THE BOY © [E.E.M.2.]

CAPÍTULO 18: TU ROSTRO.

~Katherine Varner en multimendia~

CAPÍTULO 18: TU ROSTRO.

Las cosas fuera de la celda de Max estaban tranquilas, lástima que no se puede decir lo mismo dentro de la celda.

Tres días pasaron desde el rechazo de Alyssa, Max se encontraba tan destrozado que había sido capaz de liberarse de las cadenas que lo retenían, se puede agregar que redecoro la celda con marcas de garras y manchas de su sangre por el piso y paredes.

Su furia aumentaba día tras día, quería dejar salir a su lobo para que él terminara el trabajo que había empezado y salir de aquel lugar; algo dentro de él le decía que las cosas no eran como creía, algo estaba pasando, algo muy serio.

El doctor Richard visitaba a Max de vez en cuando para comprobar avances, se llevó la sorpresa de la semana al abrir la pesada puerta y encontrar a Max en una esquina mirando un charco de su propia sangre junto con marcas de la misma por todas las paredes.

Había intentado hablar con Max, sin embargo, todo fue una autentica pérdida de tiempo. Cuando el doctor salió de la celda pidió ver al alpha Dylan para informarle de la situación que vivía su hijo.

La situación de Max causo un dolor en el pecho del alpha, él dio la orden de cambiar al chico de celda y según instrucciones del alpha Killian una que fuera lo suficientemente grande como para varios hombres lobo pudieran caber ahí sin tocarse entre ellos. Debido a esas extrañas exigencias se decidió que el mejor lugar sería una de las celdas del edificio gris.

Killian sería el encargado de supervisar el traslado del hijo del alpha, lo que nadie sabía era porque se necesitaba una celda tan grande para un solo chico, pero al ser Killian el que dio la orden nadie tuvo más que añadir o discutir.

El alpha Dylan sabía que Killian hacia eso por alguna razón, y también sabía que no se la diría hasta que él quisiera, por lo que decidió no molestarlo en lo absoluto y dejo que hiciera lo que él quería.

Alyssa era todo lo opuesto a Max, ella caminaba por las calles de la manada con una enorme sonrisa de satisfacción en su rostro, su plan estaba yendo a la perfección, pronto podría ser libre y dejar el ridículo cuerpo de la compañera del hijo del alpha en algún riachuelo de la manada o quemarlo cuando tuviera el suyo.

La idea de rechazar a Max se le vino a la mente unas noches antes, pero no sabía si podría hacerse al no ser su alma la correcta para el cuerpo, su alma no era la que estaba conectada con Max, era la de Alyssa.

Se arriesgó, y al parecer había funcionado a la perfección, faltaba poco para dejar a Max totalmente acabado. En su mente podía ver como la manada Moon Black quedaba en el olvido, los Vakirs se encontraban en la cueva esperando sus órdenes para atacar, pero aun no podía darles vía libre a esos estúpidos vampiros de acabar con lo que quedaba de la manada más poderosa de América.

Tenía que seguir al pie de la letra su elaborado plan, cada cosa que había planeado y las que planeaba conforme pasaban los días, todas esas cosas debían realizarse para poder abandonar el cuerpo de Alyssa y de paso acabar con la manada que había dado fin a Nicholas, su querido Nicholas.

Por lo que ahora se dirigía al hospital de la manada, el siguiente paso de su plan estaba a punto de completarse, un paso más para llegar a su gran meta, casi podía tocarla con sus dedos, la emoción se adueñó del cuerpo de Alyssa.

Eso enfureció y alegro a la persona que controlaba ese cuerpo, esa persona sabía que estaba cerca de completar todo su arduo trabajo, eso produjo alegría, pero también le enfureció porque tenía que estar dentro del cuerpo de la persona que podría arruinar su plan, eso sumándole el hecho de que era la compañera y futura luna del hijo y manada que más detestaba en el mundo.