Capítulo 4

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Playlist

Ryan Star - Losing Your Memory.

Sleeping at Last Already Gone.

La lluvia caía y el frío calaba hasta sus huesos.

Siempre sería friolento, dada su estructura física, pero en ese momento no se preocupó de llevar solo una chaqueta ligera y aún menos de su cabello largo escurriendo por su rostro.

El vaho formaba un hilo blanco que ascendía en espiral al cielo al igual que el humo del cigarro, y aunque comenzó a tiritar, no se movió. Continuó ahí, a una prudente distancia, observando todo con atención.

Desde lejos podía visualizar a las personas vestidas de negro, con paraguas en sus manos, observando como el sacerdote recitaba apaciblemente algún salmo que no le interesaba escuchar.

Podía sentir la ropa pesada por la lluvia y el aire filtrándose por su cuerpo, pero no estaba dispuesto a moverse hasta el final.

Los sollozos cada vez se incrementaban más y no podía evitar pensar en lo insensible que se había vuelto con el tiempo. Una persona había muerto pero, aun así, no podía sentir la pérdida.

Era difícil perder lo que no recordaba.

Ni siquiera entendía por qué hacía esto. Tendría que estar en su hogar pensando en algún regalo para el cumpleaños de Ian o en alguna sesión fotográfica para distraerse, tenía tantas cosas que hacer, pero ahí estaba. Velando por alguien no recordaba.

Siguió observando con atención, y sin pensar, escuchó el chirrido de la polea que bajaba lentamente el ataúd que se encontraba frente a los invitados.

No pasó mucho tiempo para que las personas comenzaran a alejarse rumbo a sus automóviles que aguardaban lejos de ahí, dejando al sepulturero el trabajo final.

No se movió hasta escuchar las ruedas de los automóviles pasar sobre los charcos, indicándole que nadie volvería, y recién ahí tuvo la valentía de acercarse.

No supo que decir, y por primera vez desde que llegó, se preguntó que hacía realmente ahí.

Acarició lentamente la lápida donde se leía el nombre del difunto, Jordan Parrish. Sonrió mientras se secaba el agua de su rostro, nunca sabría si esas gotas eran sus lágrimas o simplemente la lluvia que lo golpeaba sin delicadeza.

Volvió a temblar luego de unos minutos e intentó abrazarse a sí mismo para tener calor.

—Gracias— murmuró, cuando sintió el peso de una chaqueta cálida sobre sus hombros—. ¿Cuánto tiempo llevas observándome?— preguntó intrigado.

—Lo suficiente para ver que no has hecho nada— respondió, con voz suave y profunda.

—Liam...

Susurró dejando escapar un sollozo que no hizo más que romperle el corazón a su amigo.

—Está bien, estoy aquí— Stiles sintió el cuerpo de Liam pegado a su espalda y sus manos en su cintura—. Estoy contigo, cariño.

—Lo lamento— susurró—. Ni siquiera entiendo que hago aquí, creí que tal vez... no sé, pensé que era lo correcto pero creo que me volví a equivocar.

—No lo lamentes. Hiciste lo que pensabas correcto y está bien sentirte de esa manera, no puedes reprimir todos tus sentimientos de acuerdo a tu pasado.

Negó mirando la tumba, la tierra se volvió lodo y las flores ya no resaltaban con su belleza inicial.

Era cierto que ya no se esforzaba por recordar, se había rendido y aprendió a apreciar el momento en el que vivía y no en el que vivió, pero a pesar de todo eso ahí estaba, aprovechando de sentir algo que ni siquiera sabía que existía.

Inestable - SterekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora