Capitulo 11

31 2 0
                                    

Y me tire en los brazos de mi padre y el los abrió para acogerme en ellos

-papa!—grite de emoción. Estaba colgada en sus brazos como una niña de 5 años y mi papa me abrazaba fuertemente para que no me cayera—te extrañe tanto—dije con lagrimas de emoción en los ojos. Hace meses que no lo veía, había estado trabajando y administrando las empresas en Inglaterra desde febrero.10 meses sin verlo, si que lo extrañaba—pensé que llegabas para navidad, ni se me ocurrió que llegarías hoy! Todavía faltan 7 días para navidad—dije derramando algunas lagrimas de emoción

Mi papa deshizo el abrazo y me dejo en el suelo, luego me examino con atención y dijo

-cuanto ha crecido mi pequeña—dijo dándome un vuelta—pero hija, te quedaste bajita—dijo riendo al ver mi expresión. Escuche otras risas en la sala y fui consiente de que no estabamos solos.

Liam y Santiago veían la escena, muy divertidos y trataban de contener la risa por el comentario de mi papa, claro pues, si ellos me llevan una cabeza!, Me puse colorada y en ese momento todos empezaron a reírse.

Liam y Santiago se acercaron a mi papa y lo ayudaron con las maletas, las cuales por su expresión, debieron ser muy pesadas.

Mi mama fue a la cocina por otro plato y los lugares en la mesa cambiaron. Mi papa se sentó en el cabeza de la mesa y mi mama a su lado derecho. Santiago estaba sentado al lado izquierdo de mi papa y yo estabas al costado de Santiago e igualmente al lado de Liam. Estaba entre los dos, lo cual era un poco raro e incomodo para mí.

Mi mama comenzó a servir la cena y se produjo un silencio incómodo. Quería que alguien lo rompiera, y lo hubiera hecho yo de haber tenido un tema de conversación, pero no tenia uno.

Estaba por comenzar a comer cuando mi papa comentó algo.

-Santiago, cuéntame. ¿Cómo están tus padres?

-muy bien. Están en USA con mi hermana. Le están haciendo unos análisis—dijo esperanzado.

La hermana de Santiago tenia un problema en las piernas. Hace 3 años, cuando Andrea tenía 2 años, había salido a pasear con Santiago al parque. Estaban jugando con la pelota y Santiago se había distraído abriendo la botella de agua para Andrea. La pelota se escapo de las manos de la pequeña y ella salió corriendo detrás de la pelota. Santiago se dio cuenta de que se dirigía a la pista y en ese momento pasaba un carro. Él había corrido lo más rápido que pudo, pero era tarde. El carro había frenado fuertemente para no arrollarla pero Andrea había salido volando por los aires y se había golpeado la columna. Santiago fue corriendo hacia ella llorando y la había llevado inmediatamente a un hospital. La atendieron y luego de unas horas les dijeron a los padres de Santiago que su hija no volvería caminar. Santiago tenía en ese entonces 16 años, y se había sentido tan mal, que no podía ver a sus padres ni a su propia hermana a los ojos. Había llorado demasiado porque se sentía culpable por lo ocurrido y yo no sabias que hacer para animarlo, solo tenía 14 años y no sabia que hacer. Cuando le volvieron a hacer una prueba a Andrea y le dijeron que veían una oportunidad para que ella volviera a caminar, la sonrisa y el ánimo de Santiago que había perdido en esos últimos años, habían regresado junto con la esperanza.

-que bueno hijo, vas a ver que todo va a estar bien—dijo dándole unas palmaditas en el hombro—y como estas tu, mmm…

-Liam—dije rápidamente

-gracias hija. Como estas tú, Liam—dijo mi papa amistosamente

-muy bien señor—dijo educadamente

Amor a primera vistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora