Remember me » harry styles [au]

»Cuatro

Ey hola, aquí esta otro capítulo. Lo único que vengo a decirles es que veo muy pocos votos y también pocos comentarios, así que les pido que por favor voten y comenten, me ayudan mucho; por eso mismo voy a hacer un reto: si el capítulo llega a 15 votos subo el otro el día en que . Ya las dejo leer.

Clarisse.

Sábado. Lo único que esperas los sábados es poder descansar. Y claro que yo no pido más de eso, y más después de haber tenido una de las semanas más pesadas en el colegio. Sin embargo, obtengo todo lo contrario. Los gritos de mi padre son los encargados de despertarme, lo cual es muy extraño, mi padre nunca grita, pero lo que lo hace más extraño aun, es que grita mi nombre, enojado.

- Clarisse -los gritos cada vez se escuchan más cerca; y no tengo idea del porque está enojado. - te estoy hablando, Clarisse -la puerta de mi habitación se abre, dejando ver a mi papá completamente enojado -probablemente más que nunca- .

Parece desesperado. Y estar rojo del enojo. No sé qué le pasa, y porque su enojo es contra mí. No he hecho nada; en un segundo el miedo me invade, tampoco tengo idea de porqué. Su figura impotente se acerca hasta donde estoy, puedo escuchar sus pasos fuertes golpear el piso de madera. Y antes de darme cuenta, me encuentro a mí misma contra la pared de mí cama, tratando de alejarme lo más posible de él. Mi padre nunca ha sido una persona de carácter fuerte, muy por el contrario siempre ha sido una persona alegre y muy comprensiva; sin embargo, cuando se enoja lo hace por una razón de peso, y lo hace de una manera muy fuerte. Y es por eso mismo que no tengo idea de su comportamiento.

- ¿Qué es lo que pasa? -le pregunto; trato de sonar lo más normal posible, pero me es imposible, en mi voz se puede escuchar el miedo claramente.

- ¿Qué que me pasa? -habla cínico. - pasa que ya no se ni quien es mi propia hija. ¿me puedes explicar que pasa? ¿puedes explicarme en que momento te convertiste en lo que ahora eres?

- No entiendo de que hablas, papá.

- No. No me llames papá; porque tú no eres mi hija. Tú no eres la niña que yo eduque.

Sin poder evitarlo, las lágrimas salían de mis ojos. Una tras otra. Cada vez más rápido. ¿Por qué dice que no soy su hija? Si no entendía nada antes, ahora menos. Trato de encontrar la razón de su enfado, pero simplemente no encentro nada. Siempre he obedecido a todo lo que ha dicho, y nunca he hecho algo que pueda hacerle enojar de esta manera. Menos ahora.

- Habla. -no contesto. No sé qué contestar, y tampoco sé que debo de hacerlo. Sigo sin tener idea de qué pasa.

- Yo... yo no.

- Cállate -luego de decir la cortante y mal educada palabra sale de mí habitación.

Lo único que puedo hacer es llorar más de lo que ya hacía. Me cubro la cara con mis manos llorando cada vez más. Siento la cama hundirse alado mío, y adivino que es mi mamá quien se ha sentado. Ni dice nada. Logró tranquilizarme después de unos minutos. Me destapo la cara para luego ver a mi mamá, que sigue sentada a mi lado.

- Clari -dice colocando su mano en mi espalda.

- ¿Qué hice? -intento no volver a llorar; sin embargo, no lo logró y vuelvo a hacerlo desesperadamente. - no sé qué hice. ¿Por qué me trata así?

- Yo creo que lo sabes, Clari.

- No. No lo sé.

- Esta mañana tú padre recibió un correo -me vio. - no sabes de quien es, pero en el hay cosas tuyas; fotos. Clarisse, en verdad que no tengo idea de que pensabas en ese momento. Ahora sabes de lo que hablo, ¿no? -negué ligeramente. - fotos. Fotos tuyas, casi desnuda.

Sentí como el frio se apoderaba de mí. «Fotos mías; en ropa interior». Yo nunca tome fotos mías sin ropa.

- Yo no tome nada. Nunca.

- Las fotos están ahí. No es necesario que lo niegues, hablan por sí solas.

- Pero, yo nunca...

- Tienes suerte de que el chico que las tiene, nos aseguró que no las compartirá con nadie.

No sé si tengo suerte o no. Las fotos están ahí y nada me puede asegurar que no las comparta con nadie. Quizá ahora muchas personas del colegio ya las tienen; a pesar de ser una ciudad grande los rumores corren muy rápido.

Ahora todos pensaran que soy una cualquiera que se mete con todos, y deja que le tomen fotos en ropa interior. Pero no lo soy. Ni siquiera he estado con nadie más que con mi ex novio.

«Elliot»

-Elliot -mi mamá me ve sin entender. - es el único con el que he estado. Nadie más, fue el.

Seguramente él fue. Lo deje hace dos semanas, las cosas simplemente ya no iban bien. Aún recuerdo su mirada fría y enojada cuando se lo dije. Y su voz llena de rabia cuando juró vengarse de mí.

Fue él. Es la única persona con la que he estado y la única que pudo tomarme esas fotos, porque es la única persona que me ha visto así. Aunque ni me diera cuanta en el momento en que lo hizo. En verdad le quería, incluso lo hacía aun antes de esto, claro. Era como el novio perfecto. Mi padre estaba muy feliz con nuestra relación al igual que el suyo, y que la mayoría de todas la personas con las que no relacionábamos. Era el perfecto prototipo de un novio; cariñoso, amable, atento entre tantas cosas más. Hasta que estuvimos juntos por primera vez, luego de eso su trato cambió y era menos atento, luego hubo una segunda vez y también una tercera, después de eso cambió completamente. Ya no era nada de lo que entes era; era brusco y grosero. Ya no me buscaba y cuando lo hacía era solamente para tener sexo. Y después de eso lo deje.

«Esa es su venganza»

- Baja en un rato; cuando tú padre este más calmado -dice y tan rápido como acaba se va.

(...)

Bajo en silencio las escaleras y de la misma forma entro a la sala donde están sentados mis padres. Me detengo a lado del sillón donde se encuentra sentado mi padre en silencio.

- ¿Por qué? -pregunta.

- Yo no... yo no sabía de esas fotos.

- ¡No mientas!

- Es verdad -digo conteniendo las lágrimas. - Elliot las tomo sin darme cuenta. Yo ni siquiera quería estar con el -«no después de la primera vez»

- Él no te obligo. Deja de culparlo.

Ahora lo defiende. Papá se enojó cuando le dije que termine con él, porque según el éramos la pareja perfecta. Y ahora se enoja y lo defiende a él. A él; y yo soy su hija.

Lloro, otra vez. - No sé quién eres Clarisse -dice. - no pareces mi hija; no, ya no eres mi hija.

Siento como un montón de navajas se encajan en mí al mismo tiempo. "ya no eres mi hija". Cinco palabras, mi vida ya no es la misma. ¿Qué clase de padre le dice eso a su hija? El mío. No dice nada más, y lo único que yo logro hacer es llorar y sollozar como nunca antes lo había hecho.

Regreso a mi habitación y me recuesto. Son las seis treinta de la tardé. Cierro los ojos y los recuerdos de los momentos que he vivido con mi padre llegan a mí. Se avergüenza de mí; de su propia hija. Lloro más mientras más recuerdos llegan a mí. No sé qué voy a hacer. No puedo vivir con un padre que se avergüenza de mí, pero tampoco tengo a donde ir.

Me duele la cabeza de pensar en eso, en las palabras entes dichas por mi "padre" y de llorar. Me repito una y otra vez que mañana será otro día y que todo ira mejor, pero es que simplemente ya ni siquiera puedo pensar en ver a mis padres a la cara. Estoy avergonzada y dolida; sobre todo dolida. La mente se me nubla, no bajo a cenar y lo último que hago entes de quedar dormida es el recordar una de las veces en que salí de campamento con mi papá.

« "Mi papá" »

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N/A: Hola otra vez; no voy a decir nada más que lo que ya dije arriba, así que por favor ayúdeme. Y también sólo para decirles que la fic subió 200 vistas en un día, es mucho para mi, así que gracias por eso. Y ya creo es todo.

Un beso; H