Juicio Justo [Camren AU]

Capítulo 25.

Los medios se agolpaban, la gente gritaba (tanto que no se sabía de qué bando eran), los policías gruñían y llamaban la atención, la gente que faltaba iba entrando en el juzgado y nuestras dos protagonistas estaban de camino en un coche blindado oficial.

Cuando llegaron, el barullo se multiplicó por diez. Los flashes saltaban, los gritos parecían reventar cristales, los policías a duras penas retenían a la gente y Camila solo quería bajar y pasar corriendo que, gracias a Lauren, es lo que hizo.

Todo dentro del juzgado era mucho más civilizado y tranquilo, cosa que la morena agradeció para poder pensar en su defensa y en su testimonio de manera clara. Los nervios le estaban matando y ser mirada con miedo no hacía que la cosa mejorara. Sabía que tenía muchos apoyos, pero nada le haría sentirse mejor que la mano de la ojiverde sosteniendo la suya fuertemente. Por desgracia, nunca pasaría.

Lauren estaba alerta todo el tiempo siendo a la vez una militar y una amante sobreprotectora. Ella también deseaba cogerle la mano a Camila para demostrarle que todo podría ir bien, pero la conversación con Normani había cambiado las cosas. Y de igual manera, la morena también estaba distante por la conversación con su hermana.

Cuando Camila entró en la sala bien iluminada de madera con olor a cerrado y unas ondas muy negativas, no pudo por menos que reprimir un grito aterrador. El aspecto no solo era intimidador, sino escalofriante. Era la sala principal, la utilizada solo para juicios importantes o de suma prioridad. El dibujo que los 5 Gobernantes tenían tatuado estaba, en forma de madera, tallado encima de la silla donde Normani juzgaría a la presa.

Los 5 Gobernantes se veían intimidados y llenos de honestidad bajo la atenta mirada de aquella ave fénix rodeado de fuego. Cuando la última Gobernante se integró y pasó un año, los 5 supieron en seguida que querían seguir haciendo eso por el resto de sus vidas, formaban un gran equipo y representaban el cambio que Progressio necesitaba. Instauraron los mejores periodos de paz y exentos de corrupción que nunca se hubiera visto, todos los adoraban. Un día, después de una dura reunión, Dinah colocó un dibujo en el holograma. Habló apasionadamente de las aves fénix y mostró su tatuaje diciendo que creía que era un hermoso comienzo de las cenizas que habían dejado otros. Tras alguna mirada escéptica y de muchas bromas, decidieron los 5 tatuárselo para que siempre recordaran su compromiso. Pero hoy la mayoría de ellos, se sentía terriblemente mal al mirar aquel símbolo de madera enorme, y lo peor es que sabían perfectamente lo que cada uno iba a hacer ese día.

El juicio comenzó. Lauren y Camila se sentaban en un lado mientras oían los cargos y cada vez la presa se sentía peor. Había científicos hablando sobre las pruebas de sangre y sobre cómo la morena podría haber contaminado su propia sangre para que no coincidiera con ella 100%; informáticos alegando que los hackeos podrían encubrir perfectamente sus huellas y que, al rehacer el hackeo, perdió todos los datos, cosa que le hacía muy sospechosa; biólogos explicando como el cuerpo de las grabaciones y el de la acusada podría ser el mismo debido a la ropa...

Pero lo que sin duda dolió más a Camila fue oír en una cinta a gente testificando contra ella:

- Era una ermitaña, no se acercaba a ninguno de nosotros, era como si tuviera algo en contra nuestra.

- Era muy tranquila, pero el tipo de tranquilidad que tienen los guepardos agazapados a punto de comer a su presa. Su mirada no transmitía confianza.

- Una vez en clase de defensa cuerpo a cuerpo, me tiró al suelo y sufrí una lesión que casi me deja paralítico.

Camila apretó los puños "Eso fue porque me acosaba día tras día, y no quería hacerle tanto daño" murmuró para excusarse.

- Teníamos siempre la broma de que Cabello era una psicópata que a veces iba al bosque a matar animales indefensos. Muchas veces venía con heridas en el cuerpo de peleas, y nunca se sabía por qué.