Capítulo 1.

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Colocó las palomitas sobre la mesa junto a las cervezas, a pesar de saber que él sería el único que comería de las palomitas mientras su novio sólo bebería de las cervezas hasta que el partido de fútbol terminase y de esa manera podría tener su atención, y a pesar de que no le gustaba el fútbol estaba dispuesto a soportarlo, porque ya para él era mucho que su pareja viera el fútbol con él en lugar de verlo junto a sus amigos, y tal vez era algo a lo que su pareja decidió acceder ya que él siempre le estaba pidiendo algo de tiempo porque no le gustaba ser ignorado, y estaba seguro que a nadie le gustaba que su pareja tuviera más pasión por estar rodeado de sus amigos y tener frente una pantalla.

—¿Qué sucedió? —preguntó al ver y escuchar a su novio insultar al árbitro sin embargo no fue tomando en cuenta —Min Ho... —susurró pidiendo su atención.

—Una falta mal cobrado.

Asintió sabiendo que eso había sido un gran esfuerzo por parte de Min Ho que dejó de ver la pantalla para mirarlo a él, porque sabía cuánto le gustaba a su pareja el fútbol como para que éste fuera más importante que tener una cena en la casa de sus padres, en donde también pudieron haber visto el fútbol pero que él tuvo que decirles que no podían ese día ya que tanto él como su novio tenían cosas qué hacer, cuando no era de esa manera y sus padres parecían haber entendido a la perfección y no sólo por quererlo a él como su hijo ahí, sino que también querían a Min Ho, el chico con el que él planeaba toda sus vida a pesar de que no era tan fácil ser pareja cuando el fútbol era más importante que él, sin embargo lo quería tanto como para soportar ese deporte que al que no le encontraba ninguna gracia, porque ver a los jugadores correr detrás de una pelota le era bastante aburrido, incluso cuando jugaba la selección Nacional.

Comió y bebió en silencio viendo a su pareja emocionarse y decir uno que otro insulto tanto para el árbitro como para los jugadores del equipo contrario al que él seguía, olvidándose por completo que lo tenía a su lado y a pesar de que no le gustaba ser ignorado fue paciente, tanto como para terminarse las palomitas y no levantarse a preparar más cuando deseaba hacerlo, viendo los últimos diez minutos en silencio y sólo por no sentirse ignorado por completo se acercó a Min Ho pasando los brazos por su cintura, y colocando su cabeza sobre su pecho, sonriéndole a su pareja cuando éste lo vio sólo unos pocos segundos antes de regresar la atención a la televisión, sin embargo sintió como un brazo era colocado alrededor de su cintura.

Sin embargo la cercanía se terminó cuando Min Ho se levantó a último momento festejando la victoria de su equipo mientras él lo veía desde el sofá en donde había sido dejado sonriendo, le gustaba ver a su pareja feliz, y a pesar de que no le gustaba el fútbol se levantó celebrando con gritos y abrazos que sabía eran sólo por la felicidad de la victoria del equipo más que porque su pareja quisiera abrazarlo a él.

—¿Y ésta victoria quiere decir? —inquirió todavía sonriendo mientras empezaba a recoger las cosas para limpiar la sala de estar.

—¡Pasamos a los cuartos de final!

Su sonrisa se amplió a pesar de entender muy bien, había escuchado hablar de los cuartos de final, los octavos de final y ni siquiera sabía cuál era que iba antes que el otro, sin embargo sabía que era importante eso porque Min Ho se veía feliz y era lo que le importaba, así como estar casi todo el día junto a su novio y esperar que esos casi dos años de ser novios cambiara porque su novio le pediría matrimonio, era algo que había empezado a esperar después de que cumplieran un año y seis meses, y a pesar de que no hubieran hablado del tema creía que Min Ho en algún momento iba a proponerle matrimonio porque él tenía bastante claro que su pareja era lo más importante en su vida, incluso que sus estudios, porque por mucho que sus amigos le dijeran que estaba mal era como él lo veía.

Mío.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora