LuHan masajeo el cabello de YiXing mientras le contaba las nuevas aventuras de JongIn, su novio. El azabache lo escuchaba entre risas y una que otra opinión, LuHan solía emocionarse mucho y después hablar consigo mismo.
—luego me enoje porque olvido bajar la tapa del retrete pero me recordó que los dos somos hombre y se me paso. — comento recibiendo una risa muy escandalosa por parte de Lay.
—es la segunda vez que te enojas por eso, LuLu. —comento el menor jugando con la mano libre del cobrizo.
—no es mi culpa, a veces llega tan cansado del hospital que se duerme en todos lados. — puchereo el chino mayor. —hablando de dormilones, ¿Y el pedazo de edificio? — pregunto mirando a varios lados.
—quiso salir a caminar un rato y como ibas a venir, nos dio tiempo a solas.
—hmmm, ¿y no ha recordado algo más?
El azabache negó. —no más allá de lo que les conté. Pero mantengo la esperanza de que cada vez que llega de sus caminatas, me abrase y diga que me ama.
LuHan grito apretando los puños. — ¡eso suena tan romántico! ¡Le hare eso a JongIn cuando llegue del trabajo!
Ambos siguieron hablando un rato más hasta que el sonido de la puerta siendo abierta los hizo saltar de su lugar. LuHan empezó a codear a YiXing, bastante emocionado y eufórico. El chico del hoyuelo se levantó listo para recibir a YiFan cuando la voz de su dragón se mezcló con otra.
— ¿enserio paso eso? — pregunto YiFan entrando con algunas bolsas de compras.
— ¡si! WonHo se tropezó con mis zapatos y termino cayendo sobre la ensalada que ya había tirado. — la risa alegre de aquel rubio blanquecino, le saco una risa sincera a YiFan.
— ¡oh! ¡Lay, encontré al chico de cabello blanco! — exclamo YiFan con una sonrisa que YiXing, tiene mucho sin ver. — ¿lo recuerdas? Es el chico de los helados. Se llama MinHyuk.
YiXing quiso sonreír de verdad pero el dolor en su pecho, del que LuHan era único testigo, no lo dejo.
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Everglow *[KrAy]
FanfictionUn abrazo desde el fondo de su corazón, besos desde el fondo de su alma, muchos "Te Amo" desde el infinito de su ser y la calidez de su amor, lograron devolverle un poco de su resplandor, poco a poquito. En una fracción de segundo, la vida de ambos...