7

10 6 0
                                    

Consejo cuatro: Aléjate de las hermosas colas, envenenan, Brogan.

-¡Brogan! Sube al mástil ¡Ahora! - me grita el caballero y yo asiento, luego me quedo parada y lo volteo a ver molesta. -¡No te estoy preguntando!
Sí, díganme idiota, lo que sea. Este hombre acaba de golpearme duro en la cabeza con su codo y me despertó con agua helada. ¿Aún así quiere que le haga caso?
Puede ser cierto que el barco esté hundiéndose y todo pero yo veo una salida yendo a babor, no subiéndome al mástil. El mástil va a romperse debido a la presión o lo que sea. Ni yo lo entiendo pero debes creerle a una chica que lleva sobreviviendo 18 años en un pueblo lleno de matones.
-¿¡Brogan!? ¡Ahora!
Niego con la cabeza y corro hacia dónde está él, viendo el horrible mar. Odio el mar. Es tan grande y espeso y quiere comerme. Debajo de las olas que están creándose para empujar el barco hay enormes colas brillantes de color negro.
Bien, sí. Mi abuela me decía que las sirenas eran hermosas, con colas de color rosa y hermosa piel dorada. Pero noooo. Sus colas son brillantes pero negras como la noche y sus pieles son plateadas. Mis cuentos eran más hermosos, seguro.
Y seguro debo tener un enorme dolor de cabeza ya que no puede ser verdad.
Hasta que el caballero me golpea mientras aleja la enorme cola de una sirena entiendo que no estoy soñando. No dolería tanto. Luego se gira, escoba en mano y me ve furioso, sus ojos grises chisporroteando como tormentas.
-¡Maldición! ¡Eres peor que una espina en el cul...!
Ambos dirigimos la mirada a una hermosa chica con piel dorada que está parada cerca del timón. Es Tane. Su vestido está hecho un desastre... el caballero se agarra el cuello y sus mejillas se ponen rojas al verla, como si no pudiera respirar. Tane está empapada y se ve como si acabara de correr quinientas leguas.
-¡El barco se está hundiendo! - grita.
Yo corro hacia ella y la alejo del borde del barco. Las sirenas atacan los bordes.
-Brogan...- dice el caballero pidiendo mi opinión. Lo volteo a ver furiosa. -Le dije que se quedara abajo...
Tane se encoge en el suelo y se tapa sus piernas desnudas con sus brazos. El caballero sigue el movimiento y yo le arrebato la escoba y luego lo empujo.
-Estaba frío y no podía... respirar normalmente. - dice Tane. -¡Había agua por todos lados!
El caballero se queda ahí parado y yo le doy un empujón con la escoba. -¡El barco se está hundiendo! - grito tal y como lo hizo Tane. -Ayuda al capitán.
Le devuelvo la escoba y él maravillosamente se aleja de nosotras, yo ayudo a Tane a ponerse de pie y la llevo cerca del comedor. Le pongo un mantel envuelto alrededor de sus caderas y luego le ordeno quedarse ahí.
Cuando salgo veo a un montón de vikingos golpear con fuerza a las sirenas negras y gritar. Ahí está el caballero con su escoba y el soldado con una espada. Algo no anda del todo bien aquí. Algo no se siente bien. Huele a...
Fuego.
-¡FUEGO! - grito y yo misma me quedo embobada por lo que he dicho.
Lo único qué hay es agua. Y sirenas furiosas. Corro hacia dónde sé que está el capitán para avisarle del fuego, aunque sé que no hay nada. Justo cuando voy subiendo las gradas lo veo acostado en el suelo pálido como la piel de una sirena y gimiendo.
Me acerco hacia él y por el ruido sé que el caballero nunca me escucharía aunque gritara con todas mis fuerzas. Es inútil. Él está volviéndose azul. Literalmente. Sus venas comienzan a inflamarse debajo de su piel y volverse azules para luego explotar y ponerse negro. Grito con horror y asco y de alguna forma, segundos después, todo es brillante, como el sol, dejándome cegada y con ardor en los ojos. Como si hubiese visto algo demasiado hermoso. Demasiado... doloroso. Y luego muero.

