El interior no era menos esplendoroso, los cristales decoraban las paredes y cuadros y flores la adornaban por dentro. Sin embargo, ya se notaba acogedora.
Salió a recibirlos una pareja de ancianos, no tan mayores, que les sonreían y les saludaban con acento extraño.
-¡Hola chica! Somos los abuelos de los Murray, yo soy Elizabeth y él es Henry. Somos los padres de Christina.
-Encantada, con mucho gusto, soy Sofia. Trabajo como asistenta en la casa de los Murray.
-¿Tan joven? ¿Qué edad tienes?
-Diecisiete.
-¡Oh vaya! ¡Si es de la edad de nuestro Alex!-sonrió con picardía.- Bueno, -dijo Elizabeth mientras cogía a Sofia del brazo- aquí en mi casa uno viene a disfrutar del verano, despejarse y divertirse, así que no hace falta que trabajes.
-Gra...Gracias...
-No te sientas incómoda conmigo, por favor.
-Venga abuela, deja ya a Sofia, necesita instalarse y descansar. No está acostumbrada a los viajes tan largos.
Dicho esto Elizabeth la soltó y toda la familia menos Christina, que tenía que hablar con sus padres, se fueron para arriba.
Sofia, sin ser menos, los siguió.
-Sofia-la llamó Alex.-Esta es tu habitación.
La chica se dio cuenta de la proximidad entre la habitación de Alex y la suya.
-Ninguna habitación tiene cuarto de baño propio así que tendremos que compartirlo entre todos.
-Está bien, no importa.
Sofia fue a instalarse a su nueva habitación. Era muy rústica pero tenía el toque inglés. Estando en ella alguien tocó a la puerta.
-¿Si?
-Soy Van.
Sofia la dejó entrar y la morena se sentó en su cama.
-¿Cómo te sientes?
Sofia la miró con las cejas levantadas, se mordió el labio, costumbre que tenía desde pequeña, y volvió a bajar la mirada.
-Sé que esto ha sido difícil. En tan poco tiempo has pasado de vivir en la miseria a tenerlo todo, o casi todo-agregó.
-Estoy bien.
-No. Quiero decir, es algo difícil de digerir con rapidez y encima no lo ponemos fácil. Yo el primer día te saqué de quicio.-rememoró.
-No pasa nada, de verdad. Puedo acostumbrarme a grandes cambios. Siempre lo he hecho.
-Bueno, en estos días que estemos por aquí vamos a ir a muchos sitios. Tú eres una más. Lo pedí expresamente a mi madre y dijo que no importaba. Todos te han cogido cariño desde el principio.
-Tampoco he hecho nada del otro mundo, pero gracias.
-No seas tan reticente. Eres una buena persona. Nos lo has demostrado en un solo día. Además, Alex te ha echado el ojo.
Sofia sonrió, pero en verdad se sentía confusa y tenía miedo. Miedo del desconocimiento que suponía todo lo que estaba viviendo.
-Bueno, aquí se cena mucho antes así que deberíamos bajar ya.
Ya abajo. siguieron un pasillo enorme y entraron a un gran salón. Allí se encontraban Elizabeth y su marido Henry.
-Queridos, ya va siendo hora de cenar, ¿no creéis? Vamos todos a comer que tenemos pasta fresca.
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El peso de la realidad (EPDLR)(#BrightAwards2017)
Teen Fiction✨HISTORIA GANADORA EN LA CATEGORÍA NOVELA JUVENIL DE LOS BRIGHT AWARDS 2017✨ La vida de Sofía era un constante bucle desde que empezó su vida: sin familia, viviendo en un orfanato y sin esperanzas de futuro. Sin embargo, un buen día los directores d...