Parece que el tiempo se empeña en decirme que no hago nada bien, nada mal. Simplemente soy ese cero a la izquierda que tanto quise olvidar.
¿Que pasaría si por una vez me dieses la opción de la decisión, la oportunidad de demostrar que no sólo soy palabras escritas en un papel aún por borrar?
Ojalá me dieses la oportunidad de llevarte más allá; donde nadie nos podría alcanzar. Ojalá tuviese el tiempo para quererte tanto que ni el destino nos pudiese separar.
Y es verdad, al menos puedo decir que lo intenté. Lo intenté más fuerte de lo que jamás pude imaginar.
Quise visitar el cielo y acariciar el amanecer, quise oler las nubes y caminar sobre el agua, quise imposibles... quise soñar que las palabras quedaban mudas al besar tus dulces labios mientras todo a nuestro alrededor pareciese no importar.
Mostrarte que podíamos dejar el cielo un paso atrás y llegar al éxtasis, al placer de un momento único, uno que nunca podríamos olvidar.
Quise guardar tus recuerdos; quise ver tus ojos brillar compitiendo con las mas bellas estrellas aún por descubrir. Quise hacerte sentir única, quise que tu piel formase parte de algo especial: el momento en el que mis manos la surcasen para no volver jamás; perderme en la fragancia que el mismísimo edén podría envidiar.
Y me has hecho ver que estaba equivocado, equivocado de verdad.
Prometiste palabras vacías, soltaste lágrimas de cocodrilo para hacerme recordar que yo no estaba solo ante la adversidad.
Pensé que éramos dos ánimas en busca de la verdad, dos almas dolidas por el pasado, por el daño que nos habían hecho los demás.
Me hiciste sentir comprendido, me hiciste volver a soñar. Provocaste en mi que volviese a salir la ilusión por luchar, por darlo todo sin pensar. Que la mentira se había ido de nuestro lado para no volver jamás. Creí que compartíamos algo más que un pasado, pensé que quizás al menos la comprensión había llegado a mi lado.
Pero no te importaba.
Llegó el día en el que conseguiste lo que querías yo yo no era más que aquello que un día te acompañó un tiempo breve sin pena ni gloria.
Fui tu cero a la izquierda, fui la página que todo saltan del índice de una historia. Y así fue, fui el comienzo de una nueva y parece ser que al menos es mejor que la que yo te ofrecía.
Me arrebataste todo y justo cuando más te necesitaba; tu silencio más se prolongaba y más duro se hizo el día a día. Necesitaba ver tu sonrisa, compartir un instante para que deprisa mi mente se olvidase de aquello que ahora tiene tanta importancia.
No pedí nada a cambio más que poder seguir viendo aquello que más me importa.
Y a pesar de todo ello sigo recordando cada instante que vivimos, cada segundo quedó guardado en mi memoria. Y ahora son heridas cuyas cicatrices no creo que pueda cerrar el paso del tiempo.
Fuiste única y así lo serás aunque no fuiste lo que mi corazón se empeño en enseñar.
B.Feijoo
