Capitulo 10

28 2 0
                                    

-hace dos meses terminé con Adrián. Yo ya te lo había mencionado. ¿Te acuerdas cuando estábamos en el jockey y vimos la florería y yo me puse un poco mal?—le pregunte a Liam—fue por él. Ahora te voy a contar lo que paso.

En unos segundos ya estaba recordando mi pasado, al cual había tratado de ignorar y olvidar por dos meses, y ahora estaba recordando todo, abriendo asi la herida que trate de cerrar.

***RECUERDOS***

Conocí a Adrián hace 4 años, por una amiga. Se convirtió en mi profesor de alemán y piano. El me llevaba 4 años, yo estaba en segundo de secundaria y el en primer año de universidad. Nos llevábamos muy bien, me encantaban mis clases. En ese entonces yo tenia otro enamorado, se llamaba Mateo. El me llevaba 2 años y era mi primer enamorado yo lo quería mucho pero solo tenia 13 años y no sabia mucho del amor. Faltaba una semana para cumplir 3 meses con Mateo y yo estaba muy animada por eso. Una tarde estábamos paseando animadamente por el parque y le dije que iría a comprar algo de tomar. El me dio la plata y fui a comprar un agua. Cuando regrese lo vi besándose con otra tipa y estaban muy bien abrazados y me dolió mucho ver como se besaba con otra faltando tan poco tiempo para cumplir 3 meses. Salí corriendo del parque pero me doblé el pie y me golpe la cabeza, estaba un poco mareada y como por arte de magia apareció Adrián, me cargó y me subió a su carro. Yo todavía estaba un poco aturdida por el golpe, pero si estaba lo suficientemente consiente para darme cuenta a donde nos dirigíamos. Cuando entramos a su casa, yo estaba medio desmayada y medio despierta. Me recostó en un sillón y fue a buscar cremas o vendas para bajar la hinchazón de mi tobillo y mi frente. Regreso con hielo, crema y vendas. Comenzó con el tobillo, cuando terminó se acercó mas a mi para curar la herida de la cabeza, estábamos tan juntos que lo podía tocar si quisiera. Nuestras miradas se entrelazaron, nos acercamos más y más y nos besamos. Termine con Mateo al día siguiente, y no me importo mucho pero yo tenia miedo de que se volvieran a burlar de mi, Mateo lo hizo y cualquiera lo podría volver a hacer. Adrián sabía que se habían burlado de mi antes y yo era un poco desconfiada por eso, yo le entregue mí confianza a Mateo y no le importo, pero Adrián me prometió que él nunca me haría eso y luego de una semana de terminar con Mateo nosotros empezamos a salir un 17 de octubre. Nunca me había sentido tan viva, él era mi mundo, mi todo. Nunca pensé que alguien podría amar a alguien como yo lo amaba a él. Me decían que cuando el me miraba, sus ojos se iluminaban y con una sola mirada podía expresar todo lo que sentía por mi. Yo realmente estaba enamorada, no existía nadie mas en mi mundo que no fuera él—reí tristemente al recordar todo eso—ya habían pasado 2 años y el ya tenia 19 años, claramente esta que tenia hormonas y bueno no lo culpo de eso, todos los seres humanos tenemos hormonas—dijiste ya un poco triste, llegaba la parte fea—él nunca me habría obligado a hacer algo que no quisiera, y nuca lo hizo. Yo sabía que él quería…hacerlo pero nunca me lo pediría el sabia que me incomodaba hablar de eso, y a el también. Un día antes de cumplir 3 años el me dio una sorpresa en su casa y le dije que estaba lista. Casi pasa, pero llegaron sus papas y tuve que salir por la ventana. Me dijo para vernos todo el día y que si no podía me iría a buscar al colegio para saludarme. Antes de salir por la ventana me dijo “te amo mi amor, espero que mañana podamos pasar el día juntos y disfrutar estos maravillosos 3 años. Te amo y no lo olvides”—dije llorando al recordar esas palabras, esas falsas palabras—Me desperté temprano para ir a su casa, llevando mis cosas de colegio para que mi mama no sospechara de que no iría. Subí por la ventana, pero en el instante en el que vi el interior del cuarto, desee nunca haberlo visto. Adrián estaba desnudo, solo lo cubría una sabana, lo cual pensaras que es normal, pero no estaba solo, estaba con una chica desnuda a su costado. Se me partió el corazón en mil pedazos nunca me había sentido tan mal. De haber visto esta escena otro día, me hubiera dolido mucho, pero no tanto como me dolía en ese momento, el día en el que cumplíamos 3 años—dije llorando—3 años de mi vida que dedique para el y a él le había importado un pepino todo lo que pude llegar a amarlo. Me senté en el borde de la ventana y hacia todo lo posible por no llorar tan alto, no iba a permitir que me viera ahí llorando, no quería que me viera así, no le daría el gusto. Saque la cámara que siempre tenia en mi mochila. La prendí y les tomé una foto. Luego de bajar de la ventana, me dirigí a la casa de Santiago. Me había secado las lágrimas y cuando me pregunto porque estaba tan decaída, le dije que estaba resfriada. Le pedí por favor si podía imprimir un “trabajo” porque me había olvidado. Sus papas estaban de viaje, así que no hubo ningún problema. Imprimí la imagen dos veces, una la use para el regalo que ya tenia hecho para Adrián. Era un portarretrato hecho por mí y con una foto en la que nos besábamos, la foto nos la había tomado Santi en el cine cuando Adrián y yo cumplimos 2 años y un día como hoy, puse la foto que acaba de imprimir encima y volví a envolver el regalo. Santiago me miraba extrañado, pero le dije que le explicaría luego de que terminara el colegio. Mi voz era tan deprimente que supo que no era nada bueno y al parecer decidió no preguntarme nada en ese momento.

Amor a primera vistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora