III. Propuesta

3.2K 395 120
                                    

Dejó sin cuidado la mochila en el suelo mientras se acomodaba en su asiento, emitió un ruido de frustración y se recostó sobre el pupitre.

Su idea había fracasado. De nuevo.

Había muchos tutores en la base de datos, chicos del grupo A, del C, incluso del D, curiosamente en su grupo no había ningún tutor, pero eso no era lo importante, lo que no le convencía era que las tutorías eran grupales y eso a él no le ayudaba. Las tutorías estaban planeadas para chicos con problemas de aprendizaje, chicos problemas o chicos en exceso perezosos, pero no para chicos que reprobaron por estar a punto de morir por haber salido volando de la motocicleta, definitivamente, las tutorías planeadas por la escuela no eran lo ideal para él.

-¿Qué sucede, Hinata-kun? -pregunto Nanami que recién llegaba.

-Estoy despidiéndome de mi pupitre -murmuró Hinata sin levantar la cabeza.

-¿Recién va un día y ya tiraste la cobija? -dijo una voz femenina, supo que era Sonia por lo mal que había dicho la famosa frase.

-Eh, creo que se dice toalla -dijo Tsumiki- ¡Eh! ¡Perdón por corregirte! ¡No era mi intención! -lloriqueo la chica.

Sonia soltó una risa nerviosa sin saber que hacer.

-Ah, cállate, cerdo. -dijo una voz que sonaba un tanto infantil. Saionji, supuso Hinata.

Ante el comentario, el llanto de Tsumiki se incremento.

Hinata decidió levantar la cabeza de su pupitre ante todo el alboroto, se sorprendió al darse cuenta de que estaba rodeado.
Junto a él estaba Nanami, Sonia, Tsumiki, Saionji, Souda y Kuzuryu.

-Y bien, ¿por qué estas tan desanimado? -dijo Nanami.

Haciendo un rápido resumen, Hinata les explico la brillante idea que había tenido la noche anterior, y también les conto la aún más brillante desilusión que se llevo al darse cuenta de que ninguno de los chicos que eran tutores lograba cubrir sus necesidades.

-¿Y si contratas un tutor privado? Eso suele ser de ayuda, yo solía estudiar en casa. -dijo Sonia.

-No tengo dinero para eso.

-Y si... ¿Y si le pides a alguien que sea tu tutor?

-Ya les dije que ninguno me es de ayuda.

-No, no, o sea, pedirle a otra persona, a alguien que este entre los mejores, digo, tú eres... ¿el segundo mejor promedio de la academia? ¡Pídeselo al primero! -Exclamó la rubia emocionada.

Todos guardaron silencio, eso parecía una buena idea, pero, ¿realmente alguien que no estaba postulado como tutor accedería a ayudar a un desconocido? Tal vez valía la pena intentarlo.

-¿Y quién es el mejor promedio de la academia? -Cuestionó Souda, diciendo exactamente las mismas palabras que Hinata tenia en mente.

-¿De nuestra generación? Creo que es-fue interrumpida.

-Komaeda Nagito -dijo Kuzuryu- del 2-A, es compañero de Peko.

-¿Crees que acepte ayudarme?

Antes de que Kuzuryu respondiera, la maestra entro al aula y todos tomaron asiento para comenzar las clases.






-¡Hinata! ¿Vienes? Vamos ir a desayunar -Le llamo Souda desde la puerta.

Hinata negó, y le dijo que podían irse sin él, puesto que tenía algo más importante que hacer. Aprovecharía el descanso para ir a buscar a Komaeda.

Mientras avanzaba por los pasillos de la academia pensaba en lo que debería decirle, ¿debería contarle su desgarradora y triste historia y pedir misericordia? ¿debería actuar de forma ruda y obligarle a que lo hiciera? ¿que era lo ideal? Quizá el chico le negaría su ayuda, tal vez era el típico chico nerd egoísta y de mal aspecto, se golpeo mentalmente por pensar en algo tan estereotipado, después de todo él también tenía buenas calificaciones y no entraba en esa categoría, o al menos eso creía él.

-Hinata.

Se detuvo de golpe al escuchar su nombre. Al levantar la vista, se dio cuenta de quien le había llamado era Peko, quién acababa de salir de su aula, y fue cuando se dio cuenta de que si todos estaban saliendo a descansar era muy probable de que el tal Komaeda no estuviera en el lugar, se volvió a golpear mentalmente por haber sido tan idiota.

-¿Le ha sucedido algo a Kuzuryu?

