos que le ofrecían protección y alivio a su delicado y atormentado corazón. No existía otro sitio en el que deseara estar en estos momentos que no fuera la cálida estrechez que le ofrecía el abrazo en que Yuuri le mantenía. Finalmente se sentía amado, completamente querido y; lo mejor de todo, era correspondido. Por muchos meses imaginó este escenario y fantaseo con ello, sin embargo, la realidad era mucho mejor que lo que fue alguna vez su más fantasioso sueño.

No deseaba apartarse, quería permanecer así para siempre y poder aspirar el cálido aroma que Yuuri desprendía como su alfa.

SU ALFA.

Que maravilloso sonaba aquello en su mente. El poder decirlo, expresarlo y sentirlo no se podía comparar con nada, absolutamente nada podría eclipsar la dicha que embargaba su corazón en aquel momento.

-Wólfram- llamó en un cálido susurro el rey de los demonios, el aludido se separo solo unos centímetros para poder observar directamente el rostro de la persona que más amaba –quisiera....bueno verás....- notó cierto tono de nerviosismo en el pelinegro, lo cual le pareció adorable.

El rubio le mostró una sonrisa cariñosa y se atrevió a tocar su mejilla en un delicado roce de sus dedos - ¿Qué sucede?- preguntó en un tono calmado, esperando a que el otro se pudiese expresar con claridad y dejara el nerviosismo que recién le invadía –sabes que puedes decirme lo que sea-

Yuuri lo observó directamente a los ojos, aún con cierta vergüenza en su rostro. Wólfram rio internamente enternecido por su actitud que para nada iba con un alfa y sobre todo, no debía ser propia del rey de los demonios. Además, no entendía la vergüenza actual del pelinegro. Han compartido besos, caricias, fluidos corporales e incluso una declaración ha sido dicha minutos atrás.

"No deja de ser un enclenque" pensó con una amplia sonrisa esperando a que soltara sus siguientes palabras.

-me preguntaba si...podríamos ya sabes...- titubeó de nuevo inseguro, tragó saliva y, con una mirada de determinación enfrentó los ojos del rubio -¡Sal conmigo por favor!- expresó en un tono de voz más alto aumentando el rojo de su rostro.

-¿Salir?- parpadeó confuso sin entender a que se refería -¿Quieres salir del castillo? ¿Quieres que vayamos a algún lugar?-

-¡No! No, no me refiero a eso, aunque no estaría mal tener un poco de tiempo para ambos pero ¡No me refiero a eso!- sujetó de los hombros al otro sin dejar de enfrentar su mirada –me refiero a una pareja, que seamos una pareja....-

-¿Una pareja?- el pelinegro asintió – ¿Cómo una pareja de casados?- ladeó el rostro intentando entender el significado de lo que su alfa mencionaba -¿Quieres reanudar el compromiso? ¿Es eso?-

-¡Sí! Digo ¡No ¡- negó con la cabeza enérgicamente –quiero decir....sí, sí quiero casarme contigo más adelante, podemos reanudar el compromiso si tu quieres pero a lo que me refiero es que seamos novios-

-¿Novios?- el de cabello azabache asintió -¿Una pareja de novios?- parpadeó un par de veces, analizando sus palabras -¿Es eso lo que quieres Yuuri?-

El rey asintió de nuevo con la cabeza –seamos novios Wólfram- se animó a deslizar sus manos por los brazos del rubio hasta llegar a sus manos y tomar ambas uniéndolas con las suyas –llevemos las cosas con calma esta vez; tengamos citas, vuelve a dormir conmigo en esta habitación, acostumbrémonos a estar juntos de una forma romántica y; posteriormente, casémonos cuando sea el momento; cuando ambos lo decidamos y no cuando otros lo digan-

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