7. Una muerte no tan deliciosa

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Él

No he muerto por alguna extraña razón, pero es obvio que no me quedará mucho si me quedo en este hospital. Quisiera ayudar a la chica, pero no tengo idea de cómo hacerlo, es hora de trazar algún plan.

Bajo la vista cuando veo sangre que se mueve en el suelo y en mi dirección. Mala señal, ya no hay tiempo. Mis ojos se abren en grande cuando se forma una mano de allí y se lanza a apretar mi cuello.

Genial, moriré antes de planear algo. Nótese mi sarcasmo.

Forcejeo con esa cosa que intenta ahogarme, rodeando mi cuello para apretujarlo, pero consigo zafarme y correr o eso creí. Mi pierna es agarrada y caigo al suelo, oyendo una risa.

―Jared. ―Escucho su voz por primera vez.

Es Katia.

Giro mi vista y veo a la adolescente asustada mirándome.

―Huye ―exclama en tono bajo y puedo notar el miedo en sus ojos humedecidos. Sus labios tiemblan y respira agitada―. ¡Vete de aquí! ―me grita como intentando ayudarme.

Realmente no creo que pueda hacer eso aunque quisiera. Tironeo mi pie, que está enganchado a esa especie de mano sangrienta, que no me suelta. La chica se acerca despacio y de repente cambia de forma, nuevamente veo a la mesera.

¿Acaso estoy soñando? Más parece una pesadilla.

Entonces me doy cuenta, es la misma chica solo que más adulta, es una especie de alucinación. Necesito huir y ver como deshacerme de ella.

La cual ahora sonríe y cuando habla me hace retumbar los oídos.

―Jared, ha llegado tu fin. Me hubiera gustado jugar más contigo, pero... ―Se relame los labios―. Ya no eres tan delicioso y empiezas a ser un problema. ―Su sonrisa se expande―. Es hora que sufras de agonía.

Las luces de aquel hospital tenebroso se apagan y logro soltarme de lo que me agarra el pie. Comienzo a correr nervioso, es obvio que está jugando conmigo antes de querer matarme.

Qué inteligente, vamos a jugar. ―Puedo oír su voz en un eco y respiro agitado, intentando huir.

Hay sombras en el camino, su risa me aturde y me detengo. Algo me raspa el torso, así que grito de dolor. Escupo sangre y mi cuerpo se entumece por una enorme herida.

―Delicioso. ―La veo a lo lejos, lamiéndose los dedos con mi sangre.

¿Cuándo llegó hasta ahí?

Realmente es mi fin. Veo un enorme ojo que se abre en la pared y me estremezco. Es una ilusión, no puede ser real ¿Cómo puede hacer tanto a la vez? Ni que yo fuera el poseído. Entonces me percato, ha tomado el edificio para su show macabro. Miro los cadáveres en el suelo. Se alimenta de la muerte que está presente, por eso puede hacer esto. Ahora comienzo a entender. Si tan solo pudiera salir de aquí.

Corro y comienzo a abrir ventanas ¿Qué es lo contrario de la muerte? Pues la vida, así es como encuentro lo que buscaba, el jardín.

El monstruo intenta atraparme, pero salto la ventana correcta y no cruza a donde voy. Me acerco al árbol y toco su corteza. Me giro para visualizarla, entonces veo a Katia. Ha dejado su forma de adulta, volvió a su verdadero estado.

Una adolescente.

Me mira angustiada, pero no puedo ir hasta allí a ayudarla y eso me frustra. Me doy cuenta que no sale de ahí, es como si ella se hubiera debilitado. Encontré el punto para defenderme, aunque no para salvar a la chica. Y además ¿Por cuánto tiempo puedo quedarme aquí? No se ve factible lo que intento. Me sobresalto cuando la mano de la chica levanta un cuchillo y lo apoya en su propio cuello.

¿Será posible? ¿Es una trampa? No puedo arriesgarme.

Su sonrisa se borra cuando ve que no hago nada y entonces retrocede, yéndose del lugar. Puede que fuera del jardín me esté esperando para matarme. Debo intentar algo nuevo. Ojalá tuviera una visión en este mismo instante, al menos para saber qué hacer.

Dicen que el que no arriesga no gana.

Camino hasta el final del jardín del hospital y visualizo a un hombre moribundo en el suelo. Aún está vivo porque se ve que respira, pero sangre sale de su boca. No me acerco, es una trampa. Levanto la vista y ella con el rostro de Katia frunce el ceño, mirándome con molestia.

Sonrío.

―¿Se te acabaron los trucos?

En realidad a todos. ―Oigo detrás de mí, sin embargo no veo a nadie.

El suelo comienza a destruirse, por lo tanto mis pies se mueven por el temblor. Veo como Katia comienza a vomitar sangre y mi cuerpo se ha paralizado. No hay movimiento alguno de este.

De repente el piso se rompe y caemos en el agujero que se forma. Un enorme cráter que cuando mi cabeza se golpea con el suelo, termino por desmayarme.

En una pequeña visión visualizo el tubo de sangre que había perdido con anterioridad. Abro los ojos de repente dentro de una cueva y veo a la chica inconsciente en aquel lugar oscuro.

Estamos... ¿Debajo del hospital?

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