Ellipsis «hunhan»

¿Un desconocido más...?

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Esta noche ha comenzado a llover y tiene pinta de que no va a parar hasta mañana. Hace mucho frío y el viento sopla tan fuerte que lo puedo escuchar silbar y golpear contra los cristales de mi apartamento, donde me resguardo desde hace días sin siquiera mover las cortinas.

No le he dicho absolutamente nada a Junmyeon sobre el incidente con su esposa y ella, por supuesto, tampoco se lo ha mencionado.

Tengo muy en claro que debo terminar con él ya mismo, pero todavía no sé cómo. En este tipo de relaciones, quien recibe el dinero pocas veces es quien acaba las cosas, para evitar conflictos. Es mucho más fácil de esa manera, y yo realmente no quiero tener problemas con alguien como él. Una esposa furiosa es mil veces preferible a un poderoso ex amante despechado.

Decido que lo mejor, mientras se me ocurre una manera de terminar con él o de que termine conmigo, es evitarlo por unos días. Esperar a que calmen las aguas. Así que he cancelado nuestras citas diciendo que estoy enfermo, lo cual no es una completa mentira. Aún no estoy enfermo, pero desde hace algunos días que no deja de dolerme la cabeza y mi apetito está muerto. Creo que voy a ponerme malo, puede que sea un resfrío.

Después de pasar demasiado tiempo acurrucado en el sofá, fingiendo interesarme por la película que he puesto a reproducir, decido que mejor me voy a dormir. Puede que si llevo una rutina de sueño más decente que mi usual costumbre de dormirme por la madrugada, deje de sentirme como una mierda.

Me pongo de pie, todavía envuelto en la manta como si fuese un burrito gigante, y me dirijo hacia mi habitación sin apagar ninguna luz en el resto del apartamento. Es tan grande que a veces me da un poco de miedo por las noches, sobretodo en noches de tormenta como estas.

Es tan grande que, de hecho, hay lugares que ni siquiera uso. Como la sala de entretenimiento, la otra habitación o el segundo baño. La mayoría de los rincones están tal cual los encontré al mudarme, no he movido nada de lugar en ningún lado aparte de los sectores que uso. A fin de cuentas, este un apartamento pensado para una familia, no para una única persona. Debería haber elegido uno más pequeño; mas siempre he sido avaricioso, tengo la costumbre de tomar más de lo que verdaderamente necesito. De niño solía hacerlo con la comida, ahora lo hago a la hora de elegir parejas.

Me meto bajo el edredón y me acurruco en una bola, temblando. He arruinado la calefacción esta mañana, y ahora me muero de frío, porque soy idiota y olvidé llamar a mantenimiento para que vinieran a echarle un vistazo. Y ahora no tengo idea de cómo diablos voy a conseguir dormirme, porque cuando tengo los pies fríos no soy capaz de pegar ojo.

Si yo fuera como Yixing, me las habría ingeniado para reparar la jodida calefacción por mi cuenta hace rato. Mi hermano menor solía tener una facilidad increíble para arreglar artefactos, incluso esos que no conocía. Yo, por el contrario, no sé ni cómo poner un clavo ni jamás me ha interesado aprender a hacer nada de eso. No había necesidad, pues ya estaba Yixing para encargarse de lo que necesitara arreglo.

Hago una mueca de dolor y miro el interior de mi muñeca, donde me he rascado más fuerte de lo debido y ahora la piel está sensible y enrojecida. Froto la zona para mitigar el ardor y me acuesto sobre mi costado, con un brazo debajo de la cabeza para observar por la única ventana que he dejado descubierta.