--------

Mi cabeza rebota en algo suavecito pero a pesar de ser suave, duele como el infierno. Mi cuello cayó rápido.
-¿Qué le pasa a esta chica y sus ganas de morir? - gruñe una voz conocida.
Él deja mi cuerpo sobre algo suavecito y caliente, la primera cosa cómoda que mi cuerpo toca en días y yo abro mis ojos para inspeccionar dónde estoy acostada. El caballero se gira y me mira con ojos achinados. Gruño y cierro mis ojos de nuevo.
-¡Si ya estás despierta ayúdame! - me sisea.
No me muevo. Entonces escucho una música demasiado hermosa para mis oídos y abro los ojos. Veo al caballero y luego a Tane cerca del cuerpo azul del capitán.
-¿Qué pasó? - pregunto. Necesito explicaciones.
¿Qué pasó? ¿Llegamos al reino de las sirenas? ¿Conseguimos lo que el rey quería? ¿Dónde estamos? ¿Qué le pasó al capitán? ¿Qué era esa luz dolorosa? ¿Tenemos lo que queremos? ¿Y el barco?
-Ayúdame y te lo explicaré. Aunque seguro no sé más que tú.
Ayudo por media hora a conseguir entre el mar los suministros. Encontramos alguna comida, alguna ropa y también encontramos un hermoso vestido verde. El caballero no me deja tenerlo y lo deja ir entre el tranquilo mar.
Estamos en una playa. Pero hay algo mal aquí. No se siente normal. No es como si me andara mucho por las playas pero igual. Créanme. La única parte del barco que sobrevivió fue babor. Y era justo donde debíamos estar. Pero noooo.
El mar está demasiado tranquilo y juro que puedo ver brillos plateados aún, como los colores de las colas de sirena.
El caballero me explica que las sirenas lograron subir al barco y que justo cuando subieron estaban a punto de matarnos cuando algo explotó en el comedor, iluminando todo y que después de eso despertó y Tane estaba jaloneando a todos hacia la orilla. También me contó que ella tenía una fuerza impresionante ya que los llevaba a todos excepto a mi, claro. Yo estaba muriendo ahogada, seguro. Él fue quien me llevó a la orilla ya que ella llevaba a los más heridos.
-No confío en ella. - murmura después de contarme cómo me salvó, "heroicamente"
-¿Por qué? Pareces derretirte por ella.
-Eso no quiere decir que confíe, Brogan.
Resoplo.
Él me frunce el ceño y sus ojos se vuelven tormentosos un segundo, luego me ignora y continuamos buscando.
O sea que, sacando mis propias conclusiones, Tane incendio el barco y de alguna manera, salimos, a excepción del capitán, intactos de las sirenas y aparecimos en una playa, a pesar de que estábamos en medio de la nada, justo debajo de la fortaleza de las sirenas.
Interesante.
Y cuando termino de pensar eso veo hacia dónde Tane está tratando de revivir al capitán. Se ve como si fuera sabia y supiera más que cualquiera. Y ahora en verdad creo lo que dijo el caballero. Ella nos lleva ventaja en algo que nosotros no conocemos. Su pequeño secreto es peligroso. Me giro hacia el caballero quien eleva una ceja como diciéndome, "¿Ves a lo que me refiero? Ella oculta algo que acaba de salvarnos a todos pero seguro también nos meterá en líos".
Pero, ¿Quien dijo que yo estaba del bando del rey? Yo estoy de mi propio bando. Observaré y sacaré mis conclusiones.
-Debemos regresar. - aviso al caballero.
El asiente de acuerdo.
-Debemos encontrar la ofrenda de paz. Las sirenas lo tienen. Por algo se defendieron tanto. - le digo con determinación.
-La única cosa, es saber dónde estamos. - murmura él.
-Estamos cerca. - avisa Tane. -Los puedo sentir. - dice lo último para sí misma pero ambos oímos.
-¿Partiremos ya? - pregunta el soldado.
-¿Con qué barco? - le pregunto socarrona.
-Tenemos nuestro transporte. - él guiña hacia Tane.
El caballero niega con la cabeza y Tane añade:-¿Con qué capitán? Debemos recuperarnos. Apenas está amaneciendo. Trataremos mañana el tema con más cuidado.
Yo no estoy en desacuerdo. Mi cabeza duele y tengo hambre. El caballero parece pensar lo mismo así que ayudamos a Tane a preparar las cosas para todos.
Quedamos sólo nosotros y los vikingos para acabar con esta misión suicida. Sólo espero que la ofrenda de paz esté con las sirenas.
Pero alguna parte de mi me dice que no es tan sencillo.
•~•~•~•~•~•~•
Hola!
Esto se está poniendo complicado...
Muchos besitos de unicornio 🦄
G.K Warriors 🌌

El Secreto de Goldenwave #PremiosCandyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora