THE BOY © [E.E.M.2.]

CAPÍTULO 11: EL REFLEJO DE ALYSSA.

CAPÍTULO 11: EL REFLEJO DE ALYSSA.

MAX:

El olor a desinfectante causa una molestia en mi nariz, abro los ojos mirando directamente a un abanico dando vueltas refrescando la, muy conocida, habitación en la que me encuentro.

Intento acomodar mi cuerpo de una mejor manera en la incómoda y pequeña camilla de hospital, al hacerlo también lo hago con la almohada y recuesto mi cabeza en la superficie suave y acolchada.

Doy un vistazo a la habitación, grandes ventanas con unas cortinas color azul oscuro semi recogidas permitiendo la entrada de luz y aire fresco, una televisión suspendida en la pared, una puerta blanca en donde cuelga un cartel con letras mayúsculas y en negrita: BAÑO.

Una ventana junto a la puerta de entrada que me permite la vista hacia el pasillo y viceversa, una pequeña mesa de madera junto a mi camilla donde hay un vaso con agua, un libro y un reloj donde indica que son las doce del mediodía.

La típica máquina que controla el pulso y ritmo cardiaco, todo conectado un pequeño objeto a tu dedo. Todo esto parece tan típico, tan rutinario, y es que la verdad, lo es, o lo era, cuando era niño.

La puerta es abierta permitiendo observar la entrada de doctor Richard en la habitación, su semblante tranquilo y caminado seguro no demuestran que algo ande mal por lo que inmediatamente mi cuerpo se relaja.

-Tendremos que cambiar la camilla si regresas, muchacho- dice con una sonrisa en su rostro mientras niega con la cabeza. Toma asiento en el banquillo de madera que, al parecer se encontraba debajo de la camilla.

- ¿Por qué estoy aquí, doc?.

- Tranquilo, no pasó nada malo durante el transcurso de la luna llena. Estas aquí porque te encontrabas inconsciente cuando abrieron las puertas al día siguiente y decidimos tu padre, madre y yo que lo mejor sería internarte unos días para mantenerte bajo observación médica.

- ¿Observación médica?

- Veras, mi hipótesis es que tu cuerpo se encontraba tan exhausto por, no solo la transformación sino también por mantener el control de tu lobo. Tu cuerpo estaba tan cansado que decidió dejar descasar y disminuyo tu actividad cerebral por unos días.

- Espere, ¿Cuántos días llevo aquí?

- Casi una semana, Max.

- ¿Cuándo podre irme a casa?

- Según los exámenes que te hice...hoy mismo estaría bien.

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Horas más tarde el doctor Richard me dio la orden de salida, ahora estoy saliendo del baño ya vestido, ansioso por volver a casa y ver a Alyssa. La necesito más que nunca.

Tomo mis cosas y salgo de la habitación cerrando la puerta detrás de mí, camino por el largo pasillo llegando al ascensor.

Espero paciente a que el ascensor llegue hasta la planta baja, cuando eso sucede y las puertas automáticas son abiertas salgo de la enorme caja metálica y camino hasta la recepcionista.

- ¿En qué puedo ayudarte?

- Soy paciente del doctor Richard Henrrios, él me dio de alta hace poco y vengo a firmar los papeles.

- Claro, joven Carter. Enseguida te traigo los papeles de salida. - y así se levanta de su silla giratoria dirigiéndose a unas repisas de madera ubicadas contra la pared.