3.

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Ambos chicos cruzaron miradas, SeHun no se sorprendió de encontrar un extraño frente a él, antes de abrir los ojos notó la textura de la cama y el olor en el ambiente, aquellos factores le hicieron darse cuenta que no estaba en su hogar.

—So...Soy Chanyeol—se acercó a SeHun con lentitud para no asustarle.

—Yo soy SeHun— miraba atento los movimientos del más alto.

—Estas en mi cabaña— se sentó en la orilla de lama observando a SeHun.

—Puedo notarlo— tocó su frente y notó que tenía algo liso en ella además de que olía como a gasolina.

—Es cinta de aislar— comentó Chanyeol al ver la cara de confusión de SeHun.

— ¿Y el olor a gasolina? — preguntó oliendo sus dedos.

—En realidad es carbuclean, la gasolina se me acabó anteayer— SeHun enarcó una ceja, él no sabía lo que era un carbuclean.

SeHun miró detenidamente a Chanyeol, era alto y a comparación suya tenia color en la piel, también su cara era la de un niño, sus orejas eran algo más grandes que las propias, además de que tenía un montón de banditas en su rostro, sin notarlo SeHun se sentó sobre la cama y se acercó a Chanyeol tomando impulso con sus piernas, dirigió sus manos al rostro ajeno, acarició con su pulgar las zonas donde había banditas.

Chanyeol miró a SeHun atentamente y se estremeció ante el cálido tacto, hace tanto que nadie le acariciaba con ternura, tomó la muñeca de SeHun haciendo que este mirara sus dedos cubiertos de cinta de aislar, se zafó del agarre y tomó la mano de Chanyeol, miró al alto pidiendo permiso con la mirada, sin saber para qué pedía permiso Chanyeol asintió, SeHun con su mano libre comenzó a quitar la cinta de aislar de uno de los dedos, cuando esta estuvo fuera miró atentamente la piel que parecía húmeda, giro la mano de Chanyeol y pegó un pequeño brinco al ver los agujeros en la parte de debajo del dedo, miró a Chanyeol con una expresión de preocupación.

— ¿Te duele? — preguntó volviendo a enredar el dedo.

—Para eso es el carbuclean— contestó.

— ¿No se infectará?

—No, el carbuclean resulta mejor que el alcohol o el agua oxigenada.

SeHun miró incrédulo a Chanyeol.

— ¿Cómo te lo has hecho? — preguntó.

Por un momento hubo silencio en el que el más alto se dedicaba a sólo mirar a SeHun.

—Alambre de púas.

SeHun lo miró asombrado, ¿Cómo iba a ser eso posible?

— ¿Tienes hambre? ¿Sed? — preguntó Chanyeol.

—No, estoy bien.

Se miraron por un rato más, Chanyeol disfrutaba de aquello, su muñequito era aún más hermoso despierto, sus ojitos inocentes y llenos de vida le hacen querer tenerlo así, por siempre.

El sonido de un celular le hizo pegar un brinco a SeHun. Después de unos segundos se dio cuenta que era su teléfono, rebuscó en las bolsas de su chaqueta y al fin encontró su teléfono.

+Mi Hae+

Sí, era su novio.

~Amor, ¿Cómo va todo?~ pregunto el mayor.

—Todo bien amor— Chanyeol reprimió el entrecejo fruncido que quería marcarse en su rostro, su muñequito tenía a alguien más.

~Logre hacer un trato importante~ anunció con alegría ~Quiero que me acompañes a la fiesta de celebración~

— ¿Yo? — preguntó sintiendo su corazón acelerado.

~Pues sí, eres mi novio y mi deber es presumirte y consentirte~

SeHun sonrió, su novio siempre era así, a él siempre le pareció loco que un hombre rico, exitoso, atractivo y caballeroso como dulce se fijara en un mocoso como él, además de que el mayor siempre buscaba llevarlo a cenas y viajes importantes, eso asustaba un poco a SeHun, pero aun así el mayor siempre se encargaba de hacerlo sentir mejor, porque para Donghae, SeHun era el hombre de su vida y lo más importante que tenía en la vida.

—Claro, ¿Cuándo es? — preguntó con los ojos brillantes de emoción.

Eso a Chanyeol no le gustaba, su muñequito no podía tener un novio, no le gustaba para nada.

~El viernes~ respondió el otro feliz de que su pequeño novio haya aceptado.

—El viernes nos veremos— SeHun alejó el teléfono de su oído— Te amo— y colgó.

Chanyeol seguía mirándole, incluso había dejado de parpadear, sólo miraba atentamente a SeHun quien sentía algo de miedo por la extraña mirada de Chanyeol le ofrecía.

—De...Debo irme— tartamudeó y se levantó de la cama.

— ¿Sabes dónde estás? — preguntó el más alto levantándose, ahora tenía una expresión amable.

—No— bajó la mirada y jugó son sus dedos.

—Te llevo, vives del otro lado.

Salieron de la casa y SeHun no pudo evitar mirar para atrás, la casa se veía algo gastada, había una pequeña casa al costado, había muchas herramientas y una compresora color verde militar, además de lo que parecía una pala y un pequeño jardín.

También notó lo escondida que estaba la casa del más alto, pues había un camino de tierra y luego la acera, cuando caminaban por la carretera miró de nuevo para atrás, el camino de tierra era cubierto por matas de hierba, enredaderas y los mismos árboles, eso no le gustaba, pero cada quien sus gustos.

Caminaron en silencio, hasta que llegaron a la cabaña de SeHun.

—Gracias, por todo— SeHun sonrió y Chanyeol sintió el flechazo en ese momento.

—Estoy para lo que se te ofrezca.

SeHun entró a su casa y miró por la ventana, por una pequeña rendija procurando no ser visto.

Chanyeol seguía parada fuera, sonreía ladino mientras miraba su casa, después de unos segundos se marchó.

Esa noche SeHun se sintió observado.

Al otro lado del bosque.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora