Tras la muerte de sus padres, Christine y Felix están solos en el mundo. Hasta que a Felix le entregan una carta que años después lee y quiere saber más sobre su pasado y descubrir si él y su hermana son los únicos con habilidades sobrenaturales.
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Eran las 4 de la mañana y estábamos de camino al aeropuerto en una van negra y Robin conducía cantando Smooth Criminal. Tengo que admitir que el tipo canta demasiado bien... en serio, muy bien. Emma nos contó que cuando llegáramos al aeropuerto se nos unía una chica que podía controlar el fuego. Se escuchaba genial. Éramos como 5 vans en total al aeropuerto para ir a nuestros distintos destinos. Sentía nervios por lo que íbamos a enfrenar.
No le dije a nadie sobre lo de anoche. No se los quería decir básicamente. No sé por qué. Quería comprobar si era de verdad o solamente era mi mente jugando conmigo, aún que dudaba un poco por qué estaba mi tío ahí. –OH DARLING I WAS BLIND TO LET YOU GOOOO! 🎶– Robin cantó fuerte de la nada sacándome de mis pensamientos. –¡No grites!– exclamó Em molesta. Yo le di una sonrisa burlona y ella al verme me miró mal. –Every street you walk on I leave distance on the ground, following the girl I didn't even want around...🎶– seguía cantando Robin mientras entrábamos al aeropuerto. Chris estaba durmiendo recostada de mi hombro, se veía tan tranquila que no la quería despertar. Vi a Emma sacando su arma color rosa y después la de Robin, me lanzó dos hacia mí, una para Chris y otra para mí. –¿Por qué las armas si tiene poderes?– pregunté mirando mi arma. –Es divertido usar los dos, además, a Robin desde pequeño le fascinan las armas igual que a mí. Y las armas más con los poderes combinados es cool. Y hay veces que no podemos usar nuestros poderes y pues usamos armas... besides, tú no puedes manejar bien tú poder... so, puedes usar armas– dijo con una sonriendo mientras recargaba su arma. Entendía su punto, sinceramente era genial usar armas. Robin se estacionó y desperté a Chris. –Un rato más– murmuró arropándose más con mi brazo. Yo me paré y la cargué como costal de papas hasta reencontrarnos con Harry. Emma se había ido no sé a dónde. Robin se había ido a preparar ya que era el piloto de nuestro yet. –Hola Harry– dije tratando de levantar a Chris. Harry no sé que hizo, creo que cosquillas, pero hizo algo que hiciera levantar a Chris rápido pegándome en la espalda. –Gracias Harry– dije casi sin aire. –¡Lo siento!– me dijo Chris ya levantada y tapándose la boca. –lo siento lo siento lo sientooooo– seguía con las manos en la cara. Harry se reía. Chris miró a Harry mal y le pegó en sus partes íntimas. Me comencé a reír pero paré por qué me dolía la espalda. –¡Mierda! Ahhh...– Harry estaba casi agonizando en el suelo. Mi hermana lo seguía mirando mal. Yo trataba de reírme. Pobre Harry, se iba a quedar sin hijos. Emma volvió con una chica con pelo ondulado y ojos marrones. Ya se me había ido el dolor y Harry se puso de pie de la nada como si no le doliera, pero podía ver su sufrimiento oculto en su cara. –Chicos, ella es...– –Giselle Humphrey, un gusto– sonrió y me estrechó la mano a mí y a Chris, y le guiñó a Harry. –Un gusto Giselle– mi hermana dijo amable. –Ella nos estará acompañando en nuestra misión– dijo Emma mirando a Giselle. Em se veía graciosa ya que era como 10 centímetros más baja que Giselle y tenía que estar alzando la cabeza para mirarla, lo mismo hizo mi hermana. Robin vino corriendo hacia nosotros. –El jet está listo, ya hay que salir– se fue dirigiéndose al jet y nosotros lo seguimos. Harry caminaba con dificultad, trataba de no reírme. Al mirar, ante mis ojos había un jet negro con un estampado de líneas blancas abajo. Era como si fuéramos millonarios.
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