19. Todo Va A Estar Bien

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Dormía aún cuando aquella tibia mano se posó sobre su desnudo brazo y se deslizó hacia arriba muy lentamente. En cuanto aquellos dedos se deslizaron por su mejilla y rozaron sus labios en una caricia tan sutil, tan intima... Raven despertó sobresaltada y empapada en un frío sudor, en un lugar que no era su casa y en un sofá que no era el suyo.

Podía sentir los latidos de su corazón en el interior de sus oídos y como su pecho subía y bajaba rápidamente sobre la empapada camiseta que se le pegaba a la piel.

El sonido de su acelerada respiración opacaba todo cuanto podía escuchar a su alrededor, el bajo sonido del televisor en algún punto del apartamento, el sordo sonido de la cafetera en la cocina, una suave voz a sus espaldas cerca de la terraza desde donde se colaba el piar de los pájaros que sobrevolaban el cielo, y del escaso trafico que se elevaba desde la calle.

—No, no ha sido un golpe demasiado grave pero queremos tenerla varios días en observación... —dijo Luna al teléfono mientras revisaba algunos números de su agenda—. Aja... si, completamente de acuerdo... Por supuesto, estamos seguros de que se preocupa tanto por sus alumnos como el decano Jaha, si... muy bien, en cuanto tenga noticias nuevas se las haré saber, y de nuevo mostrarle el agradecimiento que merece como tutora por aplazar sus exámenes, es usted una profesora de las que ya no quedan señorita Pramheda. Estaremos en contacto y le transmitiré sus deseos de mejora, muchísimas gracias y discúlpenos por interrumpir su fin de semana... —terminó diciendo Luna sosegadamente al tiempo que colgaba el teléfono y se volvía a mirar a Raven.

Raven que cerro los ojos al escuchar su voz, llevando sus manos a su cabeza antes de apoyar la frente sobre sus rodillas esforzándose por tranquilizarse, apenas la escuchó acercarse.

—Tenías mucha razón en lo que decías de tu tutora, es estricta pero también razonable... —dijo Luna quedamente mientras se acercaba al otro sofá para sentarse frente a ella subiendo los pies para dejarle su espacio—. Te repetirá los exámenes en dos semanas, no debes preocuparte por eso ahora, ¿vale? —intentó animarla Luna con un gesto preocupado al verla así—. Todo va a estar bien...

Raven que la escuchó deslizó la mano por su rostro aún extenuada y la miró por un momento sin comprender.

—¿Hablabas con la Little Einstein? —se sorprendió un tanto ella, algo desconcertada.

Luna que se sonrió al escuchar como solía llamarla, dejó el móvil sobre la mesa e hizo un gesto.

—Te desea una pronta recuperación de tu lesión.

—¿Qué lesión? —preguntó Raven mirando su mano vendada un poco confusa ya que apenas era nada.

—La conmoción que sufriste al golpearte con el volante en el accidente donde Finn y tú os visteis involucrados.

El rostro de Raven cambió tácitamente y Luna se apresuro a explicarse.

—Finn ha retirado la denuncia hace unas horas. He hablado con mi supervisora y ha accedido ha haceros un parte de lesiones a los dos para atestiguar que ha sido producto de un accidente y a ambos os repetirán los exámenes en unas semanas para daros tiempo a la recuperación.

Raven que se la quedo viendo largamente no sabiendo bien ni que decir, mientras toda aquella información iba llegando a su cerebro y la iba procesando, tragó lentamente con un quedo gesto.

—Luna...

—Ya sé lo que vas a decir, no he hablado de esto con nadie te lo prometo. No me has comprometido, ni he comprometido mi trabajo por ayudarte y Finn, solo está preocupado por ti, no entiende que desencadeno aquello pero entiende que estás sobrepasada y que no tenías intención de hacerle daño —explicó Luna con un suave gesto para restarle preocupación—. Además he aprovechado a pasar por tu casa y te he traído algo de ropa limpia y algunos enseres personales que supuse que necesitarías si ibas a permanecer aquí unos días, ¿no te importa no?...

Raven que la escuchó se la quedo viendo notando como sus ojos se humedecían al escuchar todo aquello.

—¿Te has... te has tomado todas esas molestias... solo por mi?...

Luna que se levantó al escucharla se acercó a ella sentandose en el borde del sofa justo a su lado, antes de posar su mano sobre la suya en sus rodillas.

—Es lo que hacen las amigas por personas a las que quieren, ¿no? —se sonrió dulcemente Luna viendo como una lágrima se le escapaba—. ¿Por qué no te das una ducha caliente y te cambias de ropa en lo que te preparo algo de desayuno? —se inclinó Luna posando los labios sobre su pelo al ponerse en pie—. Te ayudará a despejarte un poco...

Raven que asintió quedamente viéndola alejarse hacia la cocina la siguió con la mirada, antes de deslizar los dedos sobre su mejilla retirándose las lágrimas, y respiró hondo haciendo por ponerse en pie. Luna estaba portándose maravillosamente con ella, más de lo que merecía y ni siquiera tenía palabras con las que agradecerle.

Ninguna palabra, ninguna sería suficiente pero aún así la llamó.

—Luna...

Luna que ya había entrado a la cocina volvió a asomarse, cuando vio a Raven sonreírle con cierta tristeza y sincero aprecio.

—Gracias...

Luna que tan solo le devolvió aquella mirada y sonrisa asintió quedamente, antes de hacer un gesto disponiéndose a volver a la cocina.

—Anda ve, te esperará un rico desayuno cuando salgas... o al menos un intento... —medio bromeó ella para hacerla sonreír yendo a por el café.

Aquella imagen suya, jamás, jamás, se borraría de su retina...

Continuara...

La Llamada (#TheWrites)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora