Por su cabeza, ni siquiera había pasado lo de la fiesta con todo lo acontecido aquel día y el día anterior y allí estaba Echo, vestida de novia saliendo del baño de su habitación, mientras la cabeza le martilleaba como nunca.
—Y entonces he pensado que después de la fiesta, podríamos hacer algo, Atom, Octavia, tú y yo. Algo divertido, ya sabes... —se sonrió Echo apagando la luz del baño al tiempo que se daba la vuelta para que la viese así vestida—. Dime que no es el vestido más sexy que me has visto puesto en la vida...
Bellamy que revisaba los mensajes y las llamadas de su móvil de pie junto a la ventana, se volvió al oírla viéndola vestida así y el estomago se le revolvió cuando la imagen de Raven y él sobre aquel sofá del reservado la noche anterior apareció en su mente.
¿Qué coño estaba haciendo con su vida? ¿Qué coño estaba haciendo Raven con la suya propia? ¿Por qué demonios seguían Echo y él con todo aquello? ¿Por qué se hacía aquello a si mismo una y otra vez, esperando distintos resultados si siempre terminaba de la misma forma?...
Cuando Echo se acercó por detrás a él deslizando la mano por su espalda, y fijó la mirada en su móvil, sus ojos se elevaron buscando los suyos dibujando una media sonrisa curiosa.
—¿Con quién hablas?
Bellamy que hizo por apartar el móvil y guardarlo en el bolsillo de su pantalón, sintió como Echo se lo arrebataba de golpe de la mano apartándose de él.
—Eh, Echo dame mi móvil —protestó Bellamy intentando acercarse a ella para recuperarlo.
Echo que se apartó aún más mientras toqueteaba la pantalla, puso la mano hacia atrás para mantenerle apartada de ella y poder comprobar el registro de llamadas y de mensajes.
—Hablo en serio Echo, devuélvemelo —intentó nuevamente Bellamy algo tenso.
—Espera, espera —dijo ella de pronto cambiado la expresión de su cara volviéndose hacia él ofendida—. ¿Por qué hay llamadas tuyas al móvil de esa zorra?
—Echo, devuélveme mi móvil —repitió Bellamy tratando de alcanzarlo con la mano—. ¡Dámelo!
—¡No! —se impuso ella enfadada dándole una dura mirada—. Te he hecho una pregunta, ¿por qué coño llamas a Raven? —preguntó más molesta aún al pronunciar su nombre—. ¿Qué pasa contigo? ¿es por ella por la que has estado tan raro últimamente? ¿es por ella por quien me has querido dejar? ¡Contéstame, Bellamy!
—¡No, claro que no! ¡Estás paranoica! —le gritó Bellamy intentando nuevamente sin éxito recuperar su móvil—. ¡Devuélveme el móvil, Echo!
—¿Paranoica? ¿qué estoy paranoica? —se sonrió Echo dándole un empujón en el hombro para apartarle de ella—. ¡Eres un imbécil, Bell! ¡Eres un imbécil! ¡Y ella una puta zorra! ¡Como me entere de que me has estado engañando con ella, os vais a enterar los dos!
—¡No te he estado engañando con ella!
—¡Ah pero me has estado engañando! —le gritó Echo lanzando el móvil con fuerza contra la puerta antes de acercarse a él señalándole—. ¡Lo sabía, si es que lo sabía! ¡Y yo aquí como una jodida imbécil creyendo que lo nuestro tenía arreglo, creyendo que merecías la pena!
Bellamy que tan solo sacudió la cabeza algo sobrepasado, se paso las manos por la cara algo agobiado, necesitando hacer uso de toda su paciencia para no ponerse a gritar.
—Echo, por favor... escúchame, ¿quieres? —dijo Bellamy intentando acercarse a ella—. Lo de ayer fue... fue algo puntual, algo que no debió pasar y...
—¿Lo de ayer? ¿qué de ayer? —le gritó ella furiosa dándole otro empujón—. ¿Qué de todo lo que paso ayer no debió pasar? ¡Eres un idiota! ¡Creía que íbamos a intentarlo una vez más, me dejaste plantada para irte a hacer dios sabe qué y me dejaste plantada, Bell! ¡A mi! ¡A mi que tanto te quiero!
—Echo yo también te quiero, te quiero, ¿vale? —le dijo él con un gesto tomándola del rostro intentando que entrase en razón—. Pero no podemos seguir así, ¿no lo entiendes?
Echo que sintió las lágrimas agolparse de rabia en sus ojos llevó las manos a las suyas dolida.
—¡Dijimos que lo volveríamos a intentar, dijimos que volveríamos a hacerlo! ¡No me puedes dejar! ¡Yo te quiero!
Bellamy que sintió una punzada de dolor y culpabilidad por lo que había hecho con Raven la noche anterior, sintió sus ojos humedecerse ligeramente al escucharla.
—Lo se, Echo... y yo te quiero a ti pero...
—No quiero oírlo, no quiero escucharlo Bellamy —dijo ella entre lagrimas negando al apartarse—. Me da igual lo que hagas, me da igual con quien lo hagas, solo que no con ella... sé cuanto ha significado siempre para ti, así que con ella no —dijo dolida apartándose las lagrimas de golpe—. Vamos a intentarlo porque nos queremos y porque me lo prometiste, me prometiste que volveríamos a hacerlo y no puedes romper tu promesa así, así que respira hondo, arregla lo que has hecho y piensate bien en estos días si te va a merecer la pena desechar tantos buenos momentos conmigo por una estupidez que ni siquiera cuenta —le espetó ella duramente antes de dirigirse a la puerta saliendo de la habitación dando un fuerte portazo.
Bellamy que tan solo cerro sus ojos se llevo la mano a la cara siendo consciente de que no podían seguir así. No podían seguir así, no podían y se dirigió a recoger las piezas de su móvil del suelo para tratar de recomponerlo. Él solo había llamado a Raven tras su conversación con Lincoln para asegurarse de que estaba bien, y por mucho que le jodiese admitirlo, para asegurarse de que lo que hicieron no llegase a oídos de Echo pero al parecer para eso era ya algo tarde.
En cierta forma se lo había dicho, en cierta forma había negado lo evidente pero Echo le conocía demasiado bien como para saberlo.
Él solo quería hacer algo bien por una vez, lo que fuese... porque lo de anoche no había significado nada para él por haber sido lo que era, sino por haber sido con la persona que fue.
Estaba hecho un lío, un lío inmenso y ahora volvía a sentir que no hacía nada bien. La vida era un asco, el amor era un asco... y él lo era también.
Continuara...
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La Llamada (#TheWrites)
Fanfiction*Clasificado Award Spring 2018 Misterio/Suspense. El truculento pasado de Raven Reyes se entremezcla con un presente aún más difícil y complejo. Alguien no deja de llamarla, de enviarle notas, cartas y anónimos llenas de amenaza y recelo. Algui...