Consejo siete: No consideres jamás ir en barco a Verthrow, Brogan
Ahí estábamos nosotros dos tratando de dirigir el horrible barco hambriento de desastres. Caelan iba dirigiendo y yo iba gritando como loca. Había una tormenta tan horrenda que sentí que pronto estaríamos en el fondo del mar. Seguro lo haríamos. Pero dejando atrás el pesimismo me decidí por gritar y ayudar con la emoción del momento hasta que los fuertes brazos de Caelan me tomaron los míos y los enrollaron juntos para luego jalonearme lejos de él. Me regañó un poco (como siempre) y luego se fue de mi lado.
Lo que no se imaginó es que yo era una curiosa mercenaria arruina planes perfectos y traedora de mala suerte.
Y entonces mientras exploraba mi nuevo espacio, dejé mis manos soltarse de mis costados y acariciar varias partes del barco hasta que...
¿Morimos?
Creo que ese final ya está bastante usado. Salí volando del barco directo al mar con fuerza, en serio, con tanta fuerza que supuse que quedaría aplastada como una mosca al caer en la superficie. Y todos los gritos que había dado antes juntos no era nada con lo que ahora estaba gritando mientras miraba mi muerte asomarse a la velocidad de un rayo.-----
—¿Podrías dejar de acercarte tanto a la muerte? ¡Nos involucras!
No lo sé ¿Podría?
—¡Brogan! Despierta rápido.
Yo decido que no es tiempo de despertarse, quiero dormir, quiero... simplemente quiero unirme a ese cálido y reconfortante mundo de los sueños.
¡PLAS!
Un ardor recorre mi mejilla y abro mis ojos inmediatamente, mi mano precipitándose hacia mi mejilla derecha.
—¡¿Me pegaste!? — grito.
Ahí está Caelan y el soldado viéndome. Caelan se ve furioso pero por primera vez no es conmigo.
—¡No! — me grita de regreso Caelan.
—¡Dejémonos de idioteces! — grita el soldado callándonos cuando casi comenzamos una discusión.
Caelan suspira y me ayuda a levantarme de la banca en la que me encuentro acostado. El cielo es azul oscuro y parece ser primavera. ¿Qué diablos?
—Deberías comenzar a ayudarnos a encontrar dónde estamos. — me dice Caelan.
—¿Y yo por qué debería saberlo?
—Tú nos trajiste aquí. Por tu culpa caímos aquí. Por tu culpa no estamos en Verthrow.
—Yo no fui quien me llevo lejos de donde estaba segura. — le alego.
Él pone los ojos en blanco y yo le frunzo el ceño. Luego decido ser mayor y observo la calle en la que nos encontramos. Hay un enorme cartel que rodea la calle principal que dice "Amberstone" y suspiro. Ojalá los hombres observarán más.
—Estamos en Amberstone. — digo.
—¿Y eso que es? — pregunta Caelan y por primera vez se ve preocupado.
—Una ciudad cerca de Verthrow. Podemos ir a caballo. Dos días tal vez.
Caelan asiente y se gira para ver alrededor, poniendo especial atención a los detalles de las calles y la gente.
—Todos son...
—Eh... son pobres. Es un pueblo abandonado de Goldenwave. Al principio Verthrow y Amberstone eran la novedad del reino. Pero la población aumento al igual que las necesidades. — digo mientras me estiro y pongo en pie. —Deberíamos irnos ya.
El soldado se pone rojo de furia. —¿Qué crees que te pasa a ti? Acabas de casi morir, no puedes simplemente decir que tenemos que irnos. Tienes la cabeza abierta, se te cayó una muela y tienes un moretón en las costillas. Lo que deberíamos hacer es buscar un refugio y un médico.
Me quedo viendo su rostro furioso mientras se da la vuelta y camina lejos de nosotros por la avenida principal.
—¿Se me cayó una muela? — pregunto con tristeza.
Caelan suspira y asiente con la cabeza, luego ambos estamos caminando cerca del soldado buscando refugio. Los vikingos están por ahí en algún bar mientras nosotros vamos a una casa de huéspedes. Ahí me atiende una mujer y me ayuda a limpiar mis heridas. Me sigo preguntando cómo fue que se me cayo un diente. Caelan no ha querido respóndeme y sigue siendo un misterio.
Pasamos la noche ahí, en una cama como jamás había sentido antes. Y todo iba bien hasta que me dio hambre y tuve que levantarme por la madrugada. Baje los escalones y encontré a Caelan hablando con un viejo hombre sobre la vida en el reino.
Por su culpa van a matarnos.
—No es tan hermoso como parece. — digo mientras encuentro una manzana reluciente.
—¿Ah, sí? — pregunta el viejo.
Asiento y me siento al lado de Caelan, quien con suavidad pone su brazo detrás de mi respaldo, sin tocarme. Me giro y le frunzo el ceño, por lo cual él se aleja de mi inmediatamente. ¿Está borracho?
—No es hermoso. Hay ladrones en cada esquina y no hay suficiente comida. Sólo los nobles pueden mantenerse mientras que los demás morimos de hambre. El rey no se preocupa por nosotros. Simplemente él hace su hermosa vida en su castillo. Tienen suerte ustedes aquí, ya que siendo de cualquier categoría nunca les faltaría algo.
Cuando acabo de decir eso, noto que Caelan tiene de nuevo su brazo detrás de mí y por estar viéndolo fijamente enojada no me doy cuenta que el viejo ya no está y después de eso siento un fuerte jalón en el brazo.
Me doy la vuelta y veo a dos hombres grandes que quieren matanza. Dios mío, seguro este es nuestro fin.
—Así que a una niña inútil ha elegido el rey para protegerlo. — se ríe.
Trato de soltarme del enorme agarre del hombre pero es inútil. Comienzo a forcejear y es en ese momento que me arrepiento no haber aprendido a luchar contra enormes hombres matones.
—¡Caelan! — grito pero cuando me volteo lo veo desmayado sobre la barra.
Jodid...
Un fuerte golpe hace que comience a imaginar y olvidarme del mundo real.—¡Brogan!
Es ese Caelan quita oportunidades de vida. No voy a contestarle. Nuestra vida está acabada.
—¡Brogan! ¡Ay!
Abro mis ojos y observo que le pasa. Está forcejeando con un lazo enorme que sostiene sus manos juntas detrás.
—Quédate quieto o harás que nos maten.
—¡Al fin! Diablos. Desátame.
—No puedo.
—Acaban de desatar tus manos. Estas amarrada de la cintura a la puerta. Desátame.
Suspiro y me acerco a él y comienzo a desatar sus manos que están irritadas de tanto forcejear. —Es tu culpa por presumir tanto. Se dieron cuenta quienes somos.
—Estaba borracho. — me dice y al fin lo suelto. Él me ayuda con mi propio nudo y luego observamos por una rejilla en donde estamos. Parece ser una carroza sucia donde llevan animales lastimados o algo así. O tal vez animales que cazan. Lo que sea, estamos saliendo de Amberstone.
—¿Y los chicos? — pregunto.
—Iran a Verthrow. Tenemos que buscarlos. Tenemos que salir de aquí.
Él golpea la puerta de hierro y luego se acerca a mí con la boca abierta de dolor. Me carcajeo de su rostro y él me frunce el ceño, sobando su pierna.
—Estrategia. — le digo y después sólo por presumir o lo que sea, comienzo a buscar una salida.
Y me da la impresión que aquí hay un cuchillo o algo filoso. Y, en efecto, ahí hay una flecha que luego uso para abrir el candado por afuera de la carroza, sacando mi brazo por los barrotes que apenas dejan entrar luz. Ahora agradezco estar desnutrida, diablos, si no, jamás podría sacar mi brazo.
El carro comienza a ir más rápido y en algún momento después la puerta se abre y me caigo al suelo con ímpetu y me arrastro lejos del camino hacia los árboles. Me preocupo por Caelan pero él un segundo después se tira y está a mi lado sonriendo como un niño.
—Bien hecho.
—¡Se escaparon!
Mi corazón da un vuelco y me adentro más en el bosque, caminando hacia Amberstone. Necesito regresar, no pueden atraparnos de nuevo. Mis piernas se mueven con bastante rapidez delante de Caelan y pronto estamos lejos de ellos, perdidos en alguna parte del bosque.
—Van a buscarnos. — le digo y él asiente, así que ambos corremos hacia dónde presiento que está Amberstone.Después de un buen rato de caminar, Caelan se acerca a mí y me deja guiarlo por el camino sin alegar más. Todo está demasiado helado, no quiero morir y él parece presentirlo así que se acerca y decide que es una buena fuente de calor, pero yo suelto una risita al sentirlo más frío incluso que yo. Él me suelta una sonrisa con labios temblorosos y sus ojos brillan divertidos.
—Había que intentarlo... oye, Brogan... lo siento por ser a veces tan rudo contigo. Después de conocerte me doy cuenta que realmente no eres tan... tan mala.
—Soy una mercenaria. — le digo.
—Eras. Ahora trabajas por el rey y eso es algo bueno. Una buena causa. Y ya no haces actos dañinos por lo que...
Él se queda callado y pone su cabeza en alto.
—¿Qué...?
Él pone su mano en mi boca y sus ojos se vuelven tormentosos y atentos. Me comienzo a asustar.
—Alguien viene.
Él comienza a ver por todos lados hasta que se decide por un camino que nos aleja completamente de Amberstone y me comienza a dirigir hacia allá pero antes de que cruzamos completamente, alguien me toma con muchísima fuerza y de pronto los brazos de Caelan desaparecen de dónde estaban en mi cuerpo y lo remplazan dos horribles brazos llenos de cicatrices.
No puedo evitarlo. —¡CAELAN! — grito con fuerza cuando me doy cuenta que estoy siendo atrapada.
Dios, moriré. Lo sé, lo presiento. Y Caelan ya no está a mi lado y no hay nadie a mi lado que pueda protegerme.
Y lo único que veo de mi lugar feliz es un montón de árboles que esconden cada vez más y más el lugar en donde estaba con Caelan.::::
Ayyy
¿Qué hay, chicos?
Besos,
G.K Warriors
![](https://img.wattpad.com/cover/99336572-288-k830337.jpg)
ESTÁS LEYENDO
El Secreto de Goldenwave #PremiosCandy
FantasyBienvenido a Goldenwave, manténgase alejado si no quiere terminar mordisqueado, apuñalado, intoxicado, enfermo, envenenado o amordazado por diferentes tipos de... digamos, criaturas. Goldenwave será su hogar por los próximos miles de años a menos q...