SIN PISTAS

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Durante las siguientes horas desde que llegaron al lugar del crimen se entretuvieron en tomar declaración a los que de alguna forma habían estado con Martha o la habían visto, tratando de reconstruir sus últimas horas de vida hasta su deceso. Alice nunca tomaba notas ya que tenía una memoria privilegiada y en caso de no recordar algo siempre tenía al infalible Fred que anotaba todo con esmero y meticulosidad. Ella reconocía la inestimable ayuda de su amigo y compañero pero nunca había tenido valor para decírselo abiertamente. Tenía el temor de que su parte femenina aflorase al decir algo así por lo que nunca encontraba el momento propicio para hacerlo. Aunque era consciente de que solo eran excusas para posponer en el tiempo dicha conversación no se sentía con ganas de darle vueltas al asunto y se propuso centrarse en el caso.

Se recorrieron varios kilómetros buscando a tal o cual persona que apareciese su nombre en las declaraciones de los testigos y repitiendo el proceso de interrogatorio una y otra vez. Fred pensaba que aquello se estaba complicando demasiado ya que le daba la impresión de estar lidiando con una enorme tela de araña y que a cada movimiento se enrevesaba más de lo usual. Él estaba tomando declaración a un camarero de un bar en aquella calle cercana a la iglesia de Whitechapel.

Alice en cambio estaba preguntando a una mujer que se presentó como una conocida de Martha y que decía no saber nada de ella desde el día anterior. Le comentó que no era extraño ya que los días festivos, y ese lo fue, Martha solía ir de bar en bar buscando clientes a los que satisfacer a cambio de dinero o alcohol.

- ¡Buff! ¡Esto no para nunca! – exclamó Fred acercándose a Alice. Esta le dio amablemente las gracias a la mujer y se alejó encontrándose a medio camino con su compañero. Por lo que ella sabía no había nada claro hasta el momento.

- A ver que tienes, porque por lo que tengo hasta ahora es la idea clara de que la mujer era muy activa y hay muchísimos sospechosos que podían haber perpetrado el crimen.

- Para empezar, aunque no es muy relevante, "nuestra" Martha estaba casada, pero se sacaba un buen sueldo prostituyéndose. Según varios testigos dicen que estuvo toda la noche en el Angel and Crown y que estuvo hablando con un soldado todo el tiempo hasta que cerró la taberna, momento en el que vieron cómo se alejaba con este calle abajo. Según el camarero serían aproximadamente las una menos diez cuando cerró. De momento sabemos que a esa hora aún seguía viva. Quien la vio por primera vez ya tirada en el descansillo de su vivienda fue un cochero llamado Albert Smith que regresaba a casa después de salir del trabajo. Dice que era normal verla borracha por los suelos y no le dio importancia. No se percató de nada extraño ya que a esa hora, las tres y media de la madrugada, la luz es escasa en aquel bloque de viviendas. Sobre las cinco salió de su vivienda Jhonn Reeves un tendero del mercado de Whitechapel que se dirigía a su trabajo cuando vio con un poco más de claridad que Martha se encontraba tirada sobre un pequeño charco de sangre. Intentó despertarla en vano, ya que creía que se había golpeado en una posible caída dado su continuo estado de embriaguez. Salió corriendo a dar parte a la policía cuando supo que se encontraba muerta.

Fred repasó sus apuntes y anotó algo en uno de los márgenes de su libreta.

- Eso nos deja la franja de tiempo de dos horas en las que se tuvo que cometer el asesinato. – dijo al fin.

- ¿Alguna idea de quién podía ser ese soldado? – preguntó Alice interesada por datos más concretos que los suyos. Simples vaguedades hasta el momento.

- De su nombre no sabemos nada aunque si tenemos la descripción del sospechoso. Cuando hablé con algunos compañeros donde se hallaba el cadáver, algunos la habían reconocido pues solía moverse por la zona de Tower Hamlets. Sospechosamente allí se encuentra una guarnición en la Torre de Londres. Yo empezaría por esa pista.

Vampeires: JackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora