Capítulo 10.

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Despertó y lo primero que sintió fue el cuerpo pegado completamente a su espalda y los brazos que lo estaban rodeando, y no necesitó pensarlo demasiado para saber de quién se trataba porque la noche anterior no había bebido tanto como para no recordar con quien había salido del club, porque la euforia que había sentido no era por haber bebido sino porque de verdad encontró en un momento de la noche la suficiente diversión y tal vez porque decidió olvidarse por esa noche de su prometido, hacer como que no le importaba en lo más mínimo, porque quería dejarlo de amar, había sido el cierre de aquel ciclo en donde Min Ho era su mundo, o eso estaba intentando porque tampoco era como que decía que ya no quería amarlo más y lo iba a hacer, pero creía que podía superarlo porque era eso o permitir que su todavía prometido lo siguiera engañando, y no estaba dispuesto a eso, ya no, ya no quería volver a perdonarlo para que volviese a suceder.

Apartó con cuidado las manos de su pareja para poder levantarse de la cama con cuidado de no despertarlo, no quería seguir ahí, porque en ese momento se decía que si lo hacía volvería a ceder y era lo que no quería hacerlo, pero todavía no se sentía lo suficiente fuerte como para poder rechazar la cercanía de Min Ho, porque cuando su pareja quería no era tan apático a la cercanía, lo había visto muy pocas veces y más cuando estaban solos, y se convencía que fue eso lo que le hizo pensar que Min Ho lo amaba, porque en ese momento lo dudaba, creía que tal vez lo quería o sólo se acostumbró a tenerlo a su alrededor, pero ya no creía ciegamente que era amado.

Se levantó suavemente de la cama buscando con su mirada su ropa del día anterior al verse que vestía un pijama de aquellos que tenía en el apartamento de Min Ho, sorprendiéndole un poco que no se hubiera despertado cuando su pareja le cambió la ropa, ni cuando lo llevó al apartamento, y tal vez era por todos esos días que tuvo de insomnio porque no era tan fácil pensar que dejaría a su pareja y hacerlo, le tomó algunos noches de insomnio y de estar distraído en clases, pero había tomado su decisión.

Cuando no encontró su ropa decidió que lo mejor era buscar algo de su ropa dentro del armario y luego irse, porque no quería quedarse, definitivamente esa no era una opción en ese día, pero no alcanzó a dar más de ara quiun paso cuando su mano fue sujeta y él se volvió hacia su pareja para verlo con los ojos todavía cerrados pero con el ceño un poco fruncido, antes de que abriera los ojos.

—¿A dónde vas?

—A mi apartamento, supongo.

Taemin se encogió de hombros para quitarle importancia a lo que acababa de decir, porque quería irse de ahí, por su propio bien creía que lo mejor era mantener una distancia con su prometido, para que cuando todo aquello terminase no le doliera tanto la separación, aunque si lo amaba igual iba a doler, ahora o después, pero quería superarlo, dejar a Min Ho y pensar un poco más en él, no volver a caer por alguien de la forma que lo había hecho con Min Ho, porque no quería que alguien lo volviera a engañar y él ser el tonto de la relación, no más.

—¿No crees que tienes algo qué decirme? —Min Ho se sentó en la cama y ahora mirándolo directamente sin que su ceño se suavizara.

—No.

—¿Te parece muy bonito lo que hiciste anoche?

Ahora fue Taemin quien frunció el ceño porque no estaba seguro de lo que Min Ho estaba hablando, porque recordaba bien lo que había hecho la noche anterior, ya que había salido con sus amigos a Night y había estado bailando y bebiendo con ellos, divirtiéndose de una manera de la que no solía ser muy partícipe incluso si iba al club con su pareja, pero la noche anterior decidió no pensar en nada y sólo disfrutar hasta que llegó Min Ho, él no había estado haciendo nada malo, sólo bailando con Ki Bum y un desconocido, porque Taemin recordaba ese detalle, pero no era como si nunca hubiera sucedido, sólo que en ésta ocasión no decidió apartar al desconocido cuando sintió que invadía su espacio porque tenía que respetar a su pareja y para él la cercanía ya solía estar sobrepasando lo que creía bien.

Mío.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora