Capitulo 3

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Harry despertó temprano. Quien sabe por qué tenía esa sonrisa en los labios. Pero hoy, al menos solo por hoy, dejaría de pensar en todas esas complicaciones de alto calibre. Basta de guerras, basta de muertes. Solo quería descansar, ya había tenido mucho.

A pesar de todo, no podía dejar de preocuparse por su padre, de lo mucho que lo extrañaba. Tenía miedo de haberlo dejado solo. Por lo que él contaba, tenía a dos hombres protegiéndolo. Nada de qué preocuparse.




Louis se encontraba en su habitación, ajustando las cámaras de seguridad. Estratégicamente puestas en cada esquina de la cabaña. No quería correr peligro. Él siempre iba primero, a dos o tres pasos del enemigo. Si algo pasaba en aquella cabaña, él lo sabría. Encendió su laptop, verificando una vez más los puntos en los que las cámaras enfocarían. ¿Y si ponía una en la habitación de Harry? Sonrió. La idea le daba vueltas en la cabeza. Anoche, con tan solo recordarlo, empezaba a estremecerse. Igual si ponía una cámara en su habitación, Harry nunca lo notaría, y él sí que lo disfrutaría.

-¿Louis? -Harry lo sorprendió. Recostado en el borde de la puerta. Louis se volteó a verlo.

-Buenos días. -Dijo asustado. Nervioso. No esperaba al rizado a esas horas.

-Hola. -Sonrió él. Bajó la cabeza. No podía evitar sentirse atraído. A pesar de estar despeinado y adormecido, Louis se veía igual de guapo. -¿Qué haces?

-Nada importante. -Se puso de pie. -Oh, bueno, sí. Pero no creo que lo entiendas.

Harry puso los ojos en blanco.

-¿Es muy difícil para mí? -Se le acercó un poco. A paso lento. Louis lo miró de reojo. Lo sentía cerca. Cerca igual que anoche.

-Sí. -Le respondió. Una sonrisa se formó en sus labios.

Casi nunca sonreía. Pero ahora, era diferente.

-¿Por qué?

-Porqué son cosas de seguridad. -Dijo aún concentrado en su laptop. Harry mordió su labio inferior.

-Te tomas tu trabajo muy a pecho.

-Así es siempre.

-¿Y nunca descansas? -La mirada de Harry se hizo esta vez más profunda. Miraba directamente a sus labios. Louis sentía aquellos reflejos que lo hacían ver cosas que lo harían perder el control. El rizado se acercó más. Un poco más y dejaría todo ese trabajo a un lado, y terminaría por acostarse con este. Harry lo excitaba. Demasiado. ¿Quieres que descanse contigo, cariño?, pensó, y no tardaría en hacerlo realidad si este seguí así.

-¿Me dejas terminar con esto, por favor? -Le preguntó serio y frío. Perdiendo toda esa conexión que por un momento había sentido con él. Harry dio unos cuantos pasos hacia atrás. Se sentía completamente ridículo. ¿Qué había pensado? ¿Qué un hombre como Louis no se resistiría? ¿Qué lo dejaría todo por tener un buen rato con él? -Tengo cosas importantes que hacer.

-Louis, nada va a pasarme. -Murmuró sonrojado. No sabía por qué demonios seguía hablándole.

-Mientras andes provocando por ahí, tal vez sí. -Dijo Louis, con el deseo de alejarlo, así podía hacer su trabajo.

Ni si quiera la miró. Solo lo dijo lo que pensaba, lo que creía. Pero, ¿es que acaso era tan insensible como para decirle eso? Harry sintió como aquellas palabras le resbalaban en el alma. Herido. Ridiculizado. Se sentía humillado, humillado por ese imbécil. Y no aguantaba ni un minuto más su jodida indecisión, cuando anoche le había parecido verle coquetear con él.

-Vete al infierno. -Dijo fuerte y claro. Para que Louis pudiera oírlo. Le dedicó una última mirada, de las peores. Molesto. Esta vez, verdaderamente lo estaba.

Salió de la habitación de Louis, mientras tiraba la puerta con fuerza. Ese hombre podía hasta con su buen humor, lo hacía perder el control, lo hacía enfurecer tanto, como nadie nunca lo había hecho. Y lo mismo pensaba Louis. Harry se encerró en su habitación. No saldría en todo el jodido día, o al menos eso quería Harry. Odiaba a Louis. Odiaba su maldito carácter. Mierda, todo parecía salir como una completa porquería. Ni siquiera empezaba el día, y ya empezaban a odiarse de nuevo.

Y no seguiría aguantando más las porquerías de Louis y su mal humor. Él era Harry. No cualquier hombre, al que trataban como querían. Era el hijo del presidente. Y Louis, tan solo un jodido recluta que se creía el mejor.

My Bodyguard《Larry Stylinson》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora