Capítulo 4: Sin Miedo

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Llevábamos viajando por horas, según Robin íbamos para el oeste de New York, yo ya de alguna manera estaba curado. Estaba mirando fijamente en el suelo pensando en Tío Will hasta que una vocecita me interrumpió.
–Luke, ya sé que es tarde, pero...– comentó Chris con un tipo de tono de decepción entregándome una bolsa con estampado de globos. Tomé aquella bolsa y miré lo que había adentro.
–Era el regalo que te quería dar antes de que pasara todo esto...– me regaló una sonrisa humilde.
Metí mi mano dentro de la bolsa y lo que me encontré me había quitado toda aquella preocupación que pesaba en mis hombros; era un cuadro de una imagen de mis padres y yo abrazando a mi hermanita cuando tenía 5 y 2 años, ¡Y tenía mi camisa favorita! Amaba esa camisa. Miré con alegría a mi hermana y le regalé un entusiasmado "Gracias".

Después de un rato de contemplar la foto, la saque de aquel bello marco de madera bien pintado y lo guardé en mi bolsillo. De repente sentí frío, después un calor que subía desde mis pies hasta los hombros, estaba creando sentido de venganza. Quería vengar a mis padres.
–Okay, tomen armas, en unos minutos llegaremos a mi casa de refugio– dijo Emma –por las dudas si no saben manejar sus poderes– dijo tirándome una pistola.
–Tampoco sé cómo manejar un arma!– dije mirando la pistola. Sentí que el auto frenó y Robin se bajó rápido.
–Pero es más fácil que controlar tus poderes– dijo Emma bajándose del auto. Chris no estaba diciendo nada, sólo agarro un arma y bajó. Yo la seguí.

Estábamos caminando por un pequeño bosque, no podía ver casi nada ya que estaba oscureciendo, pero rápido Emma sacó de su pequeña mochila una linterna. Robin estaba atrás de nosotros, mientras Chris estaba detrás mío y yo detrás de Emma. Seguimos así hasta llegar a una pared de piedra que parecía una montaña no muy alta.
–Ahora qué– dije como si no confiara en ella.
Emma sin decir nada puso la mano en un lugar específico en la pared y esta hizo un sonido que retumbó por todo el bosque. La pared se estaba abriendo en dos. No me sorprendió tanto como mi hermana, ella estaba boquiabierta y fue la primera en entrar.
–Chris espera...– dijo Robin. Pero Chris ya había hecho algo, miré hacia la derecha y una ametralladora automática salió de la pared. En un abrir y cerrar de ojos Robin estaba con mi hermana ya al otro lado. Como era posible... no me había percatado que tenía la boca abierta hasta que un insecto voló adentro y yo lo escupí quejándome. Emma se rió y la ametralladora se guardó dentro de la pared de piedra.
–¿Que fue eso?– preguntó mi hermana aturdida.
–Robin tiene velocidad supersónica... te salvó el pellejo– sonrió.
–Uhm... Gracias– le sonrió a Robin y ellos se quedaron mirándose por un rato.
No me gustaba esa mirada.
–Y, ¿por qué tienes una ametralladora automática en tu casa?– dije mirándola raro.
–Seguridad– respondió tranquilamente mientras nos adentrábamos a aquella cueva-casa. Mi hermana estaba alado de Robin, seguían hablando. Y cada rato reían, de alguna manera eso me molestaba un poco.
Emma se me acercó –Tenemos que buscar más de los nuestros...– sacó un mapa y de repente se prendieron más luces alumbrando una gran sala con una mesa circular en el centro, Emma puso el mapa ahí. –Según nuestro código, cada vez que nos "perdemos" necesitamos reencontrarlos en un punto cerca... y eso es...– yo la escuchaba, Chris y Robin se acercaron– Aja! Cerca de La Gran Manzana. ¿Saben cómo llegar?– preguntó seriamente Emma
–Luke y yo vivimos cerca de ahí– dijo Chris.
–No sabes llegar?– pregunté con un poco de burla.
–Nunca he podido explorar New York City...– dijo con un tono como si se le hubiera recordado algo triste y fijó la mirada a otro lado –Espera, ¿Luke?– pregunto volviéndome a mirar cómo si lo anterior no importara.
–Es mi apodo– respondí.
–¿Cómo Luke Skywalker?– preguntó Robin con un poco de asombro.
–Sí, como Luke Skywalker– respondió Chris –Me gusta llamarlo así, ¿no es así, Luke?– me mira con una sonrisa, la sonrisa que yo amaba.
–Sí, Leia– le di una cálida mirada y una calmada sonrisa a mi hermanita.
–Ay que cute, los Skywalker, pero hay gente que buscar, ¿Cuando salimos?– dice Robin con sarcasmo y después mira a Emma.

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