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El reloj ya marcaba la hora para que fuera a clases y aunque las intenciones de asistir a la universidad se reducían a la oportunidad de poder ver a su novio, igual decide que asistirá, pese a que sabe que no pondrá ni un ápice de atención a la clase. Abre la puerta de su casa y no puede evitar sonreír al verle ahí, sentado en la vereda de su casa, volteándose a mirarle con una enorme sonrisa en su rostro. Era de esas sonrisas que le noqueaban y le hacían flotar. Y aún era tan temprano para pensar en despegar de la tierra e irse a volar.
Se sentía un tonto adolescente enamorado por primera vez, y no era así, por nada, pero era la primera vez que sentía esas emociones tan salvajes. Si alguien escucharía sus pensamientos diría que tenía quince años, pero en realidad le faltaba dos años para terminar la universidad.
Y olvida como se suponía que debía ser para alguien de su edad, porque casi chilla al sólo saber que fue a recogerle para ir juntos a la universidad.
Cuando él se pone de pie y le dice hola, no está seguro de si lanzarse a besarle, o responder con un simple hola. Pero él se acerca primero y le da un beso sonoro en los labios.
—Buenos días.
Un beso más y siente que nada podrá arruinar su felicidad, ni siquiera cometer algún error, y ser muy torpe, porque estaba seguro de que sí los cometería y además estaba tan ansioso que estaba seguro de que sería más torpe que de lo normal.
—No creí que vendrías —roza su mano con la de él que le sonríe divertido—. Vives cerca de la universidad.
—Pero quise venir.
Minho sonríe de costado, acercándose a darle un beso en la mejilla mientras sujetaba con fuerza y seguridad la mano tímida de su novio que titubeaba y parecía no tener experiencia alguna en noviazgos, pese a que le había contado antes que sí.
—La verdad es que quería verte —Minho es sincero, demasiado, pero le gusta cómo van las cosas, eso de sincerarse y sentir ese remolino de emociones en el estómago al ver a Taemin reír avergonzado. No había dormido y en cada pensamiento repetitivo estaban esos besos y esa declaración de amor que hizo, ese nerviosismo cuando él le dijo que sí, al fin.
Por eso estaba ahí, porque no hizo otra cosa que pensar en él y creía mejor estar con él antes que enloquecer sólo pensando.
Taemin vuelve a sentir que nada podía ser mejor que recorrer ese camino hacia la parada de autobuses junto a su novio, con el que soñó toda la noche, al que quiso tomar de la mano justo de esa forma.
Se sentía un maldito cursi, pero eso era lo mejor.
—Yo también.
Y se detiene, como tanto imaginó hacer en esa noche de insomnio provocada por su amor; se acerca y le roba un beso, porque aún se siente un ladrón, aunque no sabe por qué.
Aún no lo sentía real, a decir verdad.
Un año entero de amistad y ahora empezaba un nuevo ciclo para ambos, y estaba que saltaba de puntitas.
—¡Ah! ¡Qué pareja tan hermosa!
Se separan al reconocer esa voz. Era Kim Kibum, el mejor amigo de Minho, y también era su vecino, vivía a una cuadra de la parada de buses.
—No molestes —Minho emprende el camino, nuevamente, aún tomados de la mano. Taemin le sigue el paso, automáticamente.
—¡Viniste a recogerlo y cuando yo te pedía que vinieras ayudarme con las maquetas te daba exactamente lo mismo! —ese reclamo lo hace golpeando el hombro de su amigo, y Minho sólo reía divertido.
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Así es el Amor - Temporada I: Ilusiones
Fiksi Penggemar~*~Caminos acertados, caminos errados y accidentados, así es el camino de amor~*~