Capítulo 12.

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   Mara entró sigilosamente por los ductos de aire del edificio Memories, donde se encontraba el cuerpo de Cervix. Quitó una rejilla con mucha cautela, salió y la volvió a poner. Se dirigió hacia el sótano y al llegar al cruzar cierto pasillo, se topó con un guardia. Este, sorprendido, sacó su arma pero Mara en un veloz movimiento, la tomó y golpeó su muñeca haciendo que la soltara. Luego la tiró al suelo y le golpeó en la entre pierna para luego golpear su cabeza en la pared y dejándolo fuera de combate.

—Lo lamento oficial... Bridge —dijo mientras miraba su credencial.

   Mara sintió un arma en la cabeza y luego escuchó cómo el oficial le quitaba el seguro.

—Pon las manos donde las pueda ver —le dijo el vigilante.
—Escucha, no es lo que parece. No vengo a robar o a hacer algún daño, de hecho vengo a hacerle un bien a la humanidad —le contestó ella.
—¿Qué? ¿Revivirás a Cervix? —le dijo en tono sarcástico.
—... pues de hecho sí.
—Muy graciosa. Date la vuelta lentamente y pon las manos donde las pueda ver, no lo voy a repetir.
—No hace falta.

   Mara giró y apartó el arma con su mano para luego golpearlo en la garganta. Seguidamente le golpeó en el estómago y con su rodilla le golpeó en la cara. Tomó su arma de la espalda y la estrelló fuertemente contra su cabeza y cayó noqueado. Sin perder más tiempo, tomó su credencial y se dirigió hacia el sótano. Puso en el identificador la tarjeta del oficial y la puerta se abrió. Un ligero aire frío le golpeó en la cara y con temor se adentró en la oscura sala. La puerta se cerró y al adentrarse un poco más, un féretro salió del suelo con el cuerpo del héroe caído. Al acercarse vio a Cervix con cierta tristeza y sin perder más tiempo, golpeó el vidrio que estaba sobre él quebrandolo y dejando expuesto su cadáver. De su cinturón sacó una pequeña caja. Esta contenía el Soyer, una roca con extraordinarios y grandes poderes. Similar al Trilux en muchos aspectos aunque diferente en utilidades. Con sumo cuidado, la joven tomo la roca con sus manos y lentamente la llevó al pecho del héroe, una vez ahí la roca comenzó a brillar en un color rojo carmesí. Mara pronunció unas palabras en un lenguaje no identificado y la piedra comenzó a brillar aún más y de esta salió un espíritu. Un enorme ser poderoso que se fusionó con el cuerpo del héroe. La oscuridad se apoderó de la sala nuevamente y al cabo de unos segundos, Cervix abrió sus ojos y su boca de donde salió una iluminación del mismo color al espectro. Un fuerte grito de dolor le acompañó y luego un silencio. Las luces normales de la sala se encendieron y Cervix volvió a despertar gritando pero esta vez se quedó ahí.

—¿Eres Cervix? —preguntó la chica algo confusa.
—¿Dónde estoy? ¿Qué es este lugar? ¿Qué pasó? —lanzó el resucitado héroe.
—Mi nombre es Mara, soy la protectora de Los Cósmicos. Espíritus poderosos que viven en objetos normales en este mundo. Soyer acaba de fusionarse contigo, además de revivirte, te aumentó tus habilidades. Escucha, hay una gran tormenta que se avecina. Los Cósmicos están en peligro, es por eso que uno de ellos se fusionó a ti. Yo no tengo el poder suficiente para protegerlos, al menos no estando sola. Necesito de ustedes, ellos necesitan de ustedes, David.
—¿Qué pasó con Omen? ¿Lograron atrapar a Simons?
—No. Luego de tu muerte ellos perdieron la esperanza, se separaron por un tiempo. Hoy Simons comenzó a abrir el portal para Moleq usando a Kosk y... aún no hay señales de ellos. Aunque el Jet ya no está en la terraza de su edificio.
—Se reagrupan. Debo volver allá y ayudarles.
—Escucha, hay algo peor que viene en camino.
—Mara, agradezco a ti y a Soyer con toda mi alma que me resucitaran pero ellos son mis amigos. No voy a dejarlos morir. Y si perdieran, Moleq tomará a todos Los Cósmicos y los usará en su propio bien. Debo impedirlo o nuestra tormenta se convertirá en catástrofe.

   Mara se quedó pensativa unos segundos y luego asintió.

—Un problema a la vez, te ayudaré con lo tuyo pero tengo trabajo que hacer ahora.
—Bien, te acompaño —dijo Mara decidida. David la miró por unos segundos— Si tú me vas a ayudar, yo te voy a ayudar.
—De acuerdo, antes debo hacer una pequeña parada.

   David y Mara salieron de ese lugar mientras ella le decía todo lo que había sucedido en su ausencia. Cervix la llevó al antiguo centro de mando. El joven no pudo evitar sentir nostalgia y sus ojos se aguaron un poco debido a sus recuerdos de ese lugar y el contacto reciente que tuvo con Isaac.

—Aquí fue donde todo empezó ¿Cierto? —preguntó la joven.
—Así es. Estos son los cimientos de lo que Omen es hoy. Bien amiga, veamos si aún estas por ahí.

   El héroe tiró de una palanca y luego presionó un botón rojo que encendió todo el polvoriento equipo que estaba ahí y despertando a Katarcys de su inactividad.

—Conectando a la red... Conexión exitosa. Recalibrando los sistemas. Sistemas recalibrados. Buenas tardes, señor Fisher. Es bueno volver a verlo después de mucho tiempo —le dijo con una voz jovial.
—Gracias Kat. Aunque me hubiera agradado que fuera en otras condiciones —contestó David— Necesito de tu ayuda para volver a la guerra.
—Esperaba que dijera algo así. Omen se encuentra camino a Dubai, el joven Banx partió en el Jet en busca de los miembros actuales. Señor... me temo que —Katarcys hizo una breve pausa— Han secuestrado a Carim.

   Cervix le dio un fuerte golpe a la mesa y la quebró.

—Kat buscala. Ese hijo de...
—Revisaré en todas las cámaras y seguiré su rastro. Prometo encontrarla, señor.

   David se dirigió a su traje y tras ponerselo, voló a toda velocidad hacia Dubai.

—Oh si. La que no puede volar —dijo Mara.
—Hay un traje femenino que podría gustarle, señorita.
—A falta de opciones...

   Katarcys sacó una cápsula del suelo con un traje mitad robótico. La cápsula se abrió y ella se colocó las piezas que junto con el traje que ella andaba, hacia una buena combinación. Sin más que hacer, también partió rumbo a Dubai a luchar contra Simons.

Omen 2: Doctor IridioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora