Omen 2: Doctor Iridio

Capítulo 3.

   David descendió en cierta parte del camino para continuar su recorrido en bus mientras Kimberly se adelantaba. Todas las personas en el bus lo veían de forma extraña debido a su aspecto. La barba de él estaba considerablemente larga y su cabello tenía años de no cortarlo. Una niña pequeña lo miró por algunos segundos y el héroe le sonrió, rápidamente su madre le regañó y le apartó de su vista. Cuando al fin llegó al edificio de Omen, se detuvo en la estatua en honor a Isaac.

—Genial ¿No te parece? —le dijo el joven refiriéndose al edificio.

   David siguió caminando hasta entrar en él. El guarda de seguridad lo detuvo y por algunos segundos estuvo buscando la forma de impedir que ingresara al lugar.

—Descuide oficial Irons. Él viene conmigo, no hay de que preocuparse —dijo Kim quien asumió que no lo dejarían ingresar.
—Las cosas han cambiado mucho David. Ahora hay alguien que nos está supervisando y debemos dar un reporte luego de cada misión. Supongo que te resultará tedioso. —dijo Kim.
—El gobierno quiere tener control de todo lo que quiera pero debes entender que no es así. Esto no es trabajo en equipo, es sumisión y hasta ahora están haciendo un buen trabajo en eso —contestó con algo de enojo.
—Vamos al piso 11, tengo que presentarte al Agente y Director Jackson. Él te pondrá al tanto.
—Hay tres cosas que quiero hacer luego de hablar con él y antes de ver a mi familia.

   Kim lo miró con algo de intriga a su petición.

—Quiero una buena ducha, rasurarme y por último cortarme el pelo —dijo David.
—Créeme que nadie te lo negará —contestó Kim bromeando.

   David se puso una máscara improvisada y entró al centro de mando.

—Director Jackson, Cervix está de vuelta —le dijo Kim.
—Cervix soy el director Kevin Jackson, es todo un placer y honor conocerle.
—Gracias Director, el placer es mío —contestó el héroe— Bien ¿en qué puedo ayudar?
—Sólo queremos asegurar el éxito de la misión. Si todo sale conforme a lo planeado, no tendrás si quiera que aparecer. En caso que se nos escapara de las manos, también confiamos en tu destreza en el campo y experiencia para manejar las cosas —dijo el Director en un tono muy tranquilo.

   Cierto agente se acercó al Director y le susurró algo al oído de él que David pudo escuchar.

—Director Jackson, el Presidente.

   Él giró y sobre la enorme pantalla que estaba al frente, la imagen del Presidente en su escritorio iluminó toda la sala.

—Kevin, ¿hay noticias sobre Cervix? —dijo de inmediato.
—Señor Presidente, él acaba de llegar. Se encuentra justo aquí en la sala —contestó Jackson.
—Vaya, todo fue rápido. Cervix, me alegra que hayas accedido a ayudarnos. ¿Cuánto tiempo ha pasado? —le dijo el Presidente.
—Seis años, cinco meses y doce días —contestó con tristeza.
—Lo lamento hijo. Me gustaría hablar algunas otras cosas contigo antes de que la misión termine —dijo el Presidente.
—Iré en cuanto me ponga al corriente con todo por acá. Le informaré —contestó.
—Bien. Caballeros —se despidió.

   El director suspiró en una muestra más de molestia que de estrés.

—¿Cómo fue que Arthur llegó a la presidencia? —preguntó Cervix.
—Así es la política. No se trata de rangos o experiencia, todo es por influencias y Arthur tiene muchos contactos interesantes —respondió el Director.
—Sirius y yo lo investigamos por varios meses pero nunca se abrió un poco para poder probar su corrupción.
—Sí, es cuidadoso en lo que hace. Cervix, creo que es todo por ahora —dijo Jackson.
—Director Jackson —se despidió.
—Cervix. Gracias por la ayuda —contestó.