(2) > Dame un respiro < (2)
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Ella
Muchas lágrimas salen de mis ojos.
Lo hizo otra vez.
La sangre del enfermero está en el suelo. Su garganta fue cortada como ella quería. El cuerpo se encuentra colgando del ventilador de techo, tan solo por los cables de la electricidad. Los ojos dados vuelta del hombre muerto, me dan pavor.
Qué horrible manera de morir.
¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?
―¡¡Déjame en paz!! ―grito encerrada en aquella habitación del psiquiátrico y la puerta se abre sola, muy lentamente, sin que nadie sea el causante―. No quiero... ―chillo y miro mis manos llenas de sangre.
Un humo negro se esparce por la habitación blanca y trago saliva. Sé que si no la obedezco, algo peor va a pasar, pero no quiero, no... no voy a causar más muertes por su culpa.
―No... no quiero ―insisto.
"¿No quieres jugar? Hey, aliméntame".
Cierro los ojos, un chirrido horrible pasa por mi cerebro, el dolor es agonizante, pero no voy a ceder, lo aguantaré. Cuando deja de hacer ese sonido, los abro, no debí.
Se vengó.
―¡No! ¡Basta! ―grito―. ¡Dame un respiro!
Aquel humo negro me cubre y noto como de la palma de mi mano se abre mi piel, y puedo ver su ojo inyectado en sangre, observándome. Está ahí, no puedo esconderme de ella.
"Delicioso".
Respiro con agitación y muevo mi mano, pero aquella mirada demoniaca me sigue observando. Maldigo el día en que la conocí.
Oigo su risa en mi oído y nuevamente trago saliva.
"Vamos a pasarla bien, Katia".
La habitación se llena de ojos, todos mirándome. Mi respiración es atroz, no puedo contener mis nervios. No hay forma de salvarme de Ella.
―Ya... ya te alimentaste, déjame en paz. ―Sollozo y nuevamente siento el chirrido en mis oídos―. ¡¡Basta!!
De repente el humo desaparece, la puerta da un portazo y me sobresalto cuando otro enfermero entra al escuchar mi grito.
―¡Oh, Dios! ―Mira a su compañero―. ¡Doctor, lo hizo de nuevo! ―grita asustado el empleado y saca una jeringa.
Retrocedo espantada, ya me han inyectado varias veces y yo sigo despierta y la camisa de fuerza no sirve, siempre termina rota en el suelo.
―Aléjese ―le advierto, temo por su vida.
Entonces la escucho.
"Delicioso".
La puerta se cierra con fuerza y el hombre se asusta, no es para menos. De repente las telas de la cama se cortan, formando una especie de soga, estas lo atraen, comenzando a estrangularlo.
"Es el momento".
El hombre chilla, ruega por su vida mientras yo me acerco, pero no puedo hacer nada, Ella me usa como siempre. Mi cuerpo se mueve solo, le arrebato la jeringa y se la clavo en el ojo seguidas veces. La sangre brota de su rostro y comienzo a cortar cada entraña de su cuerpo.
Y para ella es...
"Delicioso".
Una vez termina y el cuerpo queda acribillado, la puerta se vuelve a abrir. Nuevamente con el dominio de mi cuerpo, continúo llorando, pero esta vez la obedezco, escapo del psiquiátrico como era lo que...
Ella quería.
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Delicioso
ЖахиLa carne es su comida favorita. Tu carne. No podrás esconderte, no de ella. *Por Viviana Valeria V. Bella portada por @rousseFD