Capitulo 12

2.7K 178 8
                                    

Harry despertó más temprano de lo normal. Ese día, quería que fuese especial. Había escuchado en las noticias la mejoría del asunto de la guerra, lo cual admitía, no le gustaba recordar mucho. Ese día no. Louis no había dormido con él, probablemente había estado ocupado anoche, haciendo quien sabe qué. Ya se lo preguntaría.

Fue hasta su habitación, con una bandeja de plata, llena de pasteles preparados por él mismo, un delicioso desayuno, que él nunca antes había accedido a preparar. Tocó la puerta, un par de veces, incluso pensó en preguntar algo como '¿mi amor? ¿Estás ahí?', que bien sonaría aquello, viniendo de sus labios, y aterrizando en los oídos de Louis. Pero solo se atrevió a tocar la puerta.

Kate le abrió. Traía puesta una camiseta de Louis, la reconocía por que traía su olor impregnado en ella. Despeinada. Y sin pantalones, más que con unas jodidas bragas. Abrió los ojos como platos al observar a Harry.

-Señor, lo siento, perdóneme, no quería que me vea así. –Se cubrió, estrujando la camiseta de Louis con sus manos. Harry sintió que vomitaría de la pura sorpresa.

-¿Qué haces aquí? –Preguntó el rizado. Imaginándoselo todo. El corazón se le volvió pequeño, al igual que el pulso, la misma sangre, más fría que nunca.

-Solo vine a...

-¿Dónde está Louis? –Los ojos de Harry se humedecieron. Maldita, maldita mil veces.

-No, no es lo que piensa. –Murmuró Kate. Estupefacta.

Harry observó la cama de él, desordenada, las mismas sábanas en donde ellos dos habían hecho el amor, ahora envenenadas por otra aventura. Los ojos se le humedecieron, muchísimo, el nudo en la garganta creció aún más sin permitirle respirar. Quería morir. Sentía que se desvanecería de un momento a otro. Louis era un maldito Hijo de.... Oh Dios... le dolía. Le dolía muchísimo.

-¿Louis? –Preguntó refortaleciendo la voz. -¿Dónde está él? ¡Mierda! –Gritó impulsivo. Tiró la bandeja de plata, a quién sabe donde. Sus piernas empezaron a temblar, dejándola sin fuerzas, al igual que el agujero en su corazón. Y lo que menos esperaba, Louis salió del baño privado, con una toalla enredada al cuerpo, de la cintura para abajo. Lo miró, sin saber que mirada tener con él, con su... con Louis. La mandíbula no tenía control en él mismo, simplemente sabía una cosa, simple y sencilla, ese mismo día, había perdido todo lo que habían comenzado.

-Harry... yo...

-¿Tú qué? –Preguntó Harry. Llorando. Se volteó, no quería darle el gusto de verlo llorar ni un solo jodido segundo más. –No... no me lo expliques... por favor...

-No es lo que estás pensando, mi vida. –Se le acercó por detrás. Tan rápidamente que ni siquiera Harry lo notó. –Mi amor...

-¡Suéltame! ¡No me toques! –Gritó el menor. Asqueado. Sus manos, ahora habían tocado a otra, tal vez con la misma pasión. –No te atrevas a tocarme, Louis Tomlinson. –Le aclaró. –Que no eres más que un militar de mierda. –Tragó saliva al decir esas palabras. –Te odio... Te odio. -Balbuceó. Volteó hacia Kate, callada, y sin saber que decir. Maldita puta. Siempre lo supo. –Te odio. -Le susurró a Louis de nuevo, otra puñalada, otro bajón, otro golpe. Cerró los ojos, escuchando aquellas palabras que le habían dado justo al corazón, cuanto le dolía. Dios mío, su vida entera se venía abajo, cuando lo vio salir de su habitación, completamente diferente, completamente humillado. Un fuerte impacto, de nuevo, al darse cuenta que tal vez esto, nunca se lo perdonaría

-Louis, déjalo. –Le advirtió Kate.

-Déjame en paz tú, oh mierda... -Se quejó, colocándose un par de pantalones sobre el bóxer. –Mira lo que has hecho.

My Bodyguard《Larry Stylinson》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora