La había llamado por tercera vez a su teléfono móvil mientras terminaba de subirse los vaqueros apoyada contra el armario, pero no solo no había recibido respuesta sino que el teléfono ni siquiera daba señal de estar activo.
Aquello la preocupo sobremanera, la angustió de una forma que hacía tiempo que desconocía.
Cuando Clarke abrió la puerta de su habitación para entrar en ella, el estomago le dolía.
—¿Lexa?
Lexa que colgaba su móvil en aquellos instantes comenzando a marcar otro numero ni siquiera levantó la vista.
—¿Aún es temprano, no? Podría haber salido a cualquier parte, podría estar con Octavia —se dijo nerviosamente mientras iba a la cómoda a por una camiseta limpia—. Si, podría estar con ella, si...
Clarke que pocas veces había visto a Lexa así, frunció el ceño con preocupación siguiéndola con la vista.
—Lexa, ¿qué...?
—O quizás en la biblioteca —dijo de pronto Lexa cayendo en esa posibilidad, sujetando el móvil entre sus labios mientras se ponía instantáneamente la camiseta antes de cogerlo y volver a marcar—. Podría haberlo apagado si está en la biblioteca, todo el mundo sabe que tiene que apagarlo si está en la biblioteca porque... porque al final lo miras a cada rato y terminas por no estudiar...
Clarke que la vio dirigirse junto a la ventana para ponerse un par de zapatillas, tragó con preocupación.
—Lexa, me estás asustando...
—Octavia siempre lleva el móvil encima —se dijo Lexa en voz alta esperando que respondiese al otro lado—. Todos saben que Octavia nunca se separa de su móvil.
Clarke que tragó al escucharla fue a decirle algo pero Lexa en ese momento escuchó la voz de Octavia contestar al otro lado.
—Parece que me huelas, tía —se sonrió Octavia optimista—. Estaba a punto de enviarte un mensaje para preguntarte a qué hora es lo del viernes y si no te importa que lleve a Atom.
—¿Raven está contigo? —preguntó precipitadamente Lexa ignorando todo cuanto había dicho al contestar.
Octavia que pareció dudar al otro lado del teléfono al escuchar su tono respondió trivial.
—No, ¿por qué lo preguntas?
Clarke que se acercó a Lexa en ademan conciliador no entendía la urgencia de localizarla.
—¿Seguro que no está ahí contigo, Octavia? —preguntó insistente Lexa apurada.
—Os habeis enfadado?
—Octavia —repitió Lexa irritada a punto de perder la poca paciencia que tenía.
—No, no está aquí —repuso Octavia desconcertada—. Ha salido y ha dicho que no vendría a dormir.
Lexa que cambió la expresión de su cara se preocupó aún más.
—¿Te ha dicho donde iría? ¿con quién?
Octavia que frunció el ceño terminó riendo extrañada.
—Pues no, la verdad... —dudó ella con un gesto—. Te das cuenta de que no soy su madre, ¿no? —dijo Octavia medio en broma.
Lexa que simplemente le colgó, no estaba para tonterías y entonces comenzó a pensar en donde podría encontrarse mientras terminaba de calzarse la otra deportiva y cogía sus llaves de la mesilla, intentando nuevamente marcar el numero de Raven.
—Lexa, si me cuentas que pasa —comenzó diciendo Clarke viéndola moverse por la habitación—. Quizás yo pueda ayudarte o...
—Hablamos luego —le dijo Lexa besándola en los labios fugazmente antes de salir precipitada de la habitación.
Clarke que se quedó algo parada no supo reaccionar.
Lincoln parecía reprocharle a Bellamy algo de su comportamiento cuando Lexa apareció por el pasillo, y él levantó la vista del sofá a punto de decirle algo.
—Ni me hables —le cortó Lexa antes incluso de pronunciar palabra alguna señalándole con el dedo antes de dirigirse a la puerta y salir dando un portazo.
Lincoln que hacía tiempo que no la veía así de enfadada puso una cara al verla marchar y se giro a mirar a Bellamy.
—Si Echo no te mata por esto, lo terminará haciendo Lexa. Lo sabes, ¿verdad?
Clarke que asomaba por el pasillo aún alucinada por todo lo vivido, contempló a Bellamy llevarse la mano a la cara sobrepasado, al final librar a Raven de una noche en comisaría le iba a salir muy caro.
Sin lugar a dudas...
Continuara...
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La Llamada (#TheWrites)
Fanfiction*Clasificado Award Spring 2018 Misterio/Suspense. El truculento pasado de Raven Reyes se entremezcla con un presente aún más difícil y complejo. Alguien no deja de llamarla, de enviarle notas, cartas y anónimos llenas de amenaza y recelo. Algui...