Capítulo 4.

379 20 2
                                    


   Cuando llegó de nuevo a casa, David encontró a su madre quien estaba extremadamente feliz de volverlo a ver.

—¡David! ¡Cuanta falta me haz hecho! —exclamó Melina con lágrimas en sus ojos.
—Y tú no sabes la falta que me haz hecho a mí mamá —contestó mientras la abrazaba.
—Sólo mírate. Te vez... muy diferente. Más alto, más torneado. Luces de maravilla —dijo Melina sonriendo.
—Gracias mamá.
—Asumo que ya viste a Carim —dijo Melina con una sonrisa misteriosa.
—Ya la vi pero no he hablado con ella. Iré en un rato quizá.
—Estoy segura que los Jansen se alegrarán por tu llegada. ¿Te volverás a ir?
—No lo sé. Dependerá del resultado de la misión y de cómo fluyan mis poderes. Si algo no anda bien, volveré al entrenamiento.
—Entonces espero que lo que hayas aprendido en estos años no se vaya a esfumar ahora que necesitamos de Omen.

   David sonrió y una vez más abrazó a su madre. Melina sabía que no podía detener a su hijo ni hacerlo cambiar de opinión. Su decisión, a pesar de no agradarle, la respetaba porque habían muchas más cosas en juego que los deseos de una madre. Luego de hablar con su madre y hermana de lo que les había sucedido en los últimos años, David salió al supermercado a buscar a Carim. Al llegar, vio que aún estaban limpiando el desastre que había ocurrido hacía algunas horas y de nuevo la vio en el mismo lugar que la vio anteriormente. Se quedó afuera mientras esperaba que su jornada laboral acabara. Tras dos horas de espera, ya no la vio más en su lugar y minutos después estaba saliendo hacia su casa. Rápidamente se levantó y camino hasta estar frente a ella.

—¿David? —preguntó algo confundida.
—¡Sorpresa! —le dijo algo inseguro.
—¡David! —Carim se tiró sobre él a abrazarlo, luego lo besó con ese amor y dulzura que tanto enamoraba a David— No puedo creerlo. estas... ¡Estás de vuelta!
—Y tú sigues tan hermosa como la última vez que te vi.
—¿Y qué decir de ti? —le dijo sonriendo.
—Serías la cuarta persona en decirme que estoy más alto y más torneado que hace algunos años —dijo en tono gracioso.
—Pues, no te diré eso. Diré que estas más... atractivo que antes.
—¡Gracias! Eso es todo un cumplido —dijo riendo.
—De nada, señor Fisher —dijo Carim mientras lo abrazaba y luego lo besaba— Voy a casa ¿Quiéres venir?
—Claro, me encantaría. Tengo que saludar a tu madre.

   Carim tomó de la mano a David y caminaron hasta su nueva casa. Los Jansen se mudaron de casa previniendo otro ataque a su familia por lo que fue obligado a hacer Sebastian.

   Luego que llegó de la emergencia, Joshua Blake se cambió su traje y notificó que saldría. Liam fue a la habitación de Kim luego que salió.

—¿Tú viste a Joshua mientras peleabamos ahora? —preguntó Liam.
—Luego que cambió de forma, no. Sabes que es casi imposible detectarlo. Supongo que es un punto a favor —contestó.
—Lo es. Si estuviera en nuestro bando.
—¿A qué te refieres? —preguntó Kim sorprendida.
—Sólo digo que deberíamos ponerle algo para identificarlo —contestó Liam y se fue.

   Kim se quedó pensando unos segundos en lo que Liam le dijo. Se colocó un par de medias y fue a la cocina donde estaba Karina hablando por teléfono con quien la había cuidado en el orfanato.

—... si mamá, estoy bien. La escuela de aquí me ha recibido muy bien, no te preocupes. Llegaré cuando el semestre acabe, lo prometo —decía— ¿Qué? Mamá sabes que no vengo buscando pareja, es sólo trabajo y ahora tengo mucho como para preocuparme por eso... Adiós mamá. Te quiero.
—¿Vienes por trabajo? —le dijo Kim.
—Sí. Ella cree que sigo de profesora. No quiero cargarla con una preocupación más. Ella ya tiene muchas —le contestó.
—Ella no es tu madre biológica ¿cierto?
—No. Ella es quien me adoptó en el orfanato. Mi verdadera madre murió hace 3 años. No fui a su entierro. Una parte de mí sentía cariño por ella pero no el suficiente como para ir.
—Te entiendo. Mi padre golpeaba a mi madre y mi madre a mí. Luego me fui de casa, a los años me raptaron, experimentaron conmigo y... henos aquí. —dijo mientras sacaba el cereal de la alacena.
—Me siento mucho mejor con Cervix de vuelta.
—También yo. Él tiene más experiencia en esto, después de todo es el héroe del pueblo, como le llaman ahora.
—¿Lo conociste? A Sirius.
—Sí. Y era esa persona que te inspira a hacer lo que quieres. Alguien en quien confiar. David tiene mucho de él.
—Lo lamento. —dijo con nostalgia.

Omen 2: Doctor IridioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora