Capitulo 22. "Esa cosa llamada 'extrañar' ".

934 45 7
                                    

Prendí mi notebook por unos pocos minutos y vi que justo estaba conectada mi familia en Skype. En casa eran como las 6pm o 7pm, tendría el tiempo suficiente como para hablar con ellos aunque sea unos minutos. Eran las 10:26pm y en realidad moría de ganas por verlos aunque sea, a través de una pantalla.

“Llamando a Familia Jones”

“Jones” Que apellido tan tonto en una Argentina. Recuerdo que, cuando era más pequeña, mis compañeros siempre me decían que era una inglesita por mi apellido. Odiaba eso, quería un apellido normal. Uno aburrido aunque sea, pero no. Especialmente cuando tenía entre 3 o 4 años e iba al Jardín de Infantes, los nenes me burlaban con mi apellido. ¡Dios ilumínalos!

-         ¡¿____?! –habló mi papá-

-         ¡Holi! –hablé activando la cámara de mi Notebook y pude verlo a él también-

-         ¡¡¡____!!! –exclamó sin poder creerlo aun y veo como mamá asoma su cabecita.-

-         ¡¡¡¡____!!!! –exclamó ahora ella feliz.-

-         Sí, ¡HOLA! –dije sin poder evitar mi risa- Soy yo, sigo viva –dije en broma-

-         ¡Dios! –susurró- Claro que sos vos, hija. ¿Cómo estás? –se apresuró ella a preguntar-

Sus voces, sus rostros. ¡Jesús! Yo realmente los extrañaba, no lloro por orgullosa pero si no me estuvieran viendo lloraría a mil mares. Quería abrazarlos, fastidiar a papá, darle muchos besos a mamá, comer su deliciosa comida y el delicioso asado que papá hacia mayormente los domingos. Quería volver a casa, dormir en mi cama, desparramar mi ropa por el suelo apenas llegue del colegio, escuchar a mamá regañarme por el desorden hecho en tan solo segundos. Quería volver. Quería ir con ellos. Quería que ellos estuvieran conmigo, quería verlos todos los días por la mañana y que papá me moleste por mis cabellos revueltos. Quería volver a salir al patio y encontrarme con Renata –mi perra que es una Golden Retriever-. Jugar con ella a la pelota, que me busque para que la cepille, que le haga caricias, llevarla a pasear. ¡Dios! Extrañaba jodidamente casa.

-         Los extraño mucho –murmuré- no es como en casa, es todo tan diferente. Realmente quisiera volver a casa por unos días y ver toda la normalidad de las cosas ahí.

-         Nosotros también, ____ -admitió papá- Renata está como loca porque no supera que te fuiste. Es como que no lo cree, busca a alguien que juegue con ella a la pelota –sonriendo asentí al escuchar el nombre de mi mascota- Hay veces que cuando vuelvo del trabajo, juego con ella pero se nota que te extraña.

-         Es extraño no escucharte cantar por la casa –murmuró mamá cebándole un mate a papá- se me hace complicado asumir que no hay gritos de tu papá y vos jugando a lo bruto. ____ no es lo mismo casa sin vos –asentí dándole a entender que aquí tampoco era lo mismo sin ellos-

-         Ya sé, pero supongo que en unos meses ustedes podrán venir a acá o yo voy a ir para allá –busqué una esperanza entre aquel sentimiento de soledad- o capaz, algún fin de semana largo puedo hacerme una escapadita para allá. La abuela no tendrá drama.

-         Claro que sí, vamos a ver cuando tengamos algún ahorrito guardado para ir a Londres. Ya sabes el pasaje es lo más caro. –

-         La abuela se los puede conseguir, ella tiene muchos contactos.

-         Sí, ____ pero no es tan fácil como parece, además vamos a poder juntar para comprar dos pasajes –dijo papá-

-         ¿Traerán a Renata, no? –ellos asintieron felices- ¿pueden entrarla ahora que quiero verla? –papá miró a mamá y ella asintió rendida- ¡¡¡¡¡IUPI!!!!! –grité de felicidad saltando de la cama.-

Sentimientos ExtrañosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora