Charlas

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Brinca, brinca, pequeño conejito,

brinca antes de que te atrape.

Corre, corre, pequeño conejito,

corre a esconderte en tu madriguera.

Brinca y corre, corre y escóndete,

pero no importa a donde vayas,

al final la ... te encontrará.

En la habitación del hospital, la pequeña de cabello oscuro y ojos chocolate sostenía un conejo de peluche al momento que hablaba. Un pequeño gato le respondía gracias a otro infante, de ojos azules y cabello rubio. Ambos mantenían una conversación mientras Tsukishima revisaba dos libretas cuyo contenido era letras y dibujos de ambos pequeños.

Revisaba y sonreía ante la historia inventada por ambos infantes: ¿El conejo Bigotitos ama las zanahorias pero es alérgico? El doctor Minino la tiene difícil, más si Bigotitos es un enojón de primera. ¿Qué no puede ser más amable con el doctor minino Minino?

Una vez terminado de revisar sus apuntes, los felicitó a ambos y se despidió.

—¿Vendrá mañana? —preguntó el pequeño que yacía en la cama hospitalaria.

—Pero que cosas dices, Mika —habló la pequeña que estaba sentada en el borde y con el conejo de peluche en mano—. Claro que vendrá mañana, ¿Verdad, Kei-chan? —lo señaló con la pata del peluche. Tsukishima asintió mientras se colocaba su suéter y guardaba sus cosas—. ¿Lo ves?

—Tsukishima-san, ¿Puede traer galletas mañana? —preguntó dudoso—. Yuu-chan vendrá a visitarme y quiero que las pruebe.

—Seguro, ¿Algún sabor en especial?

—¡Oh, oh! ¡Galletas con chocolate blanco! —gritó Hana emocionada—. Pide galletas con chocolate blanco —le susurró a su compañero aunque claramente el mayor la escuchaba.

—Galletas con chocolate blanco.

—De acuerdo —se acercó para recibir un abrazo por parte de la pequeña y revolvió el rubio cabello de su acompañante—. Entonces mañana las traeré.

—¡Yey! Y mañana jugaremos todo el día en el jardín.

—Todo depende de cómo se encuentre, Hana.

—Pero quiero que juguemos los tres en el pasto, Kei-chan. Si te sientes celoso puedes unirte para jugar —Mika asintió levemente.

—No es eso. Mika se sigue recuperándose y dudo que Kuroo-san lo deje salir.

—Entonces... Kei-chan, ¿Puedes hablar con él?

—¿Qué?

—¿Puedes hablar con Kuroo para que lo deje salir?

—E-Es mejor que tú le preguntes, Hana.

—No —negó con la cabeza—. Si lo hago no me escuchará por ser pequeña... además de que está molesto conmigo —susurró con un leve puchero.

—¿Molesto?

—El punto es que debes hablar con él porque yo no puedo.

—Entonces una enfer...

—¡Tampoco! —interrumpió—. Él confía plenamente y no escuchará a nadie más que a ti.

—Eso... eso no es cierto.

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⏰ Última actualización: Apr 05, 2017 ⏰

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