-¿Eh? ¡No, no! Él esta bien -se apresuro a responder- Seguramente debe estar esperándote para que desayunen juntos.

-Gracias -murmuró la chica dispuesta a dar por finalizada la conversación.

-Espera, creo que puedes ayudarme con algo -dijo, ocasionando que la chica de cabello grisáceo ladeara la cabeza en señal de confusión- ¿Sabes donde puedo encontrar a Komaeda Nagito?

-¿Se conocen? -cuestionó la chica, Hinata negó- Ya veo, está dentro, su asiento es el último del lado opuesto de la puerta, junto a la ventana. ¿Es todo?

Hinata asintió y sonrió, Peko hizo lo mismo, antes de retirarse y murmurar un "me alegra que estés mejor de salud".


Hinata inhalo y exhalo con fuerza antes de entrar al aula. El lugar se encontraba más lleno de lo que hubiera imaginado por ser un horario de descanso, e inmediatamente, todos los ojos se dirigieron a él.

-Eh... perdón por la intromisión. -dijo sin saber que más decir.

Una chica de corto cabello rojo se levanto y dirigió hacia él con una gran sonrisa.

-¡Hola! Mi nombre es Koizumi Mahiru, soy la delegada de esta clase, ¿se te ofrece algo?

-Komaeda -soltó, aclarándose la garganta- digo, necesito hablar con Komaeda.

La chica frunció el ceño como si estuviera confundida, pero inmediatamente volvió a sonreír.

-Ya veo, entonces esta bien, esta por ahí -dijo señalando el lugar que Peko había mencionado con anterioridad.

-Gracias, Koizumi-san -dijo con una gran sonrisa, aunque no había sido por amabilidad, sino para ocultar su nerviosismo, sin esperar respuesta de la pelirroja, comenzó a avanzar hacia el asiento.

A medida que se acercaba, Hinata pudo verle mejor y su nerviosismo se disipo, no parecía una mala persona, al contrario, parecía una persona en exceso amable, dedujo esto gracias a la cara de tranquilidad que poseía y a la delicadeza con la que pasaba las hojas del libro que sostenía. Se golpeó mentalmente por tercera vez en el día, no debía juzgar un libro por su portada.

-¿Komaeda Nagito? ¿Tú eres Komaeda Nagito? -dijo al estar de pie junto a él, sabia que la respuesta era sí, después de todo ya se lo habían dicho dos veces, pero creyó que era una buena forma de comenzar su petición.

Él chico de cabellos blancos le miro claramente extrañado de tenerlo junto a él.

-Sí, ¿puedo ayudarte?

Hinata fue sorprendido por la voz del chico, puesto que sonaba muy calmada, quizá hasta algo dulce, era obvio que ese chico no podía ser una mala persona, ¿verdad?

-Yo... -comenzó, sin saber que más decir- Mi nombre es Hinata Hajime de la clase 2-B, y me preguntaba si-más no pudo terminar, puesto que fue interrumpido por el chico al que le estaba hablando.

-No te daré el dinero de mi almuerzo.

-¿Eh? -soltó, sin comprender ni una sola palabras de las que había emitido el peliblanco.

El chico le miro seriamente, antes de comenzar a reír.

-Perdón, perdón, solo estaba bromeando, es que te veías muy tenso -dijo con una gran sonrisa- ¿ves? Ya estas mejor.

Y si lo estaba, más no sabia la razón con certeza, pero estaba seguro de que no fue por esa broma de mal gusto.

-Como decía, Komaeda -dijo, ignorando el anterior comentario- Mi nombre es Hinata, y me gustaría que me ayudaras a estudiar las cosas vistas en la unidad pasada -continuo hablando antes de que él otro chico pudiera emitir alguna palabra- no creas que será difícil, aprendo muy rápido, solo que... por problemas no pude acudir a la academia y me perdí todas las clases... ¿que dices?

El chico en el pupitre le miraba extrañado, y se dio cuenta de que no era solo él, si no todos los alumnos que se encontraban en el lugar, ¿tan raro era lo que estaba haciendo? Tampoco era como si le estuviese pidiendo que le donara un riñón o que se casara con él.

La campana que indicaba el fin del descanso sonó, Hajime soltó un gruñido porque aún no había obtenido respuesta de Komaeda.

-Por favor, piensa lo que te he propuesto.

Y sin más, salió corriendo del aula, a Yukizome sensei no le gustaban los retardos.

Bue. Aún esto va sin un rumbo fijo(?)



Cabhrú ||KomahinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora