Capítulo 6

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Las calles desoladas y sucias, los edificios abandonados y las personas entregadas a vicios como el alcohol y el tabaco, era lo que rodeaba a Baekhyun y a Chanyeol a medida que avanzaban.

Ambos seguían a Banyeog que no había dicho una palabra desde que emprendieron el camino después del perturbador ataque.

Llegaron a una escuela abandonada, con un cartel que rezaba "Prohibido el paso" que al castaño pareció importarle poco, antes que pasara olímpicamente de él y abriera el inmenso portón de hierro oxidado para cederles el paso.

Chanyeol iba apoyado en el hombro del sacerdote a medida que avanzaban a través de los pasillos de la escuela, con Banyeog nuevamente guiando sus pasos al frente.

-¿Qué es este lugar? -preguntó el ángel, viendo incluso a mujeres con niños durmiendo en sus regazos.

-Las personas que han perdido sus hogares vienen aquí -respondió el castaño, girándose solo un poco para hacer frente a su interlocutor -De verdad, ha empeorado mucho desde la última vez que estuve -comentó para sí, repasando el escenario con la mirada.

Siguieron avanzando a paso lento, Baekhyun observando todo a su alrededor. No pudo evitar pensar que la situación en la que esas personas estaban, era la misma en la que ellos se encontraban. Giró disimuladamente la cabeza, observando la sombra del ángel a su lado proyectarse en la sucia superficie de baldosas, mientras la suya casi se borraba por completo.

¿Qué debía hacer? Cuanto más usaba Chanyeol sus poderes, más cerca estaba de caer. Pero si Baekhyun se quedaba a su lado, usaría sus poderes para protegerlo. Pensar en ello lo afligía de sobremanera. Estaba siendo castigado por Dios, y él solamente arrastraba a Chanyeol con él. Él, no podía quedarse con el ángel.

Los deprimentes pensamientos del bajito lo habían llevado a alejarse inconscientemente del alto, hasta incluso separarse de él unos centímetros. Esto no pasó desapercibido para el peliblanco, que se giró al percibir el semblante alicaído del azabache.

-¿Baekhyun? -llamó buscando una explicación.

El bajito dio un respingo al oír que lo llamaba, pero justo cuando iba a excusarse, el chirrido de una puerta abriéndose hizo que ambos volvieran la vista al frente.

-Gyosu, voy a entrar -anunció Banyeog.

El nombre que recién había pronunciado el castaño, llamó la atención de Baekhyun, que terminó de entrar al lugar, con Chanyeol al frente cubriéndolo con su cuerpo, siempre buscando protegerlo de manera inconsciente.

-¿Hm? ¿Banyeog? Cuánto tiempo -un hombre de avanzaba edad respondió al saludo -¿Qué problemas has traído contigo esta vez? -preguntó poniéndose de pie y avanzando hacia ellos, aun sin percatarse de la presencia del ángel y el demonio.

-Sí, lo siento -rió el castaño rascándose la nuca -¿Pueden estos chicos esconderse aquí un rato? -preguntó señalando con su pulgar hacia donde ellos se encontraban.

La atención del hombre mayor pasó de Banyeog a sus invitados, reparando al fin en su presencia -Cielos... -expresó con cierto asombro -Qué huéspedes más inusuales.

Baekhyun no cabía en sí de su asombro -Um, ¿Gyosu seonsaengnim? -se atrevió a llamarlo, dudoso.

-¿Hm? -el mayor frunció el ceño un segundo, antes de cambiar su semblante por uno de total sorpresa -¡Oh! ¡Eres tú, Baekhyun! ¿Qué haces aquí?

-¿Qué haces a- ¡AH! -en tres zancadas, el hombre ya había llegado donde el sacerdote, tirando bruscamente de su brazo para arrastrarlo hasta su pecho y aprisionarlo en un asfixiante abrazo.

Alma inocente [Baekyeol/Chanbaek] {{PAUSADA}}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora