Capitulo 1. "Primer día"

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Apoyé mi cabeza en la ventanilla mientras miraba el cielo nublado y algunos rayos de sol que luchaban por ganarle a esas espesas nubes. El autobús se detuvo en un semáforo en rojo y pude apreciar como las hojas caían proporcionadamente y dejaban en las aceras un suelo de colores en los que predominaban el naranja y el rojo.

En mis auriculares resonaba "Give me love" de Ed Sheeran. Mis manos se retorcían nerviosas en mi regazo sin obligarlas. Simplemente no podían dejar de moverse. Mientras observaba por la ventanilla, mi mente comenzó a volar. Las personas pasaban sumergidas en su mundo, algunas con demasiado abrigo y otras simplemente con un sweater. De pronto, de tanto observar, me di cuenta de que el edificio que estaba justo en frente de mí, era mi respectiva nueva escuela. ¡Tenía que bajarme aquí! Levantándome deprisa de mí asiento, agarre mi mochila y corrí hacia la puerta por donde se descendía. Apurada, salí del vehículo y me apresure para cruzar la calle y llegar a mi destino. Estaba agitada, el corazón me latía rápidamente y la mochila se me caía por la forma de respirar. Al llegar a la acera, trate de calmarme para decidirme a entrar; varios chicos y chicas caminaban hacia la entrada charlando con sus amigos y otros, entraban sumergidos en sus mundos, ignorando a los demás. No paraba de dirigir mi mirada hacia todos lados, no estaba nerviosa, solo que todo me parecía tan raro.

Estaba en un país completamente desconocido para mí, había visitado muy pocas veces Inglaterra y siempre había sido de la mano de mi abuela. Ella aún seguía aquí en Inglaterra, pero era demasiado mayor como para acompañarme en mi primer día en el Instituto Particular de las Bellas Artes. De todas formas, agradecí un poco que ella no pudiera acompañarme porque la mayoría no venia acompañado.

Las paredes del exterior del Instituto eran de color rojo ladrillo, con las ventanas de un notable negro y, en las paredes, se hallaban bonitos grafitis y algún que otro bello paisaje. Había una ancha acera que te llevaba hasta la puerta principal y luego se abría a los lados rodeando el edificio, dándote varios caminos para elegir para que pudieras movilizarte por donde quieras, también, dejando en el medio, el bello patio del Instituto. Este se encontraba lleno de árboles bastantes grandes con, la mayoría de sus hojas, caídas y logrando hacer una manta sobre el césped verde.

Me dejé llevar por el impulso y el entusiasmo, mirando el reflejo de aquella chica que caminaba decidida pero tranquila hacia la entrada para atravesarla y preparada para enfrentarse a cualquier obstáculo que le colocaran. Aquella chica que estaba vestida con unos simples jeans ajustados, con borcegos negros, una remera negra y un sweater de lana bastante bonito de color rojo. Mientras que su cabello se encontraba con unos rulos bien formados y le llegaba por los hombros, abrigado por un gorro de lana de color negro; mientras que su color de cabello, castaño, resaltaba en su sweater. No estaba mal vestida. Estaba simple y además, me gustaba. Era mi ropa, era mi estilo.

Empujé la puerta de vidrio y me adentré a aquel nuevo Instituto. Los casilleros se encontraban a ambos lados del corredor y eran de color rojo. Había muchos pasillos a ambos lados y no sabía en cual adentrarme. Según el papel que me habían dado cuando vine a inscribirme, me tocaba el salón 1A "El comienzo de todo". Al parecer, cada uno de los salones se encontraban nombrados por el nivel o eso creo. Mi horario era:

8hs a 9hs: Historia del arte.

9hs a 10hs: Historia del arte.

Receso de 20 minutos.

10:20hs a 11:20hs: Literatura.

11:20hs a 12:20hs: Teatro.

Receso de 20 minutos.

12:40hs a 13:40hs: Música.

13:40hs a 14:40hs: Música.

Almuerzo. (40 minutos)

15:20hs a 17:00hs: Bellas artes.

Hasta las 17hs no llegaba a casa a descansar. ¡Qué agotador! Mi celular vibro en mi bolsillo trasero y lo saque para ver el mensaje.

"¡Buena suerte, amor! Que tengas un lindo comienzo. Me encantaría estar ahí, pero no puedo. Date un abrazo bien fuerte por mí... Te amo, cariño. ¡Suerte!" era mamá.

Sonreí tontamente ante el bonito mensaje de mi madre, me pregunto que hace despierta a esta hora. Según mis cálculos eran como las 4 de la madrugada en Argentina. No me gustaba dejarla a mamá sola, tampoco me gustaba estar en otro país, pero este era mi destino. Si yo me graduaba de acá, saldría con varias puertas abiertas y me convertiría en una actriz reconocida... Tal como siempre lo soñé. Pero tampoco es que ella estuviera sola, papá estaba con ella. Iban a tener su tiempo a solas para que pudieran conversar y, tal vez, se arreglarían las cosas para que dejaran de pelear porque el dinero no alcanza o por cosas por el estilo.

Seguramente, se deben estar preguntando como es que no tenemos dinero y estoy en Inglaterra estudiando en una de las mejores escuelas de actuación del mundo. Bien, estoy en esta escuela porque estoy becada gracias a mis buenas calificaciones y mis recomendaciones de una de las mejores escuelas de Argentina, la cual fue pagada por mi abuela. El pasaje me lo pagué yo trabajando casi dos años en una cafetería en el centro de la ciudad de Buenos Aires. Tengo 17 años, ya puedo trabajar. Y bueno, mi estadía... De eso se ofreció a encargarse mi abuela. Está muy sola y no le vendría mal un poco de compañía, así que, me quedo en su casa hasta que... no lo sé... es por tiempo indefinido. Soy su única nieta, así que, cuando ella lamentablemente se muera yo heredare gran parte de su "fortuna". Y es que, mi abuela vive bastante bien. Ella se vino a vivir a Inglaterra pocos años después de que mi madre se casara. Y aquí, pudo conseguir una vida bastante buena, la que siempre quiso. Cada dos meses o tres, ella nos mandaba tres pasajes para venir a visitarla; y así lo hacíamos cuando podíamos. Por eso, es que conozco un poco Inglaterra. Ella se ofreció a pagarme toda mi educación, ya que la situación en Argentina no estaba muy bien y mis padres apenas podían llegar a fin de mes, entonces no podrían darme la educación que ellos querían, pero ahí interfirió mi abuela Iris y ella pagó mis estudios en uno de los colegios privados más importantes en la ciudad de Buenos Aires. Así que, aquí estoy... en otra escuela importante para estudiar lo que más me gusta hacer... Actuar.

Caminé por el pasillo mirando dudosamente cada salón. Había memorizado el número y la letra de mi salón pero de tantas veces que me lo había repetido, lo olvidé. Sé que suena ridículo, lo sé. Pero entiendan mi nerviosismo. Abrí desesperadamente el papel en mi mano buscando la parte en donde decía el salón al que tenía que llegar. De pronto, un cuerpo pasó apresuradamente por mi lado izquierdo, haciéndome perder el equilibrio. No caí, pero estuve a punto de hacerlo. Aquel cuerpo que había pasado por al lado mío, se detuvo y se dirigió hacia mí con una mirada arrepentida y preocupada, creo que también un poco asustada.

Sentimientos ExtrañosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora