Capítulo 2

117 105 9
                                    

Martes. Segundo día que Sofia duerme en la casa de acogida. El día anterior, al irse Johnathan de la cafetería, Laia y Sofia se fueron a El Retiro, a disfrutar un poco más de la vida y saborear la libertad.

Allí se sentaron en el césped, comieron unos helados y charlaron. Y después de todo eso regresaron a su habitación.

Ese lunes Sofia se vio como una chica de 17 años normal y corriente, sin muchas preocupaciones, nada más que la sensación de entusiasmo y las ganas de vivir.

Se levantó dispuesta a volver a la Administración de servicios del hogar para probar su suerte en el trabajo. 

Le dejó una nota a Laia en la que decía que la esperaba allí para ir a comer juntas, se vistió con la ropa del día anterior y salió al aire puro y fresco de una mañana de finales de Junio en Madrid.

Así, llegó de nuevo a la Administración de servicios del hogar y preguntó por Elvira.

En solo unos segundos la mujer salió con una sonrisa de oreja a oreja y una carpeta en la mano.

-¡Sofia! ¡Te esperaba! ¡Tengo noticias bastante buenas para ti!

-¿De verdad? ¡Gracias!

-Sí mira, resulta que hay una familia que necesita una empleada como tú. Y les hablé de ti. Les di tu ficha y no les importó la inexperiencia.

Sofia se alegró, pues no tendría que pasar una semana entera en ese antro. Pediría que le devolvieran el dinero y se trasladaría inmediatamente a su nueva casa, si es que tenía.

Decidió preguntarle a Elvira:

-¿Voy a vivir en la casa o en la mía propia?

-Ahora mismo te explico hija, ven y pasa por aquí. -dijo señalando una sala que era una especie de despacho.

La acompañó hasta allí y se sentó en uno de los sillones azules.

-Mira si te soy sincera tuve que darles muchos datos tuyos, tanto de papeleo como de tu personalidad y carisma. No sabía mucho qué decir pero al cabo de diez minutos la señora de la casa me llamó y dijo que me visitaría y acabaría el contrato para poder entregártelo mañana a ti en persona. Esa es la buena noticia. La mala es que hace un rato me ha llamado y me ha dicho que no va a poder asistir.

-No pasa nada. Gracias Elvira.

-Ahora tienes que escuchar atentamente ya que hay bastante papeleo para que todo esto sea válido. La descripción de la casa, la familia y todo está aquí dentro también.

"A ver, en esta carpeta está toda tu información personal que me diste. Si alguna vez te lo piden  recuerda que es la de color azul.

En esta otra, la naranja, podrás encontrar tu solicitud de trabajo, así como una copia de la que tiene la casa que te ha contratado y en esta última se encuentra toda la información necesaria para hacerte a la idea de cómo pueden ser. Yo ya los conocía de antes así que te puedo asegurar que son muy buenas personas y podrás pedir consejo a los compañeros.

-¿Y las normas, trabajos que debo realizar, horario y ese tipo de información dónde lo puedo encontrar?

-Eso la señora de la casa te lo explicará cuando llegue el próximo día 1 de Julio.

-¡Eso es en dos días!

-Efectivamente querida Sofia. Como te dije, te necesitaban urgentemente.

-Muchas gracias, Elvira. ¿Dónde debo firmar?

Elvira le pasó dos folios con letras minúsculas y señaló el lugar de abajo.

-Aquí. Pero primero deberías leerte las condiciones. 

El peso de la realidad (EPDLR)(#BrightAwards2017)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora