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—Josh... Mierda... ¿Seguro estás bien? —Dice Tyler después de hacer cuarenta bromas al respecto. —¿Quieres pasar a alguna farmacia?

—No, está bien. —Guarda silencio y luego cambia su semblante a uno de preocupación total.

—¿Josh...?

—¡Tenemos concierto mañana!

—Genio tenía que ser el muchachito.

—Tyler... —El menor rió unos segundos pero luego comprendió. —De verdad me duele... ¿Sabes? Digo que me siento mal de la cabeza y paso a una farmacia a buscar algo. —El castaño asiente y su celular vibra. —¿Es Mark?

—Sí, están afuera.

—Vamos.
Ambos toman sus maletas y salen de la enorme casa del tintado, el gran autobús ya los está esperando.

|-/

José Guillermo, ése que se cree gringo:

Inició a llover después de dos horas de estar en la carretera, pero me gustaba hasta cierto punto. Porque la mayoría se juntaba en la "sala de estar" o donde se encuentran las mesitas y se ponen a platicar, y en el caso de hoy, a tomar chocolate caliente y helado preparado por Jenna. Me siento bien en lo que cabe, veo las gotitas de lluvia resbalar por la ventana, y me es entretenido.
Pero cuando giro la vista, Tyler justo se decide por abrazar a Jenna por detrás mientras ésta coloca malvaviscos en las tazas de chocolate. Se ven como la pareja perfecta, ella con un chongo despeinado, suéter café claro tejido y holgado, siendo abrazada por él, un esposo cliché.
Pero eso no puede ser, porque... Tyler me quiere, ¿O no? Aunque sea debe quererme un poco. Pero al pasar tanto tiempo observándolos me llega un sentimiento amargo, porque adoro a Tyler, pero también me gusta verlos juntos... Por el simple hecho de que son lindos. Y eso es total y completamente reconfortant...

—Josh... —Jenna me llama y por su tono, parece que lleva un buen rato haciéndolo.

—¿Eh? —La volteo a ver y Tyler se ríe, volviéndola a abrazar por detrás. ¿En serio? ¿En mi cara lo hace el descarado? Trato de no entrecerrar mis ojos con molestia. 

—Que tomes tu chocola... ¡Ah! ¿Qué tenemos por aquí?

—¿Disculpa?

—¿Quién te hizo eso, galán? —Se sienta a mi lado y la expresión de mi -desgraciadamente- amigo, cambia de una de tranquilidad a una de incomodidad, casi haciendo trizas la cajetilla que tiene en la mano.

—¿Q-qué cosa?

—Tienes un hickey* en tu cuello. —Ríe con dulzura y toca el lugar donde supongo yo, tengo la marca. Miro a Tyler "Mierda" gesticula y viro los ojos. —Oh, vamos, ¿Es acaso un secreto? —Se burla. Oh, claro que lo es, cariño. Jenna dirige la vista a su -desgraciadamente- esposo.

—Oye, viejo, yo no lo sé. —Se saca de toda responsabilidad.

—¡Dimeeee! —Picotea mi estómago con gracia.

—¡Hey! ¡Hey! Basta. Te lo diré luego.

—Con tanto misterio, hasta me vas a hacer creer que te lo hizo Tyler. —Mierda.

—Sí, se lo hice yo. —Suelta él con tanta naturalidad. Como si fuera una simple broma. —¿Te gusta? Me quedó lindo.

—Claro, esas cosas llevan un proceso artístico.

—De acuerdo. —Se levanta Jenna, achicando los ojos y me apunta con el dedo índice. —Pero me vas a tener qué decir, Joshua.

|-/

—Eso estuvo cerca. —Le murmuro a Tyler.
La lluvia ahora parece una tormenta, así que el máximo sonido en todo el autobús, son las gotas chocando contra el vidrio de las ventanas. Miro sus ojos marrones, estamos casi sin luz, encerrados tras las cortinas oscuras de la cama de arriba, porque ni siquiera nos molestamos en encender la luz.

—Se me encogieron los huevos. Te lo juro. Si los ves ahora mismo, te aseguro que son más pequeños que anoche.

—Y-... —Me corto a mí mismo, porque la idea de decírselo me carcome. Me mira unos segundos, porque espera que continúe. —No. Nada. —Alza una ceja y luego toca la parte baja de mi abdomen con cuidado. Caricias de amor... O al menos eso quiero creer. —Es que, va a sonar muy tonto.

—Puedes decirme.

—Tú... abrazaste a Jenna.

—Josh, es mi esposa.
Eso me quiebra.

En la garganta se me hace un nudo, congelando todas mis fuerzas para hablar, me acaba de decir algo que ya sabía, Jenna es su esposa, claro que la va a abrazar y a besar, eso es obvio, porque la ama. Y yo no. Yo no soy nada. Lo sabía y soy un imbécil por comentar aquello. Hace un tiempo no sentía de nuevo esto, mis manos temblar, mi respiración cortarse, la culpa subir por todos mis intestinos, escalando mi cuerpo y llegando a mi cerebro, estancándolo de pena y dolor. Siento ansiedad.

—Josh. N-no me refería a eso. D-digo...

—S... —Quiero decir sí, pero el nudo no me permite pronunciar la vocal. Aclaro mi garganta en un fallido intento de decirle que estoy bien, a pesar de que estoy llorando.

—Josh. No lo entiendes. Y-yo... Digo... Es que, Jenna y yo hemos estado juntos un tiempo. —Trata de componer sus palabras tan... Frívolas. —Pero yo te quiero. Te deseo a ti.
Y guardo silencio unos instantes, para recuperarme y contraatacarle.

—Tal vez siempre quieres lo que no tienes.
Y él se calla.

Hickey-chupetón/marca que te dejan... Weno... Igual ya saben. Pero quería dejarlo así xd.

Behind Øur Reality [#FueledByPremios2017]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora