De su casa al Arkadia andando había exactamente tres calles y veinte metros. La avenida en la que el pequeño café estaba situado estaba llena de tiendas, librerías y algún que otro bar más.
Plena zona universitaria...
El frío aire de la brisa hizo que Raven se estremeciese, al tiempo que se subía algo más la cremallera de la sudadera caminando en silencio por la acera.
De cuando en cuando algún coche con los faros puestos pasaba por el asfalto y la luz captaba su atención, pero era escasa la presencia de grandes multitudes en la calle esa noche. Especialmente siendo sábado, sabiendo que el lunes mucha gente tendría exámenes importantes y estaban apurando las últimas horas de estudio en sus casas o en la biblioteca.
Raven alargó la mano empujando la puerta y el agradable calor del local la sedujo casi de inmediato.
Le gustaba aquel lugar, le gustaba mucho más de lo que nunca admitiría.
Al principio, había sido reacia a dejarse ver allí pero Octavia había insistido en que necesitaban salir más a menudo por aquel estudiantil ambiente. No tenía ningunas ganas de hacer lo que hacían los demás solo porque los demás lo hacían.
Ella no era así y Octavia a veces no entendía eso.
Nada más cerrarse la puerta a sus espaldas recorrió el acogedor local con la mirada viendo a un par de chicos sentados en un sofá tomando café con algunos apuntes en su regazo, a una chica al fondo en una mesa alta comprobando distraídamente su reloj y a tres chicos más a lo lejos jugando al billar.
Bajándose un poco los puños de las mangas de la sudadera hasta apretar la tela entre la palma de su mano y sus dedos, bajó la mirada al suelo un instante y se dirigió después hacia su rincón favorito sentándose en el viejo sofá raído de color verde.
"Quizás ella también debería estar estudiando", se recordó con pesar.
Dejándose caer sobre una de sus esquinas, subió los pies recogiéndolos un poco sobre el sofá y no tardó demasiado tiempo en acercarse Luna, que justo retiraba un par de tazas de una de las mesas.
Le sorprendió el encontrarla allí, pero le sorprendió aún más el verla con ese aspecto. Parecía tan derrotada, tan vencida que aquello la preocupó.
—¿Raven? —preguntó Luna al acercarse al sofá viéndola levantar la vista sin esperar encontrársela—. Te hacía estudiando en casa.
Raven que parecía algo abstraída se dio cuenta de que era a ella a quien Luna se dirigía, e hizo el amago de simular una vaga expresión.
—Si, bueno ya sabes... —dijo quedamente ella jugando con sus mangas—. Tanto estudiar termina por atrofiarte la cabeza.
Luna que le dedico una pequeña sonrisa asintió imperceptiblemente.
—Imagino que si...
Raven que le puso buena cara bajo la mirada a la verde tela modelando garabatos con su dedo.
—¿Puedo traerte algo? —ofreció Luna fijándose mejor en ella—. ¿Café? ¿té?
—Café está bien —murmuró Raven con un gesto mirándola fugazmente—. Gracias...
Luna que asintió al escucharla se dirigió a la barra dejando las tazas sucias y pidió a Nathan que le sirviese una caliente taza de café con espuma doble, tal como sabía que le gustaba a Raven.
Nathan que no tardó en hacerlo se acercó a la barra para dársela, echando un vistazo por encima de su hombro a Raven a lo lejos.
—Tu amiga tiene mala cara...
ESTÁS LEYENDO
La Llamada (#TheWrites)
Fanfiction*Clasificado Award Spring 2018 Misterio/Suspense. El truculento pasado de Raven Reyes se entremezcla con un presente aún más difícil y complejo. Alguien no deja de llamarla, de enviarle notas, cartas y anónimos llenas de amenaza y recelo. Algui...