Capitulo 13. "Claro, una puta... yo..."

1K 30 1
                                    

Jamie estaba tan estupefacto como yo, y lo peor de todo era que seguíamos en la misma posición. Él encima de mí, yo debajo. Sin zapatos y mi vestido estaba subido mostrando un poco de mi muslo. En mi imaginación, hubiese reaccionado de manera muy distinta pero… aquí… apenas podía recordar mi nombre.

-         ¡Jamie, quítate! –le susurre haciendo fuerza con mis manos en su pecho-

Se incorporó de inmediato, para luego ayudarme a levantarme. El vestido me incomodaba y lo odiaba. Me sentía realmente incomoda, tanto como por la situación y por lo que llevaba puesto. Jamie se arrodillo y busco mis zapatos para, segundos después, dármelos. Mientras tanto, la chica de cabellera rubia seguía estudiando la situación con su ceño fruncido y esperando la explicación.

-         No es lo que parece –comenzó Jamie como todo chico cuando lo agarran haciendo algo que no debían hacer-

-         ¿No? ¿No es lo que parece? –preguntó sarcásticamente, ella- ¿No estabas arriba de ella como parece? ¿No tiene subido el vestido como parece? ¿No están solos en la habitación con casi nada de ropa como parece? ¿No tenes la camisa desabotonada como parece? ¿No estabas por cumplir tu deseo erótico de tener sexo entre tus instrumentos musicales favoritos como parece? ¡POR EL AMOR DE DIOS, JAMIE! SÍ ES LO QUE PARECE. –Y entonces me dio ganas de decirle que lo estaba exagerando todo que tan solo nos estábamos haciendo cosquillas.-

-         ¿De qué hablas, Camille? – preguntó él confuso, abotonándose la camisa que él propio se la había desabotonado.-

-         ¿ACASO ESTAS SORDO, BOWER? ¡NO ME MIENTAS MAS! ¡ESTABAS POR ACOSTARTE CON ELLA! ¡POR ENGAÑARME CON OTRA PUTA MAS!

Fue en ese momento cuando mi paciencia se colmó, cuando el vaso se rebalsó con una pequeñísima gota, porque ella me había insultado sin haber hecho nada yo, ni siquiera había tocado a Jamie con esa intención que ella pensaba. ¡ME HABÍA LLAMADO PUTA! ¡A MI! ¿Acaso eso era posible? Soy la chica más virgen y santa que puede hallarse en ese sentido. ¡No iba a dejar llamarme puta por una idiota rubia! Y además, también ayudaba mi carácter fuerte que tenía para pelear y hacerle frente a la platinada.

-         ¿QUIÉN TE CREES QUE ERES PARA LLAMARME PUTA? –Le grité parándome y plantándome en frente de ella- ¿TE DAS CUENTA DE LO QUE DICES? ¡NI SIQUIERA ME CONOCES! Y YA TE ESTAS IMAGINANDO COSAS QUE NO SON. ¿CÓMO TE ATREVES A LLAMARME DE ESA MANERA SIN SIQUIERA SABER MI NOMBRE, IDIOTA? –continué gritando, la ira se me subía a la cabeza y estaba a punto de lanzarme hacia ella pero… me gano de antemano-

Caí contra el piso helado, el golpe en la cabeza se iba esparciendo por esta y apenas podía ver bien. Había desarmado mi peinado para tomarme de mis cabellos y entonces ahí comencé a darme cuenta de lo que sucedía. Ella me estaba golpeando. Se encontraba arriba mío tomándome del pelo y tirándomelo, las raíces me dolían pero no iba a dejar que una rubia platinada me ganara. En cuanto, ella me tiro para arriba con el cabello mis manos fueron directamente a parar al de ella. Su pelo era suave y sedoso, pero no tenía tiempo para describir lo perfecto que era. La adrenalina recorría cada centímetro de mi cuerpo, el corazón estaba acelerado y más que nervios estaba enojada. Tire de su cabello hacia atrás, lo que la obligó a tirar su cabeza hacia atrás. Sentí las manos de un tercero tratando de quitar a Camille de encima mío, tal vez, no era por estar defendiéndome a mí, sino por el simple hecho de protegerla a ella. Largue un grito de dolor en cuanto sentí su tacón clavándose en mi costilla. Ella había sido levantada por Jamie y yo me hallaba revolcada en el suelo acurrucándome, haciéndome más pequeña por el dolor que ella me había ocasionado. El ardor se expandía de a poco, tan lentamente que era como una tortura y entonces sentí una patada en mi estómago. Ya estaba cansada de que ella me golpeara y aunque el dolor me torturara, me levante como pude. Las piernas me temblaban, mi vestido estaba todo enmarañado, mi cabello todo enredado y apenas podía levantarme firmemente. Jamie tenía entre sus brazos a Camille, mirándome preocupado. ¿Tan mal me veía? solo habían sido unos golpes.

-         ¿QUIERES CALMARTE YA, CAMILLE? –le grito Jamie frustrado.-

-         ¡NO! ¡SUELTAME! ¡DEJA QUE LA GOLPEE, ES OTRA TROLA MAS, SE LO MERECE! –El calor me bajo de repente y volvió a subir rápidamente, como si hubiera tragado saliva.-

-         ¿A QUIEN LE DICES TROLA, INTENTO DE BARBIE TRUCHA? –le grite buscando algo para apoyarme y estabilizarme-

-         ¡A TI! –Grito enfurecida y con aires de superioridad. Se deshizo de los brazos protectores de Jamie y se abalanzo contra mí, tirándome otra vez al suelo, pero logrando esta vez que me golpee la cabeza con la pata de la cama. Sentí como ella me intentaba dar un golpe en el estómago que se hallaba dolorido, y lo logró pero poco tiempo después fue arrastrada al otro extremo de la habitación por Jamie.

-         ¡____! ¡Cariño! –escuche la voz de mi abuela y su espanto en ella-

Sentimientos ExtrañosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora