OJOS COLOR CHOCOLATE

SOLO UN RATO MAS

El viernes después de clases sujete tu chaqueta para evitar que huyeras, ya que las conversaciones en la Academia no me revelaban más de ti además por alguna extraña razón siempre que quería invitarte al club alguien nos interrumpía  evitando que te convenciera.

— ¿Qué pasa Yuri? - no podía creer que te vieras tan lindo al decir mi nombre, peor aún sentí que nunca me cansaria de escuchar tu voz pero este no era momento de pensar en ello.

— Yo... yo también ya me voy, puedo acomparte un trecho del camino - alce mis hombros como si no me importará, de hecho iba a escapar del club con tal de estar a tu lado un rato mas pero no contaba con tu reacción, tu rostro se puso completamente rojo y una sonrisa se extendió por tu rostro.

— ¿De verdad? - asenti un tanto contrariado y de inmediato tomaste mi mano - gracias -  comenzaste a caminar.

Ayer no habías contestado mi mensaje hasta la noche sólo para decir "nos vemos mañama" y no había platicado contigo pero ahora mientras caminábamos y el viento jugaba con tu cabello y hablas tanto que  parecias no tener interruptor de apagado. Me contabas que te habías perdido los días pasados y que tu tía te había reñido por ello, además de que no habían terminado con las cosas de la mudanza.

Curiosamente nunca me había gustado escuchar hablar a alguien que no fuera mi abuelo y de cierta manera me alegraba que confiaras en mi, en el salón no hablabas mucho con los demás, recordé tu rostro lleno de pánico el primer día cuando varios compañeros se acercaron a ti con afán de platicar  pero solo te llenaron de preguntas sin dejarte contestar alguna  y cuando vieron que no dejabas de agachar el rostro se alejaron, aunque pensándolo bien pudo haber sido mi culpa por haberlos visto feo, además de que no se veía que hicieras esfuerzo alguno de hablar con alguien que no fuera yo, quizá es egoísta pero no te quiero compartir.

Me ruborice de sólo pensar eso y de inmediato me agache tratando de entender porque no quería que les prestaras atención a los demás.

- ¿Yuri estas bien? - alce el rostro y note tus orbes achocolatados que me miraban con preocupación - estas algo rojo ¿tendrás fiebre? - vi como te quitabas el guante y acercabas tu mano a mi rostro, no pude evitarlo y recline mi rostro al sentir tu contacto frío, no entendía como aún teniendo el guante tu mano estaba fría - no tienes fiebre - tomaste mi mano nuevamente y comenzaste a correr, yo sólo me dejaba llevar me sentía feliz de que te preocupadas por mi aunque no entendía por que - mi casa está a dos calles y podrás descansar.

Yo sólo podía sonreír no esperaba que me llevarás a conocer tu casa tan pronto y peor a un que me sintiera en el cielo por sólo el contacto de tu mano.

Corrimos las 2 calles pero te detuviste de pronto.

— ¿Qué pasa? - pregunte al ver que volteabas para todos lados.

— Creo que otra vez me perdí - soltaste con el rostro pálido - perdón Yuri siempre me confundo en una de las calles - por un momento me quedé serio sabía que no era correcto pero no pude evitarlo y comencé a reir, reía tanto que el estómago me dolía y comenzaban a salir lágrimas de mis ojos.

— Perdón - logre decir cuando pude controlarme - ah  ¿Yuuri? - tu rostro estaba agachado y temblaban tus hombros, me preocupe al ver las gotas cayendo de tu rostro - perdón de verdad perdón no pude evitarlo - lo abrace y recargue su cabeza en mi hombro - no es malo que nos perdieras - los sollozos se comenzaban a escuchar y yo no sabía que más hacer así que continúe hablando - es normal que pase si no conoces la ciudad - te aferraste a mi con fuerza por lo que entre en pánico y solté - yo te llevaré a casa ok - Asentiste alejando tu rostro de mi. Dios de cerca tus ojos eran aún más hermosos a pesar de estar llenos de lágrimas.

Mientras se calmaba sacó un papel del protector del celular y me lo dio, me arme de valor y yo tomé su mano a pesar del sonrojo que volvía a aparecer en mi rostro por suerte no lo noto y le guíe hasta su casa.

Cuando llegamos su tía estaba en la puerta esperando y se veía sorprendida por que yo le acompañará.

— Pensé que te habías vuelto a perder cerdito - Yuuri se puso rojo hasta las orejas y enseguida volteó a verme.

— Yo lo vendré a dejar - le sonreí a la mujer de cabello castaño - no dejaré que te pierdas cerdo - a Yuuri parecía salirle humo de las orejas mientras que ella no paraba de reír.

— Pasen - soltó su tía una vez que se tranquilizó empujandonos al interior de la casa - al igual que yo deben estar muertos de hambre.

Mi sonrisa se ensancho.

Acompañaría al cerdo todos los días un rato más.

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Hola Hola Hola 😃😃😃😃

Perdón por no actualizar el sábado como lo había prometido 😖😖

Llegué rendida a mi casa después del trabajo y quedé fulminada en el sillon y el domingo no me dio tiempo transcribir así que aquí estoy

😉😉😉

Espero les haya gustado el capítulo de hoy  😆😆😆😆😆😆 muchísimas gracias por sus comentarios y pronto (no se si 2 o 3 capítulos) las cosas comenzarán a ponerse interesantes 😏😏😏😏 (o tal vez no 👿👿👿)

Bueno no las agobio 😜😜😜 pasen buena semana y nos leemos pronto
Recuerden que l@s quiero 😘😘😘😘