39

2.9K 490 396
                                    

El khe kntha WUOOOoooOOOoooAAAh en karr rradioh. P.O.V.

Ver a Josh tan deprimido me es jodidamente doloroso. Traté de ser agradable para él, de que sonriera, pero lo único que conseguí, fue un poco de su gracia lastimosa. Estuvo algo flojo en el concierto y se zafó de la ida a comer. Quería quedarme con él, pero tampoco Jenna se merecía quedarse sola, desde lo de la falsa alarma del embarazo casi no paso tiempo con ella.

Al regresar de comer, Josh está en el autobús, descansando su cabeza contra el vidrio y mantiene sus ojos cerrados. Se quedó dormido contra la ventana, el tarado.

—Shhh... —Me advierte Jenna divertida, porque sabe que estoy altamente tentado a burlarme. Aunque, me parece tierno.
Suspiro y observo la escena, la tengo junto a mí, con nuestro brazos entrelazados y ese suéter tejido marrón claro, ése que la hace ver como la típica esposa dulce, que claramente es. Pero, pienso en Josh, en entrelazar nuestros brazos de esa manera, y en su linda camiseta blanca, o mejor, en su chamarra militar. Y sonrío.

—Puedes dormir en mi cama hoy. —Me sostiene la mano Jenna y me sonríe con confiabilidad. Claro que quiero, siempre quiero estar a su lado, porque su aroma es dulce.

—Ah... No lo sé. No tengo mucho sueño todavía, pero, tal vez mañana, linda. Ve tú a dormir. —Le beso la frente y revuelvo su cabello un poco.
Claro que tenía sueño, estaba cansado que sentía que las nalgas se me caían. Pero ella tenía sueño, y yo tenía más cosas por hacer.

Me sirvo un vaso con agua y cepillo mis dientes, me cambio a unos pants deportivos que uso algunas noches y una camiseta blanca y vieja que tengo. El autobús está dormido, mas las luces, encendidas. Me acerco a la ventana, donde Josh sigue descansando plácidamente. Me atrevo a acariciar su mejilla, no es tan suave como la de Jenna, incluso puedo sentir su barba creciente, pero supongo que si te gusta un hombre, debes acostumbrarte a este tipo de cosas.
Me siento a su lado y apoyo muy levemente mi cabeza contra su hombro, es de sueño ligero a veces. Suspiro con profundidad, oliendo su aroma a desodorante y jabón.

—Vete a dormir. —Lo escucho murmurar, pero mantiene sus ojos cerrados. Pienso que probablemente siga dormido. —Tyler... —Me llama y se remueve. —Deja de joder y vete a tu cama.

—Eres cómodo. —Bostezo con tranquilidad y entrecierro mis ojos.
Josh se estira y se endereza, limpiando la baba que salía por la comisura de sus labios.
—Van a dar las once. —Digo antes de que pueda preguntar.

—Hay que dormir. Mañana tenemos cosas que hacer.

—¿Vamos a volver a lo mismo? —Lo miro esperanzado pero él frunce sus labios un poco.

—Le dije a Jenna que había una chica. —Estamos hablando en un tono realmente bajo, como para sentir las vibraciones de sus cuerdas vocales. Es hermoso. —Sabe lo que ocurre entre nosotros, pero cree que estoy hablando de una chica y no de ti. Ella... Ella no cree que merezca esta mierda.

—¿Perdón?

—Ser tu segunda opción.

—Josh, no eres... —Pero me callo, porque esto es un cliché, y además, sí es mi segunda opción. O algo así. —Es raro, ¿De acuerdo? No puedo dejar de amarla a ella. Pero... Tú eres tú, y... Y no me gustan los hombres, de eso estoy seguro, pero me eres una excepción. Siempre pienso en ti. Constántemente tu nombre está en mi mente. Y sé que no mereces esta mierda, pero, trato de hacer lo mejor.

—Tyler, dime qué estás sintiendo. —Su tono es tan suplicante. —Sólo quiero saber qué sientes cuando estás conmigo.

—Ponte en mi lugar, Josh.

—Lo hago, pero, tú ponte en el mío.

—Lo hago. —Y miento, porque claramente me aterra siquiera pensar en ello. —Es que, con Jenna era como tener el amor perfecto. Pero contigo, es tener el amor que yo quiero.

—Pero, desgraciadamente eso no es suficiente.

—No digas eso. Eres suficiente. —Y es que hay tantas cosas en mi mente, que ya ni siquiera tengo la fuerza para expresarlas todas al mismo tiempo sin excluir alguna, o terminar explotando. —Pero es un cariño muy diferente.

—¿Qué tanto me quieres en tu vida?  —No sé la respuesta a aquello.

—Lo suficiente para no dejarte ir ahora. —Sueno tan estúpido, sueno tan poco yo. —Imagina, si para ti fue raro aceptar que todas esas bromas se están haciendo reales, para mí... Con una esposa... Con una identidad tan marcada... Es el infierno, hombre.

—Entonces déjalo, Tyler.

—¿Qué?

—Te estoy pidiendo que me dejes, ahora mismo, en este instante.

—¿Qué? —Vuelvo a repetir.

—Haz tu vida. Ten hijos, mantén tu matrimonio. Dejemos esto como un mal rato y ya. Yo adoro a Jenna, los quiero juntos, y sé que te gusta ser la pareja perfecta. Sé el estereotipo, porque quieres serlo. Quieres tenerlo porque nunca pensaste que podrías ser uno de esos. Y estoy bien con ello. Sal del infierno.

Josh P.O.V.

Trato de no derramar lágrimas al decir todo ese bonche de palabras, porque claramente me estoy desgastando la garganta de tanto empujar el nudo hacia abajo, para poder sonar seguro. Pero mis ojos van a cristalizarse si no me controlo a mí mismo.
Tyler se encuentra inmóvil ante mis palabras, pero en un movimiento repentino me toma del cuello, con su mano firme, no hay rastro de que esté temblando. Me acerca y me besa, con dulzura pero a la vez frialdad. Como demandando algo. Como esos besos llenos de rabia y rencor, pero que realmente quieres darlos.

—No quiero que lo hagas. —Digo por fin dejando que mi lado emocional salga. —No puedes... —Al mirarlo a los ojos veo al chico que ama el matrimonio, que ha sido mi amigo, no una especie de amante extraño. Veo al verdadero Tyler, con sus ojos abiertos y algo rojos por el cansancio. Y sé que no puedo jugar así con su mente. —No puedes estar conmigo. Por favor.

—Me gusta sufrir.

—Basta, en serio. Vete ahora. —Demando con un cierto tono de broma. Como cuando un padre regaña a su hijo. Pero, después de la risa, me mira serio. Sin una gota de duda en todo su cuerpo.

—Josh, éste será mi problema. Pero también mi decisión. Y te aseguro... Te aseguro por Dios, que no te quiero dejar ir ahora.


Me siento sucia por escribir cosas lindas cuando soy un alma cruel.

Behind Øur Reality [#FueledByPremios2017]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora